A veces las madres no están bien informadas de lo que ocurre después del nacimiento y se alarman por situaciones que son completamente normales después del parto. A continuación te explicamos qué vas a experimentar mientras te recuperas del parto y del embarazo
Escribe: Patricia Rodríguez de Vodanovic, lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia. MP 5215 – Centro Integral de Preparación para el Parto
Hemorragia vaginal
Es normal que durante las primeras horas posteriores al parto haya una hemorragia vaginal importante, acompañada de coágulos. Es un sangrado mucho más abundante que el de la menstruación y que al levantarte seguramente correrá por tus piernas. Esta hemorragia se llama loquios y es provocada por la separación de la placenta de la pared uterina. Esta separación deja una zona sangrante que inicialmente se va cerrando como consecuencia de las contracciones uterinas del posparto inmediato y luego por la liberación de oxitocina que se produce por el proceso de amamantamiento. Las pérdidas son rojas durante los primeros tres o cuatro días y luego van tornándose más amarronadas. Persisten en total por un período de aproximadamente 40 días y durante este período deberás utilizar solamente apósitos externos, nunca tampones vaginales.
Cansancio extremo
Seguramente, durante los primeros días también te sentirás físicamente agotada, el trabajo de parto es muy intenso y después del parto el bebé recién nacido te ocupará muchas horas del día, lo que hará muy difícil que tus horas de sueño sean de más de tres o cuatro seguidas.
Hematomas en el rostro
El esfuerzo de pujar por un rato largo en el parto puede dejar algunas marcas transitorias en tu rostro, como pequeños hematomas en las conjuntivas o en la zona de las mejillas. No te alarmes, ya que desaparecerán en 24 horas.
Dolores
Luego del parto seguramente te sentirás muy dolorida y serán varias las zonas afectadas. A continuación explicaremos cada una de ellas:
-La incisión de la episiotomía o cesárea.
La zona de la episiotomía o de la incisión de la cesárea también es dolorosa en las primeras horas. Te aconsejamos aceptar todos los analgésicos que te ofrezcan. El hielo local es un analgésico muy potente. Usalo todo el tiempo que sea necesario.
-Los músculos del canal del parto.
En los partos vaginales, la distensión de los músculos del canal del parto suelen dejar pequeñas laceraciones que pueden llegar a ser molestas. Los analgésicos también ayudan a que estas molestias se alivien.
-Contracciones del posparto.
Seguramente habrás oído hablar de las «contracciones del posparto» o de los «entuertos». Son contracciones muy potentes que hacen que el útero se retraiga, evitando de esta forma hemorragias importantes. Son dolorosas en las mujeres que han tenido más de un parto, debido a que el útero es más fibroso y más sensible al dolor. Molestan solamente durante los primeros dos o tres días y generalmente son concomitantes con el amamantamiento. La succión del bebé ocasiona la liberación de una hormona llamada oxitocina que provoca las contracciones. Este mecanismo también ayuda a que el útero vuelva a tener el tamaño normal previo a la gestación. También una bolsa de hielo en la zona suprapúbica alivia estas molestias.
-Zona perineal.
Los dolores en la zona perineal son frecuentes, incluso en las mujeres que no hayan tenido episiotomía. Un bebé con un peso promedio de 3,4 kilos no pasa «desapercibido» por el canal de parto. Aunque no haya episiotomía, el estiramiento muscular y de la mucosa vaginal sensibiliza la zona y por algunos días se siente un cierto malestar en esa región.
Episiotomía
Cuando hubo episiotomía, como consecuencia de la misma hay dolor. Es una herida que está en proceso de curación y en una zona molesta, de roce constante. Piensa que al caminar se roza con la pierna opuesta, y no se puede estar sin caminar por muchas horas seguidas.
El proceso de cicatrización es de aproximadamente 10 días.
Cambia los apósitos por lo menos cada cuatro horas. Remueve los apósitos de adelante hacia atrás, para evitar el contacto de gérmenes anales con la vagina. Higienízate con jabones neutros tres o cuatro veces al día. Seca la zona con apósitos o con secador de pelo (no muy caliente). El hielo local es muy beneficioso cuando hay dolor en la zona.
Para sentarte, puedes utilizar unos almohadones especiales que tienen una zona central hueca como para no apoyar la zona de la episiotomía. Recuerda realizar los ejercicios de Kegel, para mejorar la musculatura del periné y la circulación local. Esto favorecerá el proceso de cicatrización.
Dificultad para orinar
En las primeras horas del parto a veces es dificultoso orinar. Pueden sentirse ganas incontenibles y que no puedas hacerlo o ardor en las primeras micciones. Existen varias razones para que esto suceda que explicaremos a continuación.
-La vejiga vuelve a su tamaño habitual.
La capacidad de la vejiga vuelve a lo normal después del parto, porque ya no está la cabecita del bebé que impide su expansión normal.
-La vejiga está traumatizada.
La vejiga puede estar traumatizada por el parto a causa de la presión ejercida por la cabecita del bebé y puede quedar paralizada por algunas horas. Puede estar llena de orina y tal vez no sientas la necesidad de orinar.
-La vejiga esta sensibilizada por la anestesia.
También la anestesia puede disminuir la sensibilidad de la vejiga.
-El dolor perineal impide la evacuación de la vejiga.
El dolor perineal puede provocar un espasmo en la uretra que no permite la evacuación de la vejiga.
Es esencial que se vacíe la vejiga en las primeras seis u ocho horas después del parto. De no poder hacerlo, quizás aparezcan complicaciones. La vejiga repleta de orina a veces dificulta la salida normal de la sangre loquial, que se va reteniendo dentro del útero y puede ser causa de hemorragias importantes. Además puede ser causa de infecciones urinarias.
Si no sientes la sensación espontáneamente puedes intentar caminar un poco, siempre y cuando estés en condiciones de hacerlo y si tu médico te autoriza. También puedes pedirle a la enfermera que te higienice con agua tibia. Esto provoca un reflejo de micción que te ayudará mucho.
Estas molestias urinarias desaparecen espontáneamente en 24 horas. Recuerda también que es muy importante en los primeros días del posparto ingerir cantidades abundantes de líquidos. Te ayudarán para la formación de la leche y además para formar mayor cantidad de orina, importante para prevenir infecciones del tracto urinario.
Dificultad en la evacuación intestinal
En algún momento del posparto hay que evacuar los intestinos. Muchas mujeres tienen pánico de que pueda provocar dolor o que salten los puntos de la episiotomía. No te preocupes, no va a suceder, ya que son dos órganos distintos: la vagina y el recto.
Existen factores que dificultan la evacuación intestinal. Los músculos abdominales distendidos por el embarazo no tienen la fuerza propulsora habitual, además seguramente se ha vaciado el recto previo o durante el parto y por consiguiente no podrás evacuar.
Puedes tomarte unos días si quieres. Mientras tanto, trata de ingerir bebidas y comidas que estimulen el movimiento intestinal. Elige cereales, frutas, verduras y compotas de frutas. Realiza caminatas en cuanto te sea posible, esto provocará una normalización de tus intestinos.
Si hay hemorroides, puedes aliviarlas con cremas o supositorios especiales. Las compresas con sustancias antiinflamatorias como el hamammelis pueden también calmarlas. La normalización de los intestinos será el mejor tratamiento de las hemorroides.
Fuente: Baby Sitio