Se sabe que la construcción en seco es muy amplia: desde el más destacado proyecto arquitectónico hasta la más humilde construcción con el más bajo costo. En ese margen, la creatividad hace la diferencia. La casa prefabricada, también.
La estandarización de piezas, producción en fábrica, transporte y armado resulta ser la opción más eficiente en cuestiones de tiempo, material y costos. Hoy, una vivienda prefabricada, lejos de la mala prensa ganada en años, es posible con los mejores materiales sin alcanzar costos excesivamente elevados.
La casa Elian es un proyecto de la empresa Noem, un ejemplo de casa prefabricada con un interior agradable y sencillo, que emplea la madera como elemento principal de revestimiento, por sus propiedades aislantes, creando un interior de tonos cálidos y ambiente tranquilo.
Sin mucho espacio, la casa se distribuye para optimizar al máximo la superficie, que si bien es en una sola planta, es suficiente como para diferenciar zonas de cocina y baño con habitación y living comedor.
En Argentina, con territorios donde los climas alcanzan las cuatro temporadas, es posible lograr una aislación más que interesante y sin caer en gastos elevados. Con madera, aislantes, placas y otros elementos, las paredes pueden conservar muy buena temperatura interior en verano como en invierno.
Usualmente, el habitante promedio prefiere lograr poder comprar su primera vivienda sin pasar por un proceso de construcción. Otros, quienes afortunadamente cuentan con mayor presupuesto, construyen. Pero muchos otros, tienen la posibilidad de poder construir en seco, con menores recursos, menos tiempo y, sí, mucha paciencia y creatividad.
Lo cierto es que, como se ve, no es imposible.