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“Llevarle alegría a la gente es lo más hermoso que hay”

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“Llevarle alegría a la gente es lo más hermoso que hay”
El entrevistado contó que desde joven deseaba ser cartero para ser igual que su padre

Desde hace 32 años Manuel Acuña abraza la profesión de la que destacó que “enseña mucho a tratar con las personas”

“Antes la gente esperaba mucho más que ahora al cartero”, señaló Manuel
“Antes la gente esperaba mucho más que ahora al cartero”, señaló Manuel

Ayer se celebró en todo el país el Día del Cartero, en recuerdo del primer profesional de Buenos Aires, don Bruno Ramírez, quien fuera designado en su puesto el 14 de septiembre de 1771.

En Villa María, Manuel Acuña, de 58 años, hace 32 que se dedica a dicha profesión. Actualmente, desempeña funciones en el Correo Argentino y entrevistado por EL DIARIO relató que «me dediqué a esta profesión gracias a mi padre y la verdad es que ser cartero es un trabajo que me gustó siempre realizar».

«Desde joven deseaba dedicarme a esto para ser igual a mi papá, quien ejerció la profesión toda su vida y se jubiló siendo cartero», señaló.

Seguidamente, aseguró que «lo que más me gusta de ser cartero es el buen trato que recibo por parte de la gente».

«Las personas esperan con alegría que los carteros puedan entregarles una carta de algún ser querido, por más que a veces les llevemos una boleta para pagar», manifestó entre risas.

A continuación, haciendo un balance de la actualidad de su labor, Acuña analizó que «en los últimos años nuestra profesión ha cambiado bastante, porque de a poco va desapareciendo el sistema de cartas escritas en papel».

«Actualmente lo que más llevamos son boletas. Antes la gente esperaba mucho más que ahora al cartero, ya que hoy las cartas fueron remplazadas por lo electrónico», sostuvo.

Seguidamente, sobre los factores que a su criterio son más importantes para desempeñarse correctamente como cartero, contó que «uno arranca su trabajo cada día a la mañana tratando de hacer todo lo mejor que pueda».

«Siempre trato de estar con las luces lo más encendidas posibles para tener todo acomodado y no entregar las cartas en un domicilio equivocado. Lo que más nos complica a la hora de salir a repartir es el viento. La lluvia, el frío o el calor no nos afecta tanto como el viento, que nos genera un gran cansancio», indicó.

Por otra parte, Manuel relató que «hace 19 años llegué a Villa María. Yo nací en Ballesteros y comencé siendo cartero allí. Luego estuve siempre trabajando de esto en la ciudad y creo que voy a jubilarme haciendo lo mismo».

«Villa María está en un crecimiento constante y eso nos complica un poco a la hora de realizar los repartos. Donde antes no había nada, ahora hay muchas viviendas y así se va extendiendo constantemente el reparto», dijo.

A la vez remarcó que «a los jóvenes que quizás están buscando trabajo y tengan alguna inquietud sobre esta profesión les, diría que se animen a intentarlo porque es algo muy lindo para las personas que les gusta estar en la calle y tratar con la gente».

«Llevarle alegría a la gente es lo más hermoso que hay. Esta profesión te enseña mucho a tratar con las personas», destacó y culminó contando que «anécdotas tengo muchas en los 32 años que trabajo de cartero, son tantas que en este momento me cuesta recordarlas».