Nació en Rosario el 16 de octubre de 1972. Abogado, casado, 2 hijas. Su abuelo fue trabajador de la Fábrica de Pólvoras, después de vivir en distintos lugares su madre volvió a su lugar de origen: Villa María. Cursó el secundario en el Instituto Bernardino Rivadavia y en esos tiempos de estudiante conoció a Martín Gill. En 1999, ingresó a la Universidad Nacional de Villa María a dar clases y se hizo cargo de la cátedra de Derecho Constitucional en las carreras de Contador Público y Ciencias Políticas. El 4 de setiembre de 2015 asumió como rector de la mencionada casa de altos estudios
Escribe Nancy Musa
De nuestra Redacción
El equipo de mate fue el testigo principal de una charla amena y distendida que duró más de una hora y media. Luis Negretti habla con soltura, sonriendo cuando bucea entre los recuerdos de su infancia y su adolescencia. Remarca las palabras al nombrar a la Universidad que es más que una casa de altos estudios, es un sentimiento. Cree en el recambio generacional, considera que los jóvenes deben participar y no resignar lugares. Se considera un conductor que “sabe escuchar” y confía en el espíritu de los que día a día acompañan el crecimiento de la UNVM. Es un agradecido de la vida porque le permitió cumplir muchos de sus sueños.
¿Cuándo era niño soñó alguna vez con ser profesor universitario, rector o ni lo imaginó?
No (risas), cuando uno es niño siempre tiene sueños que giran en torno a fantasías, esto se refleja a través de sus ídolos, quien no ha querido ser futbolista o estrella de rock…Pero no, nunca pensé, ni siquiera cuando fui estudiante universitario, que podía ser docente y mucho menos rector. Las cosas se fueron dando, fue por etapas, tratando de hacer lo mejor en cada etapa que me tocó vivir y me fue llevando a cumplir y desarrollar distintas funciones. Nunca proyecté nada de todo esto.
¿Y qué soñaba ser?
Cuando era niño quería ser médico.
¿Cuándo dejó de lado esa idea y decidió seguir la carrera de Abogacía?
Cuando estaba en el secundario, las cuestiones sociales me sensibilizaban, me gustaba mucho la participación universitaria, la actividad en el centro de estudiantes y puntualmente tuve un profe de Instrucción Cívica que es abogado, Gustavo Maristany, que planteaba con pasión todo lo que hacía y yo me vi reflejado y me parece que eso fue lo que me llevó a estudiar Abogacía.
¿Y su ingreso a la docencia?
La Universidad estaba en su momento de nacimiento, de expansión, tenía muchos profes que venían de Río Cuarto y de Córdoba y necesitaban incorporar jóvenes de Villa María que se fueran formando. Tuve la suerte de estar en el lugar y en la época indicada. Presenté mi currículum y me llamaron siendo muy joven con 25 ó 26 años.
¿Quién lo llevó a pensar en ser peronista, viene de una familia peronista?
En mi familia la pareja de mi mamá era radical, nosotros vivíamos en Buenos Aires en 1983 y festejamos mucho el triunfo de Raúl Alfonsín. Yo tenía una orientación en mi adolescencia de lo que pasaba en mi familia fundamentalmente. Pero, después el cruce con Martín (Gill) fue cambiando la perspectiva y mis primeras participaciones en la militancia fueron al lado de Martín y me fui incorporando a los ideales de la justicia social y algunas lecturas vinculadas a la doctrina social de la Iglesia, sin ser católico. He leído mucho la doctrina social de la Iglesia donde abreva el justicialismo y me terminé convenciendo.
No obstante, siempre digo que la cuestión de las simpatías partidarias en los casos como los nuestros tienen que mantenerse fuera del despacho y de la institución. Uno tiene que tratar de ser lo más objetivo posible y mantenerlo fuera de la función.
¿Cómo se conocieron con el intendente Martín Gill?
Porque cursábamos juntos la escuela secundaria, en el Rivadavia y empezamos a trabajar juntos en el centro de estudiantes y ahí ya nos hicimos amigos, fuimos a Córdoba a estudiar la misma carrera, en distintas universidades, pero la misma carrera.
El vivía en la pensión de su abuela donde vivía mi actual mujer (Silvia Maldonado), la vida nos mantuvo juntos. Después cuando nos recibimos, trabajamos juntos en el estudio, luego en la Universidad. Tenemos toda una vida de trabajo juntos.
El día que resolvió su candidatura a rector, ¿ qué sintió?
No fue un día en particular, fue todo un tiempo porque había varios precandidatos y lo resolvimos un poco también entre los precandidatos. La verdad, como te decía recién, yo no tenía un objetivo que o lo cumplía o iba sentir frustración, pero a la vez sentía el acompañamiento de mucha gente, de muchos estudiantes, de muchos compañeros docentes y no docentes que me impulsaban a ser candidato y eso fue lo que me llevó a decir ´bueno si me acompañan con Aldo (Paredes), una persona que quiero y respeto muchísimo, estaría dispuesto a ser candidato, armando un buen equipo de trabajo, y ser rector de la Universidad, una Universidad a la que le tengo un cariño muy especial porque a mí me dio todo. Tengo un afecto muy especial por la institución.
