En el centro vecinal del barrio Almirante Brown, los inolvidables integrantes del 94 dijeron presente, como algunos del 73 y los que ascendieron en 2010
El Club River Plate de Villa María tuvo el viernes la noche del reencuentro de sus viejas glorias, con discursos emotivos y la intención de recuperar los buenos tiempos de la institución.
En una cena que se realizó en el centro vecinal del barrio Almirante Brown, es decir, muy cerca del Pozo, se reunieron jugadores de todos los tiempos, entre los que se destacaron los que fueron campeones.
Precisamente, la intención de los organizadores fue juntar no solo a jugadores emblemáticos del club, sino también rendirles homenaje a los campeones de la primera de la Liga Villamariense del 73 y el 94, como así también a los que lograron el ascenso en 2010.
Al menos 200 personas asistieron al evento, lo que dejó contentos a quienes buscaban volver a inyectar esa pasión por el club.
Desde Jorge Daniel y Tatalo Giovanardi hasta el Flaco Favole, Leo Negrini, César Medrano, los hermanos Lauricella, Daniel Bachanini y los más jóvenes, como los mellizos López, entre tantos, dijeron presente en la velada que tuvo de todo.
Como no podía ser de otra manera, también estuvo y dio un discurso Mario Requena, el hombre que encabezó como técnico la gran conquista del 94 y quien tuvo como ayudante de campo a Marcelo Nieva, otro que anoche acudió a la cita riverplatense.
Aquel título del 94 todavía es recordado en el fútbol local. Se jugaba el Torneo 10º Aniversario de EL DIARIO y la final ponía frente a frente a Requena padre (Mario) con Requena hijo (Pablo), quien dirigía a Rivadavia de Arroyo Cabral.
Precisamente, el equipo de Pablo se erigía como candidato a ganar el certamen, por la calidad de sus nombres, aunque Mario armó un dispositivo que sus jugadores llevaron a la perfección, ganando 2-0 en la ida y empatando sin goles en la revancha para quedarse con el título.
Camisetas especiales
Más allá de la cena y los discursos, en la velada también se proyectó un video con imágenes de distintos jugadores de la entidad y se sortearon once camisetas del Millonario.
Las casacas fueron hechas especialmente para la ocasión, con la inscripción alusiva a las glorias y de uno de los sponsors que permitió llevar adelante la propuesta.
En ese contexto, la idea inicial de los organizadores prosperó. “Queríamos que todos entiendan que la única manera de sacar adelante al club es que estemos todos juntos y podamos hacer algo importante en el futuro”, remarcaron.