Al menos dos casos se registraron en los últimos días en Villa María. En uno, las víctimas no cayeron en la trampa. En el otro, le llevaron 60 mil pesos con el cuento de que tenía que cambiar los billetes de 100
“Estoy en el banco, no puedo hablar mucho. Lo que te digo es que juntes todos los billetes de 100 ya, porque mañana no van a servir más. Te mando mi contadora para que te los busque y te los cambio por los nuevos”.
Esto escuchó a través del teléfono un villamariense de aproximadamente 80 años que, confiado, creyó que era su hija la que le advertía sobre los billetes.
Del otro lado de la línea, los estafadores manejaban la situación, confundiéndolo y apurándolo. Finalmente, el hombre reunió los billetes de 100 que tenía en su casa -acababa de hacer una operación de compraventa-, los puso en una bolsa y salió a la vereda a esperar a la supuesta contadora.
A los minutos, una mujer de mediana edad y bien vestida llegó caminando, tomó la bolsa con 60 mil pesos y se fue de la misma manera. Esto ocurrió el viernes alrededor de las 19.
Ya a la noche, el hombre llama a su hija para preguntarle si había podido cambiar los billetes y, obviamente, ella no sabía nada del asunto. Allí cayeron en la cuenta de que habían sido estafados con el ardid conocido como “cuento del tío”.
“Mi papá fue a hacer la denuncia y allí en la Policía le dijeron que son casos muy frecuentes”, expresó la hija del hombre estafado, que por seguridad pidió no dar a conocer el nombre.
“Igual, se los cuento porque espero que no le pase a otra persona, porque más allá de lo económico nos sentimos muy mal, muy inseguros por nuestros padres”, planteó la mujer.
El día anterior, según publicaron otros medios, el padre de un comerciante recibió una llamada del mismo tenor. El hombre advirtió algo extraño y cortó el teléfono. Eso lo salvó de perder sus pertenencias, pero igual fue a hacer la denuncia.
“Me gustaría saber de dónde sacan los datos, porque siempre a los que les hacen el cuento del tío son personas mayores”, agregó la mujer.
¡Ojo! Si recibe una llamada en la que en nombre de un familiar le pidan dinero, lo ideal es cortar, llamar al familiar para cerciorarse de que no es él quien se comunica y avisar a la Policía.