El gremio de municipales que lidera Jesús Chirino hizo un planteo de urgente recomposición salarial. Dio a conocer que los sueldos del sector no cubren mínimamente una canasta de alimentos
Desde la Unión de Trabajadores del Estado Municipal (UTEM), aseguraron que la mitad de las categorías de trabajadores de la comuna tiene fijado un salario mensual de alrededor de 9.000 pesos. Una cifra similar perciben muchos facturantes (ellos tienen que pagar sus aportes a través del monotributo) y contratados.
Dado ese nivel salarial, “desde la UTEM planteamos la necesidad urgente de una mejora salarial para los municipales de Villa María”, dijo Jesús Chirino, secretario general de ese gremio.
Y agrega: “Según el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, durante este año la inflación ya superó el 18%, porcentaje de aumento nominal otorgado por el Poder Ejecutivo local. La misma institución ha fijado la canasta para una familia tipo en 24.518 pesos, algo inalcanzable para los sueldos municipales de los compañeros”, resaltó.
Pase a planta
En otro orden, Chirino reiteró su preocupación por las condiciones para el pase a planta de los trabajadores precarizados que fueron acordadas entre las autoridades del municipio y el gremio que tiene potestad para la negociación salarial (SUOEM).
“Viendo el acta acuerdo que firmó el intendente Martín Gill con la otra entidad gremial notamos que 9 de los 24 pases a planta que se dieron este año se hicieron a partir de las órdenes de méritos surgidas de los exámenes de 2014. Pero luego, quieren que los otros compañeros vuelvan a rendir porque dicen que esas órdenes de mérito no son útiles. Parece un chiste de mal gusto, si no fuera que de por medio está el respeto a los derechos de aquellos que ya demostraron su idoneidad mediante exámenes”, dijo Chirino.
“Algunos han rendido cuatro veces ya. Basta de manoseo a los empleados. Incluso quieren dejar afuera a los facturantes, con el criterio de que existe una carrera de la precarización laboral», agregó.
A criterio de UTEM, “todo esto es abusivo e intolerable. Hace pocos días Villa María fue reconocida como ciudad del aprendizaje, pero no todo lo que se aprende es bueno porque parece ser que algunos aprendieron a precarizar relaciones laborales.
Tenemos compañeros que llevan veinte años precarizados. Son los mismos que todos los días suman para que marche el municipio. ¿Acaso no creen que son merecedores de un empleo digno? Estamos hablando un municipio con superávit económico, es decir que el problema no es el dinero”, reflexionó.
Y concluyó diciendo: “Esta administración que organiza el Villa María Vive y Siente, debería detenerse un momento y pensar qué viven y sienten los municipales precarizados”.
