El espacio les permitirá volver a trabajar al ciento por ciento con las campañas solidarias luego de haber estado sin un lugar fijo desde noviembre
En noviembre del año pasado, Las Iguanas Solidarias tuvieron que dejar el gabín sobre avenida Savio que utilizaban como sede para devolvérselo a sus propietarios (la Asociación Villamariense de Ciclismo) y desde ese momento comenzaron a desandar diferentes caminos intentando conseguir un lugar en el cual hacer base para receptar donaciones, atender pedidos y lanzar campañas solidiarias.
Luego de reuniones con políticos, de consultas, de buscar y recorrer inmobiliarias, finalmente el colectivo solidario anunció que han conseguido nueva sede: Santa Fe 484.
Carla, una de sus integrantes, contó: “A esta casa la conseguimos a través de un integrante del grupo que conocía al dueño” y rápidamente “nos la jugamos porque necesitábamos ya tener un lugar”.
Es que desde que se quedaron sin sede se vieron limitados en las posibilidades de ofrecer ayuda e intervenir ante situaciones de extrema necesidad de familias o particulares, como estaban acostumbrados.
Pero, además de este anuncio, Carla dio a conocer una nueva iniciativa que pondrán en marcha y que tiene que ver con la posibilidad de sumar socios que aporten una cuota que les permita pagar el alquiler del inmueble.
“Nosotros tenemos todos los papeles y todo en regla para generar socios de Las Iguanas Solidarias, de hecho, la Comisión Directiva -integrada por 11 personas- siempre fue socia y pagábamos una cuota, pero sólo con nuestro aporte no alcanza”.
El bono será opcional de 50 ó 100 pesos mensuales y desde la próxima semana estarán receptando interesados en la flamante sede, cuando dejen lista la habitación que funcionará como oficina.
Además, envió un mensaje a las empresas que quieran colaborar: “Ahora estamos aptos para facturarles a los que quieran donar y que puedan liquidarlo en Ganancias”, por lo que “ahora nosotros le podemos dar un beneficio a la empresa que quiera colaborar”.
“Cada uno de los integrantes aportará socios, que serán conocidos o gente cercana, y luego esperamos que otra gente se interese en colaborar”, remarcó.
Carla dio a entender que “podríamos haber seguido esperando que se nos dé algo o que nos presten un lugar para sede”, pero “los tiempos nuestros no son los tiempos de los otros”.
“Las Iguanas, de una forma u otra, nos las arreglamos solas”, enfatizó, haciendo referencia a la independencia con que se manejan.
Luego de meses de verse limitadas en su trabajo social y solidario, las Iguanas Solidarias están listas para volver a ponerse en marcha al ciento por ciento.