La mayoría de las grasas trans de nuestra nutrición provienen de alimentos procesados preparados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó ayer un programa para eliminar de la cadena alimentaria las grasas trans producidas industrialmente, muy extendidas y responsables de más de 500 mil muertes al año.
Las grasas trans son un tipo de grasa que se forma cuando el aceite líquido se transforma en una grasa sólida a través de un proceso de hidrogenación que sirve para incrementar el tiempo de vida útil de los alimentos.
Algunos alimentos, como la carnes de vaca, de cerdo y de cordero, y los productos lácteos que se derivan (leche, queso, manteca) contienen de manera natural cantidades pequeñas de estas grasas hidrogenadas.
Sin embargo, la mayoría de las grasas trans de nuestra nutrición provienen de alimentos procesados preparados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados como la pastelería, las patatas fritas, los snacks, las margarinas y otros muchos.
La OMS pretende que los estados se comprometan a eliminar estas grasas trans producidas industrialmente y que son responsables de muchas de las enfermedades cardiovasculares, que son a su vez la primera causa de muerte en el mundo.
La iniciativa se ha denominado «Replace» y presenta seis acciones estratégicas para poder pasar de una cadena alimentaria con gran cantidad de grasas trans a una en que no existan.
Los seis pasos son los siguientes: revisar la situación nacional, promover el remplazo por otras fuentes de grasas más sanas, legislar para prohibir las grasas trans, evaluar el contenido en la cadena alimentaria y los cambios de hábitos en la población, crear conciencia entre la población y los industriales sobre sus efectos perniciosos e implementar la nueva legislación.
La OMS insiste en que varios países ricos han logrado eliminar totalmente o parcialmente -poniendo límites a la cantidad permitida- las grasas trans de su cadena alimentaria, siguiendo el ejemplo de Dinamarca, que fue la primera nación en hacerlo.
El objetivo de la agencia humanitaria de la ONU es que estos cambios se implementen también en los países de bajos y medianos ingresos y donde los controles son normalmente más débiles.
Fuente: Agencia EFE, Madrid