El Aurinegro venció 3-0 a Alem, con goles de González, Delfino y Contreras, y terminó la primera rueda como puntero
Escribe: Pablo Luna Broggi
Una hermosa tarde en el barrio Mariano Moreno invitaba a ver un gran partido entre dos de los mejores equipos del campeonato: Unión, haciendo de local una vez más en la cancha de Central Argentino, y Alem, que visitaba al Aurinegro para dirimir en 90 minutos el liderazgo solitario de la Zona Centro.
Ambos venían de triunfos inobjetables y compartían la punta, pero el empate no era una opción: tanto los de calle Rucci como los Tricolores iban en busca de un triunfo que los comience a despegar en la cima del torneo. La chance era inmejorable, porque a pocas cuadras Alumni y Española, inmediatos perseguidores, se enfrentaban entre sí.
La primera aproximación con peligro de gol llegó por medio de Gauna, pero su remate de zurda fue débil y desviado. Respondió inmediatamente Contreras, eludiendo a varios rivales, pero Brusa no estuvo lúcido para definir y desperdició una gran chance para el local.
El partido se jugaba con los nervios propios de una final. Mucha disputa del balón en mitad de cancha evidenciaba la intención de ambos de hacerse dueños de este sector: entendían que la clave pasaba por ahí y que quien ganara el mediocampo tendría más chances de ganar el partido. Y algo de eso sucedió.
Alem proponía más en el principio del partido, primero a través de un tiro olímpico de Pablo Fernández que pegó en el travesaño y luego por medio de Martín Artico con un remate que se fue cerca del palo.
Sin embargo, un error en el fondo de Alem cuando el elenco tricolor estaba en zona ofensiva, posibilitó que Joaquín González enfrentara a Formosa desde mitad de cancha, lo cual posibilitó que el hábil delantero local eludiera sin problemas al guardameta del León y decretara la apertura del marcador.
El gol de Unión extrañamente fue un tempranero golpe de nocáut para Alem. Un equipo que nos tiene acostumbrados históricamente a pelear hasta el final, tiró la toalla rápidamente. Muestra de ello fue la reacción (increíblemente avisada minutos antes) de un perturbado Nicolás Pedernera, que retornaba a las canchas luego de una dura sanción y se hizo echar infantilmente antes del pitido final del tiempo inicial.
Con 45 minutos a favor, y un jugador de más en cancha, los dirigidos por Zucotti entendieron el partido, los momentos y construyeron un complemento impecable. El técnico aurinegro sacó a Christian García, de excelente labor, para darle más vuelo ofensivo al equipo y puso en cancha al Patito Delfino para que también ayudara con su experiencia a cuidar el resultado. El movimiento ajedrecístico del DT dio sus frutos rápidamente: solo 5 minutos en cancha le bastaron a Delfino para estirar diferencias en el marcador, culminando de gran manera un contraataque iniciado en los pies de Lehmann y construido íntegramente por González.
Unión le proponía una trampa mortal a Alem, y el Tricolor caía una y otra vez: el local dejaba que los de Suárez ganen metros en ofensiva y merodeen el área aurinegra, pero la impenetrable defensa liderada por Reynoso no permitió que el visitante generara demasiado peligro e iniciaba contras mortales comandadas por la habilidad de Guilhen y la velocidad de González.
Fue así que se rubricó la goleada, con una jugada veloz y precisa que culminó con picardía del interminable Teté Contreras ante la salida en falso de Formosa.
Unión ganó porque siempre estuvo convencido de que podía lograrlo, goleó porque lo mereció y su rival lo permitió, y gustó porque al compromiso de las primeras fechas le sumó juego de alto vuelo futbolístico por momentos. El Aurinegro es líder y en calle Rucci hay fiesta.
El árbitro
Marcelo Zehnder Bien. Controló un partido complicado con autoridad. No incidió en el resultado.
La figura
Joaquín González Autor del primer gol y generador del tanto de Delfino, el ex-Alumni fue la figura de la cancha demostrando una vez más su gran nivel en este campeonato.