¿Y ahora qué se siente estando en el sillón del Rectorado?
Es ambivalente, por un lado un orgullo tremendo, lo digo en las reuniones de equipo a veces, cuando me llega una nota que dice Sr. Rector y adosan mi nombre es fuerte, me da mucho orgullo pero también mucha responsabilidad. Y esa responsabilidad trato de traducirla no en presión, sino en trabajo, en estar atento a todo lo que pasa dentro de la institución, a acompañar a la gente, acompañar los proyectos, las actividades, dejar todo de mí para que siga funcionando como funciona hasta ahora.
Está en la Universidad desde 1999, en este contexto ¿cuál es su visión sobre la universidad pública?
Creo que la universidad pública es un patrimonio, un bien social que está muy arraigado comunitariamente. La gente no duda en defender la universidad pública, por eso siempre digo que no tenemos que abusarnos de esa situación de credibilidad y usar la defensa de la universidad pública como una causa para cualquier objetivo. La veo muy bien a la universidad pública, la veo con un alto grado de credibilidad, veo que tenemos en el país universidades de calidad que son, inclusive, muy buenas universidades y lo comprobamos cuando vienen los estudiantes extranjeros, que son muchos los que vienen todos los años, y les cuesta una enormidad calificar con buenas notas. Y los muchos argentinos que salen al exterior vuelven todos con notas de 10. Eso denota que el cruzamiento con distintas universidades del mundo, las argentinas están muy bien posicionadas. Pero le queda mucho margen para crecer al sistema y a nuestra Universidad también.
¿Con el nuevo Gobierno y las políticas educativas actuales hay cosas que le preocupan o cree que se van a mantener los parámetros presupuestarios?
Por suerte, la universidad pública está demasiado arraigada y me parece que ningún Gobierno del color político que sea va a ir en contra de ese sistema tan de la comunidad, creo que van a seguir apostando porque es demasiado incorrecto políticamente no sostener las universidades. Este Gobierno está en un proceso de valoración de distintas instancias, lo está haciendo con la energía, con múltiples aspectos. Las universidades venían de un período de mucha expansión y mucho crecimiento, lo estamos viendo, y tenemos expectativas de que, superado este período de evaluación, continuemos con la misma expansión. No obstante, en nuestra Universidad nosotros no tenemos graves inconvenientes ni para pagar sueldos ni para pagar alquileres ni para pagar los gastos de funcionamiento, sí avizoramos que no es el mismo período de crecimiento que veníamos teniendo antes, donde había muchas ventanillas para presentar distintos proyectos.
¿Han tenido recortes?
Puntualmente recortes no. Si vos venís a una determinada velocidad y tenés que aminorarla no es que te están frenando, simplemente aminoraste. No hemos tenido recortes, los gastos de funcionamiento se siguen enviando, los salarios se siguen pagando y eso son dineros que vienen mensualmente del Estado.
La relación de la Universidad con los otros institutos terciarios, ¿es buena?
Es una relación en la que hacemos mucho esfuerzo para mantenerla en buenos términos. Hay que ser conocedor de la historia y rendirle tributo a esa historia. Los institutos superiores de la ciudad posibilitaron el origen de la Universidad, acompañaron el proceso de creación y eso hay que reconocerlo con hechos y compromiso. En algunas situaciones, como nos ha pasado, se deben priorizar los propios intereses de la Universidad frente a la relación con institutos superiores, pero tratando de conservar las articulaciones y si en algún momento la relación llega a su fin, respecto de una carrera, conservar y apostar por lo que queda. Siempre apostamos a las relaciones maduras y fundadas en el diálogo pero a veces los intereses de cada una de las instituciones hace que esto se dificulte.
¿Las internas dentro de la Universidad son problemáticas?
Nosotros tenemos una Universidad privilegiada. En el contacto con referentes de otras universidades siempre te preguntan y en tu Universidad qué pasa?´En otras universidades las relaciones humanas son mucho más conflictivas que en la nuestra y las luchas de poder son mucho más sangrientas.
Nosotros tenemos un equipo de gestión que está integrado por rector, vicerrector, los decanos de los tres institutos, todos los secretarios del Rectorado y de los institutos, que nos reunimos periódicamente y sentimos el acompañamiento. A nosotros nos votó el 90% de la gente, eso es totalmente atípico en las universidades. Por supuesto que hacia adentro hay muchas opiniones distintas, muchas posturas ideológicas y académicas totalmente diversas, pero lejos de ser un problema es totalmente positivo dentro de la Universidad. Porque de allí se construye, de allí se edifica y evidentemente hemos podido interpretar esas diferencias y darle cabida a todos los que piensan de manera distinta y la gente se siente representada por esta propuesta. Por ahora, hay que hacer un esfuerzo para que la gente se siga sintiendo acompañada en las diferencias, pero esas diferencias nunca nos han llevado a rivalidades exacerbadas, siempre hemos podido construir.
