Salames, bondiolas, costillas y otros cortes, además de dinero en efectivo, fue lo que sustrajeron. Esta es la cuarta vez que le roban al mismo comerciante en el último año y medio
Todo el contenido de dos freezers y de una hedadera fue lo que se llevaron los ladrones ayer a la madrugada de Chacinados Don Luis, comercio ubicado en Libertad 626, de Villa Nueva, propiedad de Pablo Crescimbeni.
“Entraron por la parte de atrás, forzaron una puerta y se llevaron toda la mercadería que tenía. Hoy no pude abrir el negocio porque no tenía qué vender”, dijo Crescimbeni a EL DIARIO, al tiempo que valuó lo sustraído en “alrededor de 25 mil pesos”.
Además de la mercadería, que el comerciante detalló como “salames, bondiolas, costillas y carré, alrededor de 40 kilos”, mayormente, hay que agregarle unos 500 pesos de cambio que tenía en la caja y que usa para dar los vueltos.
Crescimbeni estimó que el robo se produjo entre las 3 y las 5 de la madrugada de ayer y que los delincuentes ingresaron primero al patio de la escuela República de Bolivia, que colinda con su casa, que está ubicada en la parte posterior del terreno donde se ubica el local comercial, a unos 20 metros de éste. El comerciante pudo después, con la luz del día, advertir huellas de un vehículo en el que, calculó, se llevaron la mercadería robada, en la tierra del patio de la escuela.
“Fueron directamente adonde está la central de la alarma y cortaron los cables. Después, hicieron lo suyo en el local”, explicó el damnificado.
El comerciante se quejó amargamente: “Esta es la cuarta vez que me roban en el último año y medio. Estoy evaluando la posibilidad de cerrar, porque así no hay quién aguante”.
Por otra parte, Crescimbeni indicó que hay una ola de robos en las inmediaciones durante los últimos días: una verdulería, una zapatillería y otros negocios fueron ya víctimas de los ladrones.
“Estamos pensando en reunirnos varios comerciantes con el intendente, para ver si se le encuentra una solución a este grave problema”, explicó finalmente el damnificado.
En la región
Mientras tanto, el último miércoles, 95 vecinos de Tío Pujio debatieron en torno a una seguidilla de hechos delictivos que se registraron en las últimas semanas en esa localidad.
La situación no escapa al conocimento de la intendenta, Nancy Schiavi, quien días antes había reunido en la sede de la Cooperativa de Servicios Públicos a parte de la plana mayor de la Departamental San Martín de la Policía de Córdoba. El cónclave “fue útil” según las partes, pero no consiguió apaciguar el ánimo de los vecinos.
Por otra parte, el intendente de Etruria, Héctor Baravalle, refirió durante la semana que concluye al canal universitario, que una de las preocupaciones en esa, la tercera ciudad del Departamento, es la inseguridad, que se da “con modalidades que antes no se observaban”. Asimismo, Arroyo Cabral también padeció últimamente acciones delictivas. Una de ellas, la más sonada, fue sufrida por el propio intendente, Pablo Alcalino.