Lo expresó a EL DIARIO la titular de Educación, quien sostuvo que con este proyecto “pone en marcha aquello que siempre se señala pero pocas veces se practica, que es que el niño siempre tiende a decir la verdad”
“No vamos a generar una mayor y mejor ética social si no partimos por enseñarles a los niños, no solamente con la palabra sino con el ejemplo, lo que es la ética y el comportamiento. Para que el niño no mienta el adulto no debe mentir, para que no se apropie de lo ajeno el adulto no lo debe hacer”.
Esto dijo ayer a EL DIARIO la secretaria de Educación de la Municipalidad, Margarita Schweizer, una vez que bajó del escenario del auditorio del Centro Comunitario Leonardo Favio al presentarse una nueva edición del programa “Ahora los chicos”.
Con esa iniciativa, arranca el proceso que comprende la elección del intendente o la intendenta de los niños, el funcionamiento del Parlamento Infantil y todo lo que esto conlleva.
La funcionaria sostuvo que se trata de “un programa señero entre los múltiples que se pueden ofrecer en el marco de la educación” y que es importante en primer lugar por la antropología de la propuesta.
“Es una maravillosa oportunidad pocas veces vista y pocas veces practicada porque pone en marcha aquello que siempre se señala pero pocas veces se practica, que es que el niño siempre tiende a decir la verdad”, resaltó. “Cuando se hacen esas afirmaciones uno se pregunta por qué, y la respuesta es que el niño tiende a decir la verdad que ve, desde la autenticidad de su mirada; el niño transita una etapa de su vida donde todavía no hay componendas, acuerdos, compromisos, no hay el te doy y me das y recibo, no hay intercambios interesados, el niño es niño, ve la realidad como la ve y la señala como la ve”, explicó.
Admitió que estos señalamientos “a algunos adultos nos duele y otras veces nos pone contentos”.
Por eso valoró esta “posibilidad de brindarle al niño la palabra y que diga lo que el niño ve y que la palabra genere acciones positivas para resolver las diferencias o las cosas impropias que la sociedad muestra”.
Schweizer advirtió que “tenemos la obligación de apoyarlos” y dijo que “lo que el chico marca debiera ser entendido por el adulto como el recto proceder”.
“Me parece que esta oportunidad abre muchas puertas. Las primeras que debiera abrir son la de la relación con los adultos que están en contacto directo con ellos, también abrir puertas desde las prácticas institucionales y desde toda la sociedad para dejar pasar esta oleada de oxígeno que es esta nueva vida de los chicos”, comentó.
Reiteró que esta iniciativa provoca “un compromiso muy fuerte por parte de los adultos” y apuntó que los pequeños “son una caja de sorpresas, su entusiasmo abre caminos oxigenados a la sociedad, el tema es que la sociedad le pueda brindar un ejemplo que los pueda ayudarlos a crecer en el camino que inician”.
“Creo que el adulto debe escuchar al niño y el niño debe escuchar la palabra sabia del adulto, dije palabra sabia, cuando uso eso hablo del saber, no librezco, no institucionalmente aprendido, (sino) el aprendizaje que la vida da, la sabiduría del vivir”, indicó.
“A mí me parece que mucho puede hacer el adulto por el niño y mucho más el niño por el adulto cuando escarbe en lo que el adulto sabe y puede. Me parece un juego de construcción social democrático, participativo, que puede empujar a una sociedad a veces dolida, a veces frustrada, hacia adelante”, finalizó.
LAS CLAVES
1
MILLON DE PESOS
ESA ES LA INVERSIÓN QUE PREVÉ EL PROGRAMA PARA ESTE AÑO.
5
CONSEJOS
EN LOS CUALES SE REÚNEN LOS CHICOS. AGRUPAN A DISTINTOS COLEGIOS PARA QUE PUEDAN PROYECTAR SUS ACCIONES.
TRES
GRADOS
EN EL PROGRAMA
INTERVIENEN TODOS LOS ESTUDIANTES DE CUARTO, QUINTO Y SEXTO GRADO DE VILLA MARÍA
POR CURSO ELIGEN A SUS REPRESENTANTES PARA INTEGRAR LOS CINCO
CONSEJOS.
GUIDO Y SANTIAGO LAS AUTORIDADES ACTUALMENTE EL INTENDENTE DE LOS NIÑOS ES GUIDO MANA Y EL VICE SANTIAGO SONZINI.
Obra de Garrone donada al Museo Municipal
Cristina Goupillaut y Beatriz Godoy de Tisera donaron al Museo Municipal de Bellas Artes una obra que fue realizada por el reconocido artista Leopoldo Garrone en el año 1949. El cuadro estaba en poder de los donantes por herencia familiar.
Garrone dejó un importante patrimonio artístico a su paso por Villa María, como monumentos realizados por el artista como son “A la madre”, “A la madre del inmigrante”; “A los españoles”; y “Manuel Anselmo Ocampo”.
Con esta donación, el museo local suma ahora cinco obras del artista. Se trata de un retrato realizado en carbonilla de 53 por 81 centímetros.