Hay luminarias públicas rotas en varias calles, pero los vecinos se quejan, además, de que las que funcionan no siempre se prenden. Apuntan a que el barrio se vuelve más inseguro por la falta de iluminación y no tienen respuesta ante los reclamos
Uno de los aspectos fundamentales para paliar la inseguridad en algunos barrios es la iluminación.
Por eso, en el Almirante Brown están preocupados. Es que, desde hace por lo menos 15 días, hay calles que están a oscuras por luminarias rotas, por un lado y, por el otro, “porque se olvidan de prenderlas”.
En primer lugar, está el problema de aquellas que han dejado de funcionar. “Son por lo menos 10 farolas en distintas calles, como la Chile, la José Ingenieros o la Lisandro de la Torre”, contó Patricia, vecina del lugar.
“Son muchas y en varios lugares fueron dejando de funcionar de a poco, entonces recorrí el barrio para contarlas y empezar a hacer reclamos, porque es una situación que preocupa y que lleva dos semanas”, relató.
A su vez, hay otro inconveniente, pero con el alumbrado público que está sano. “Arrancamos una noche en la que tuvimos que llamar al Corralón para que vinieran a prenderlas, y a las dos horas vinieron, pero al otro día quedaron encendidas toda la mañana”, recordó y siguió: “Al otro día hubo que volver a llamar para que las prendan, yo no sé qué problema están teniendo, si se olvidan o qué pasa, pero hay noches en que las encienden y otras en que no, o como los otros días que estaba prendida una parte del barrio nomás. Si a esto le sumamos las que están rotas, el barrio es un peligro”.
Ante este panorama, los vecinos iniciaron los reclamos, pero no encontraron respuestas. “Llamé a Atención al Vecino e hice el reclamo, otros habitantes hicieron lo mismo, pero no pasa nada, te pasan de un número a otro, de una oficina a otra, y todos te toman los reclamos pero nadie te da una solución”, comentó.
“Te dicen que ya van a mandar a alguien, te dan el número de reclamo, pero no pasa nada, y la inseguridad en el lugar es un gran problema”, advirtió la frentista.
“En la esquina de José Ingenieros y Ramiro Suárez desapareció la farola completa, con base y todo, supuestamente se la llevaron a arreglar y nunca más la volvieron a traer”, repasó Patricia.
La vecina recordó el origen de esas farolas que “no fueron puestas por la Municipalidad, sino que las pagamos los vecinos”. “El barrio tuvo un proyecto en su momento para usar los fondos de la coparticipación que le tocó a nuestro centro vecinal para comprar las farolas, como el barrio ya se estaba poniendo complicado, lo decidimos entre los vecinos para poner más iluminación”, rememoró.
Pero, “la coparticipación daba para iluminar tres o cuatro cuadras, entonces todos los vecinos nos pusimos de acuerdo y pagamos la diferencia para iluminar todo el barrio”, sostuvo, y agregó: “Funcionaron un tiempo bien, y después siempre tenés alguna rota”.
A su vez, se quejó porque “las columnas que estaban antes en la mitad de cuadra y que remplazamos por las farolas, iban a ser derivadas al parque Pereira y Dominguez por decisión de los vecinos, ya que también es bastante peligroso y oscuro, pero fueron a pasar a los barrios nuevos en donde solamente hay terrenos, en vez de iluminar los lugares donde tenés realmente casas”.
“Ya no sabemos más a quien reclamar”, reiteró Patricia, quien volvió a hacer hincapié en que cuando cae la noche, los vecinos se sienten inseguros por la oscuridad a la que está sometida ese sector de la ciudad.