Triste es la situación que atraviesa el Flaco, aunque parece que hay visos de solución porque las rescatistas suelen esforzarse para tocar el corazón de quienes aman a los animales.
El caso es que el Flaco es aquel perro personaje que siempre estaba frente al Colegio Rivadavia, simpático para algunos, “molesto” para otros, los que finalmente elevaron la queja a las autoridades municipales.
El destino del perro no fue otro que la perrera. Lo alzaron del lugar y terminó en una jaula.
“Me quedé sin habla cuando lo vi ahí, en esa jaulita, a mí criterio, demasiado pequeña para su cuerpo”, escribió Silvina, una proteccionista.
En el Facebook se puede apreciar lo que era antes el Flaco y lo que es ahora.
“Claramente no puede volver a la calle, pero tampoco puede estar en la perrera, su vida poco a poco se va a ir apagando y la tristeza lo invadirá”, reiteró la rescatista.