Maximiliano Zucarelli y Kevin Salas pasaron 416 días en la cárcel por una serie de elementos de prueba que los comprometían. Sin embargo, el juez Martínez los terminó absolviendo porque había dudas respecto a la participación de ambos en el hecho ocurrido el 24 de septiembre de 2016
Cuando la secretaria Gabriela Sanz mencionó la palabra “absolución”, Maximiliano Daniel Zucarelli (26) y Kevin René Salas (23) se tomaron la cabeza y lanzaron un profundo suspiro, al que le siguieron los aplausos de sus familiares presentes en la sala.
Y mientras la funcionaria judicial seguía con la lectura de la parte resolutiva de la sentencia, dos enormes sonrisas se dibujaron en los rostros de estos jóvenes que pasaron 416 días en la cárcel, acusados de cometer un asalto a mano armada en el Súper La Negrita, de Villa Nueva.
De todos modos, el fallo fue claro en su descripción: el camarista Félix Martínez los absolvió “por el beneficio de la duda”, ya que eran varios los elementos de prueba que los involucraban seriamente con el hecho perpetrado la noche del 24 de septiembre de 2016.
Sin embargo, aquellos indicios -suficientes como para que la Justicia los sentara en el banquillo de los acusados- fueron insuficientes a la hora de imponer una sanción porque, en esta instancia, se necesita certeza probatoria.
Un viejo axioma jurídico afirma que “es preferible absolver a una persona que es culpable de un delito antes que condenar a un inocente”. Del mismo modo, los avezados hombres de Derecho explican que “el verdadero crimen impune es aquel en el que se condena a un inocente”.
Lo cierto es que las pruebas que involucraban a Zucarelli y a Salas con el asalto al minimercado villanovense no fueron lo suficientemente contundentes como para que el juez Martínez los condenara, tal como lo solicitó el fiscal Francisco Márquez al pronunciar sus conclusiones.
Si bien el titular del Ministerio Público elaboró un alegato muy sólido, basado en las pruebas indiciarias que comprometían a los jóvenes (las prendas que vestían, idénticas a las que usaron los ladrones, y la moto en que se conducían, de la misma marca y color que la empleada por aquellos), no menos sólida y convincente resultó la exposición del abogado Daniel Volpe, defensor de Salas.
Y fue justamente el letrado oriundo de Las Varillas, pero domiciliado en esta ciudad desde hace varios años, quien en apenas 13 minutos terminó de sembrar serias dudas en el juez Martínez, mucho más firmes que las que esbozó el abogado David Bazán, defensor de Zucarelli, en su confuso y enmarañado alegato.
Aunque los dos chicos contrataron defensores diferentes, la acusación era la misma para ambos y, por esa razón, los argumentos esgrimidos por Volpe beneficiaron tanto a Kevin como a Maximiliano.
A los emocionados abrazos de los acusados y los aplausos de sus familiares, le siguieron las lágrimas de Zucarelli, quien terminó de aflojar las tensiones que padeció durante los 13 meses y medio que pasó tras las rejas, sobre todo entre enero y julio de este año.
En efecto, hace poco más de nueve meses Maximiliano no pudo disfrutar el nacimiento de su segunda hija, una nena que tiene con Jésica Salas, hermana de Kevin, mientras que el 19 de julio sufrió la muerte de su primera hija, la pequeña Luna Viera (5), abusada y asesinada en Tío Pujio.
Sobre este último hecho, cabe señalar que en 2011 Zucarelli mantuvo una relación de pareja con Gabriela Viera, de cuya unión nació la criatura que fue hallada muerta en la vecina localidad, hecho por el que está detenido Mariano Angel Gutiérrez Cingolani (30).
Ultimo testigo
La tercera y última audiencia de este juicio comenzó a las 15 con la declaración de Brian Nahuel Rocha, cuyo comparendo había sido requerido el viernes pasado por la Defensa de Salas.
El testigo fue citado a partir de los dichos de Jésica Salas, quien al comparecer en la sala del quinto piso dijo que el joven en cuestión había escuchado a Federico Ezequiel Viera (hermano de la mamá de Luna y excuñado de Zucarelli) decir que había sido él quien “reventó” La Negrita, en alusión al robo cometido en el minimercado ubicado en la esquina de Marcos Juárez y Ascasubi.
En su breve declaración, Rocha reiteró que, mientras se encontraba con un grupo de amigos en una plaza de Villa Nueva, llegó Viera y les “confesó” ser el autor del hecho, para luego asegurar que Maximiliano y Kevin no tenían “nada que ver” con ese asalto.
Cabe señalar que Viera se encuentra actualmente privado de la libertad, pero por otra causa penal.
Ultimas palabras
Ni bien concluyeron los alegatos, el juez Martínez les concedió a ambos jóvenes la “última palabra”, oportunidad en que tanto Salas como Zucarelli reiteraron por enésima vez que eran inocentes.
“No tengo nada que ver con este hecho; tengo la conciencia tranquila, porque nunca robé nada”, expresó Kevin. Y a su turno, Maximiliano afirmó: “Soy plenamente inocente… no tengo nada que ver”. En el medio, recordó que la había pasado “muy mal” por la muerte de su primera hija y no haber presenciado el nacimiento de la segunda.