O sea que la grieta que se observa en la sociedad, ustedes la tienen piloteada…
Esta famosa grieta, y todos tenemos claro a que nos referimos, en la Universidad existe. Hay posturas en ambos lugares, la grieta es el principio y en ambos lados hay mucha gente. Y tal vez sea muy pareja la cantidad de gente que hay en ambos lados, pero a los fines de la institución y del bien institucional la grieta no existe porque sabemos que hay un bien superior. La grieta es por fuera, no es adentro de la Universidad.
¿Encontró una administración ordenada?
Sí. Tanto de la gestión anterior y ni hablar de la de Carlos (Domínguez). Yo por Carlos tenía una admiración y aprecio enormes. Yo aprendí mucho de él, un tipo de perfil bajo, muy humilde y vos lo veías hacer. Trato de tomar mucho de Domínguez, por ejemplo, el tema de la austeridad, del cuidado de los recursos que es una impronta que quedó en la Universidad y hay que cuidarla.
A veces se le iba la mano porque era muy tacaño (se ríe) pero dejó un legado muy lindo. Y después vino Martín (Gill) que le dio otra impronta, un impulso distinto a la Universidad y Cecilia (Conci) que continuó, fue una Universidad muy ordenada, nunca gastamos más de lo que pudimos y eso en una familia, en una empresa, en todo orden es muy positivo.
Si usted tuviera que definirse en su rol de conductor ¿cómo se definiría?
(Pausa) Creo que soy un conductor que sabe escuchar. Y saber escuchar no es sólo estar callado sino tomar lo que el otro le dice. Y en la suma de las escuchas individuales uno puede conocer el pensamiento colectivo. Eso te permite poder tomar decisiones adecuadas porque estás nutrido de la información necesaria.
La última… ¿qué sueños tiene hoy?
No tengo sueños, he cumplido con muchos de los sueños que tuve. Tengo una familia hermosa, trabajo fantástico en una tarea que me encanta, la verdad que no tengo aspiraciones de largo plazo. Mi sueño es poder cumplir con la tarea que me encomendó la comunidad universitaria que termina en 2019 y hacerlo de la mejor manera posible para que cuando se juzgue lo que se hizo en este período, se juzgue de buena manera. Que asocie este período con una gestión honesta, que ha tenido logros, que no paró de crecer como lo venía haciendo, una gestión transparente, por ahora estoy abocado a esto y no me permite pensar más allá.
Opiniones
Mauricio Macri
Me parece que es un hombre que ha tenido la habilidad de medir la temperatura y escuchar lo que la gente necesitaba escuchar y lo ha sabido decir. Creo que él y su equipo han leído muy bien políticamente una realidad, han interpretado muy bien un libreto y eso lo ha conducido a ser presidente de la Nación que es la mayor distinción que puede tener un político. En la gestión, a mi criterio, ha cometido algunos errores y ha producido aciertos como cualquier gobernante. Pero son cinco meses y no es tiempo todavía para hacer una valoración, yo no voté por él, pero fue elegido por los argentinos y merece el tiempo para poder gestionar y que lo juzguemos el año que viene (en las urnas) o dentro de tres años.
Juan Schiaretti
Me parece una persona amplia. Nunca he tenido relación con él pero lo veo como una persona de diálogo, de mucha apertura. Me gusta, me representa.
Martín Gill
Todo lo que pueda decir es subjetivado. Tengo una amistad, tengo mucha admiración por el político, por el profesional y por la persona. Porque integra todos los aspectos de una manera increíble, como padre de familia, la humanidad, la sensibilidad, es admirable y le deseo lo mejor. Los villamarienses tenemos un cuadro dirigencial pocas veces visto y ojalá que lo cuidemos porque tiene proyección. Si la suerte lo acompaña puede ser presidente de la Nación.
“Creo que soy un conductor que sabe escuchar. Y saber escuchar no es sólo estar callado sino tomar lo que el otro le dice. Y en la suma de las escuchas individuales uno puede conocer el pensamiento colectivo.”
Me divierte
La competencia (sonríe). Me divierte competir, celebro cuando gano y me la banco cuando pierdo.
Me entristece
La desigualdad, ver gente a la que le falta lo básico.
Me sorprende
La agresividad de la gente en este momento, me sorprende mucho.
Me enoja
La soberbia, me enoja sobremanera.
Me gusta
La música, el deporte, los viajes, leer de todo. Compartir con la familia, con amigos.