Cristian el «Loco» Amato tuvo su noche soñada. Un marco ideal de público puso el «moño» a su última actuación en el Anfiteatro, previo a la despedida de los escenarios que ofrecerá en marzo en Córdoba
Somos barrio, somos pueblo, somos cuarteto», rubricó el locutor de La Fiesta a modo de insobornable declaración de principios sobre los sentimientos genuinos depositados por un amplio grupo etario y social sobre un género musical que muchas veces ha sido vilipendiado y marginado por élites de la cultura refinada.
En tanto, en las tribunas y plateas ya no cabía ni un alfiler. Tanto los del «gallinero» como los plateístas, parados directamente sobre sus butacas, ya se despojaban de sus remeras debido al intenso calor reinante.
A las 23.30, llegaría uno de los momentos más esperados de la noche: Cristian el «Loco» Amato arribaría al escenario en una de las últimas estaciones de su prolongado viaje musical de despedida, confirmada para el 18 y 19 de marzo en el Complejo Forja de Córdoba.
El grupo de Amato hizo verdadero honor a su nombre hilvanando un repertorio bien festivo, contagioso y conocido por su público seguidor. El excantante de Trulalá arremetió desde el inicio con el recordado «Cobarde», minutos después «Paloma mensajera» para dejar espacio a los vocalistas actuales del conjunto, como Jorge Corvalán (aquel participante del programa «La Voz» y coreuta de “La Sole”), quien regaló una lograda versión de «Regresa a mí», y el dominicano Román Cruz, quien le aportara cierta sensualidad caribeña a sus movimientos.
El derrotero de canciones prosiguió con «Vuela», «Al desierto», «Ay qué pena» y «Vuélveme a querer». Un pasaje emotivo fue la convocatoria al escenario, por el propio cantante principal, del niño Lauti de San Francisco, quien padece síndrome de Down. El pequeño bailó buena parte del show junto a su ídolo.
Otro instante a destacar fue la entrega de un reconocimiento especial, por parte del intendente Martín Gill, al «Loco» a raíz de su trayectoria artística y su indudable aporte a la música popular de Córdoba.
Mientras, desde las tribunas bajaba una sola voz y un sólo pedido para el ídolo: «No se va, el ‘Loco’ no se va, el ‘Loco’ no se va…».
Como postal, que seguramente quedará como recuerdo de la presente edición del Festival, resultó la interpretación, un tanto «a capella» y otra musicalizada de «Te quiero» por los tres vocalistas juntos.
Ya en plan de cierre del show, poco antes de la 1 de la madrugada, los «fiesteros» alumbraron hits de todos los tiempos como «Cuando era chico» y «La infiel», para coronar una hora y media de recital con «El zumba».
«Nos vemos en la próxima si Dios así lo quiera. Estoy a sus órdenes», deslizó Amato a pesar de haber anunciado su mentada despedida. ¿Habrá que confiar en sus palabras y, tal vez, haya una nueva ocasión para verlo en vivo?
Todavía restaban por subir el Toro Quevedo y el gran cierre con Damián Córdoba, quien plasmaría su frenética y excitante performance plagada de «Algarabía» después de las 2 de la mañana.