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La victoria más Bella

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La victoria más Bella
Tal cual lo refleja la imagen, el cotejo en Alto Alegre tuvo más lucha que juego. Playosa, con un gol en la parte final del partido, se llevó la victoria a casa

Con el gol de su juvenil atacante, en la parte final del clásico jugado en Alto Alegre, Playosa le ganó 1 a 0 de visitante a Unión Social y se acomoda en la Zona A. El local, con la caída, no logró retomar a la sector de clasificación en la Zona B

Tal cual lo refleja la imagen, el cotejo en Alto Alegre tuvo más lucha que juego. Playosa, con un gol en la parte final del partido, se llevó la victoria a casa

Escribe Juan Pablo Morre

Con el gol del juvenil atacante Nahuel Bella, sobre los 34 del segundo tiempo, Playosa logró un valioso triunfo por la mínima frente a Unión Social, en lo que fueron los primeros 90 minutos de los doble jornada de interzonales que animarán entre ambos en cuestión de siete días.

Ese tanto de Bella, con tremenda diagonal dentro del área que desestructuró a la línea defensiva del rival y en lo que fue casi la chance más concreta que generó el Albo en todo el partido, dictaminó que haya un ganador en el equilibrado como reñido clásico zonal que se disputó en Alto Alegre.

De igual modo, premió el trabajo más estructurado que tuvo el Albo en todo el juego, pero también castigó la ineficacia que mostró el local en el complemento, después que la visita lo anulará (ofensivamente) en el primer tiempo.

Es que, la etapa inicial, prácticamente no tuvo juego y ni hablar de lo que resultó su último cuarto, donde literalmente se le “pegó para arriba”, con mínima audacia y rebeldía en la faz individual para dejar de lado ese faceta. De igual modo, en los primeros instantes, el Albo impuso su estrategia: presión alta para que el rival saltee líneas, tapándole los receptores en la zona media y, de haber un pelotazo, fuera a través de los laterales, Brusa o Molina, lo que se repitió constantemente.

Entonces, con Natanel Casale aislado y con sus atacantes perdiendo las divididas con los certeros defensores del Albo, al juego transitó de acuerdo a lo que pretendía la visita que, con la pelota, insistió por derecha con las triangulaciones entre Servetti, Semenzín y Leonel Cossavella, aunque careció de profundidad.

Igualmente, generó la primera chance y por el otro sector de su ataque, cuando Gabetta pivoteó y asistió a Bella, quien dentro del área pateó al primer palo y hubo uno respuesta del arquero Gastón Pons. El portero, precisamente, se equivocó en un saque de arco, le dejó la pelota a Servetti, quien astuto tiró por encima del uno rival, y la pelota se fue besando el palo derecho.

Es decir, en un clásico intenso pero pocas ideas, la visita insinuaba mayor peligrosidad simplemente porque el anfitrión mostró fragilidades defensivas. Sin embargo, arribando a la media hora, el trámite se opacó considerablemente, la fricción, imprecisión y la mínima como nula claridad con el esférico en los pies se notó muchísimo.

Entonces, para el complemento, se previó que el trámite iba a mostrar algo más, principalmente del local, que lejos estuvo de vulnerar a Fabricio Garetto en el primer tiempo. Y así fue. Los dirigidos por Laucha Brusa –dentro de un cotejo que continuó en la paridad – tuvo su mejor lapso del partido en esos 25 minutos iniciales de la etapa final, principalmente con un cambio actitudinal para ser más incisivo en campo rival, y también porque Casale hizo gala de su pegada en las ejecuciones en la pelota parada. Y, además, fue un aliciente el ingreso de Rodrigo Panzón Márquez, quien generó, por su habilidad, varias faltas cerca del área del Albo. Ante esto, se sumaron chances en el arco del experimentado arquero del Albo.

Al minuto, Beltramo se quedó corto en un centro cuando Richard Brusa se relamía en el corazón del área; a los 6’, Salvatori cabeceó de sobrepique y la pelota se fue cerca y, a los 10’, Garetto atajó estupendamente con su pierna derecha un cabezazo de Iván Moyano, quien tres minutos después, tiró apenas elevado tras una acción de segunda jugada. Para más, a los 25’, una acción individual de Márquez finalizó con un pase atrás que captó Casale, cuyo tiro se fue apenas desviado.

Es decir, sin ser un vendaval de juego, el CUS mostró su capacidad de generar oportunidades ante un Albo que, pasado el sofocón y con variantes que hicieron efecto rápidamente, se adueño del resto del segundo tiempo, mostrando también una mejor aptitud física.

Entonces, en primer momento avisó con un tiro de 30 metros de Marcos Velasco, a los 32 minutos, que impactó -tras desvió de Pons- en el palo derecho del arco rival; y dos minutos después, Bella hizo una diagonal feroz dentro del área y, con una definición direccionado con su pie menos hábil, batió a Pons y sentenció el clásico: 1 a 0.

Es que, después de ello, Servetti manejó los tiempos del partido con su capacidad de retener la pelota y darle respiro a su línea defensiva; de todos modos, la última fue del local que tampoco logró sacarle rédito porque el ingresado Nicolás Rubiano impactó mal la pelota tras centro de Brusa, escurriéndose la posibilidad del empate.

Finalmente, Playosa celebró porque facturó a tiempo en un trámite muy cerrado para subir escalones en su grupo y dejó sin nada a Unión Social, que sufrió su segundo revés consecutivo y cedió terreno en su objetivo de clasificación.

 

La figura

Roberto Aimar. Solvente labor en la última línea del Albo, con una regularidad constante, impecable en el juego aéreo y en los cierres; también se destacó su compañero de saga, Marcos Velasco, y pinceladas de Kiko Servetti. En el CUS, Bracamonte fue lo más persistente, Brusa se la rebuscó para generar peligro y solo algunos minutos de Márquez.

 

El árbitro 

José Núñez. Regular labor. Resignó autoridad en el comienzo con desaciertos en algunos fallos, principalmente en cuestiones técnicas y después buscó hilvanar su tarea con el uso de las amarillas. Le perdonó la expulsión a Juan Carlos Aimar. Sus asistentes, Tuninetti y Díaz, lo acompañaron correctamente.