Maximiliano Ortiz recibió una pena de cuatro años de prisión efectiva, mientras que Lucas Calderón fue sancionado con dos años y ocho meses en suspenso y fue excarcelado ni bien concluyó la audiencia. Habían sido detenidos en julio de 2016
Dos jóvenes villamarienses fueron condenados ayer en la Cámara del Crimen local, pero uno de ellos recibió una pena de ejecución condicional y pudo recuperar la libertad luego de pasar un año y tres meses en la cárcel.
Maximiliano Ortiz (24) y Lucas Martín Calderón (21) llegaron a juicio acusados como presuntos coautores de “comercialización de estupefacientes”, un delito que es castigado con prisión de cuatro a 15 años.
Sin embargo, al momento de dictar sentencia, la jueza Eve Flores de Aiuto hizo lugar a un cambio de calificación legal solicitado por la Defensa de Calderón durante su alegato y terminó condenándolo a dos años y ocho meses de prisión de ejecución condicional, lo que le permitió ser excarcelado apenas concluyó la audiencia de debate.
En cambio, la presidenta del tribunal unipersonal accedió al pedido efectuado por el fiscal Francisco Márquez durante su alegato, y le impuso a Ortiz una pena de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo.
Las detenciones
Ambos jóvenes habían sido detenidos el 9 de junio de 2016, en allanamientos simultáneos realizados por la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) en los barrios Jardín Botánico y Bello Horizonte, ambos de esta ciudad.
Luego de una investigación iniciada algunas semanas antes, dos equipos tácticos de la FPA irrumpieron de manera sorpresiva en sendas viviendas ubicadas en calle pública Nº 270, Departamento 1, en las inmediaciones de la estancia La Negrita, y en Mar del Plata 26, próxima a la avenida Universidad.
De acuerdo a lo que surgió ayer en el juicio oral y público, en el domicilio de Ortiz la FPA secuestró una balanza de precisión y seis gramos de picadura de marihuana, mientras que en la vivienda ocupada por Calderón fue incautado un pequeño envoltorio que contenía 0,3 gramos de la misma droga.
Un llamado anónimo había alertado a las autoridades policiales que en la casa de barrio Jardín Botánico se vendía droga, por lo que la Fiscalía de Instrucción en la Lucha contra el Narcotráfico, a cargo de Walter Gesino, inició una tarea investigativa que incluyó seguimientos y la intervención del teléfono de Ortiz.
Con el correr de los días se obtuvieron pruebas (como filmaciones y fotografías) que comprometieron al sospechoso, mientras que a raíz de una comunicación telefónica se vinculó a Calderón con los hechos.
Fue así que, tras ser detenidos a las 3 de la madrugada de aquel jueves de junio, los dos jóvenes fueron acusados como presuntos coautores de “comercialización de estupefacientes”.
Cambio de calificación
Pero ayer, luego de que tanto Ortiz como Calderón se abstuvieran de declarar, el abogado Eduardo Rodríguez sostuvo que su cliente (el segundo) debía ser condenado por “tenencia simple de estupefacientes” en calidad de “partícipe secundario” y solicitó una pena de dos años y ocho meses de prisión en suspenso, el mínimo previsto por la Ley Federal de Estupefacientes Nº 23.737.
Cabe señalar que, momentos antes, el fiscal Márquez había pedido en su alegato condenas de cuatro años de prisión efectiva para los dos acusados.
A su turno, el defensor de Ortiz, Antonio Alarcos, planteó la inconstitucionalidad del mínimo previsto por la ley para el delito de comercialización y solicitó una pena de tres años de prisión efectiva.
El veredicto se conoció en las primeras horas de la tarde. La secretaria Gabriela Sanz dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia dictada por la jueza Flores de Aiuto, quien condenó a Ortiz a cuatro años de prisión efectiva, tal como lo había solicitado el acusador público, mientras que a Calderón le impuso la sanción requerida por su defensor (hizo lugar al cambio de calificación legal) y ordenó su libertad por el tiempo que llevaba entre rejas.
Algunas condiciones
Asimismo, la magistrada dispuso una serie de condiciones que el joven de 21 años -quien admitió ser consumidor de estupefacientes- deberá cumplir en breve: conseguir un trabajo, terminar la escuela secundaria y hacer un tratamiento por su adicción a las drogas.
Ortiz, en tanto, podrá solicitar la “libertad condicional” cuando complete dos años y ocho meses en prisión. Así, con buena conducta y una pericia psicológica favorable, estaría saliendo a mediados de febrero de 2019.