Se desarrolló ayer en la inauguración de una muestra e instalación sobre la manifestación circense de antaño en la Medioteca
Ayer por la mañana se inauguró la muestra e instalación en homenaje al Circo Criollo en el hall de la Medioteca Mariano Moreno.
La exposición, que permanecerá en el lugar durante un mes, ha sido armada por el equipo de trabajo del Museo Bonfiglioli, en función de los objetos originales -preservados durante décadas-, que han sido enviados desde Buenos Aires por la compañía de los Hermanos Videla. Precisamente, Oscar y Jorge Videla, tercera generación de una familia tradicional dedicada a la llamada “primera manifestación artística nacida desde y para las masas populares de Argentina”, fueron protagonistas principales de la jornada de apertura.
“Es la primera vez en la vida que nos hacen un homenaje de esta magnitud. Nos sentimos más que honrados”, comentó ante el público presente Oscar Videla, de 65 años. A la par, se encontraba su hermano Jorge, de 72, y Dante Echegaray, un veterano empleado municipal residente en nuestra ciudad que también forma parte de una antigua familia circense y por tal motivo fue invitado especial a la propuesta.
Con clavas y sombreros colgando, chalupas (zapatos de circo) exhibidas, vestuarios y libros varios desparramados detrás, el dúo protagónico comenzó a desandar diversas historias sobre el devenir circense, entre anécdotas, chistes y reseñas de vida debajo de una carpa, que fueron transmitidas con lujo de detalles por sus padres y abuelos.
De “contracultura”
Previamente a los hermanos, habló el secretario de Gobierno del municipio, Rafael Sachetto, (en lugar del intendente, quien se encontraba de viaje a Río Cuarto), Susana Temperley, trapecista, alumna de la Escuela de Circo de los Videla y docente del Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA), quien ofició de nexo entre nuestra comuna y la familia circense, y el actor y director teatral Juan Montes, quien brindó una vasta revisión histórica sobre la importancia del Circo Criollo como un puntal de “contracultura”.
Ubicando la emergencia de dicha expresión artística en su contexto social y político, Montes identificó al circo pionero de los Hermanos Podestá (proveniente de Uruguay a fines del Siglo XIX) como la manifestación popular que venía a irrumpir “una cultura conservadora, elitista y extranjerizante” de la época, tomando costumbres y tradiciones de los gauchos, indios e inmigrantes, creando el “clown político”, incluyendo el “cocoliche” (el habla de los inmigrantes italianos) y representando folletines novelescos que añadían personajes como los bandidos rurales.
En definitiva, enfatizó sobre la injerencia política de esta propuesta, aunque sus artífices la pusieran en práctica de modo inconsciente.
La historia viviente
A su turno, los Hermanos Videla aclararon que dentro del circo no se hablaba ni se hacía política. Asimismo, plantearon que no abordaban su historia como algo “culturoso”, sino más bien desde un punto de vista más simple.
En lo que sí coincidieron con Montes es que el Circo Criollo venía a competir contra el teatro lírico de las clases altas y que, en cierto tiempo, era una expresión perseguida por tratarse de una manifestación del pueblo.
Tanto Jorge como Oscar reivindicaron la versión adaptada de la célebre pieza “Juan Moreira” a cargo de Alberto Vaccarezza, sobre una versión pantomímica de José Podestá, con la cual se recorrió buena parte del país en las primeras décadas del siglo pasado.
Como dato peculiar, lograron derribar un mito: “No es cierto que vivíamos en el circo, porque eran muy precarios, así que alquilábamos pensiones o cuartos. Lo que sí, viajábamos en carretas porque no quedaba otra”. Del mismo modo, despotricaron contra varios autores que escribieron sobre el circo “sin salir de Buenos Aires”. Sí recomendaron ver “La cabalgata del circo” (1945, disponible en YouTube), donde actúan Hugo del Carril y Evita, como fiel retrato del detrás de escena de aquellas compañías. “Había peleas por quién tenía mejores papeles, engaños entre parejas, de todo. Como ahora con la Xipolitakis”, bromeó Oscar Videla.
Ayer por la tarde, cerca de las 19, se proyectó el documental sobre el Circo Criollo hecho por los realizadores locales Leandro Navall y Carolina Hernández en la Medioteca.