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Los crímenes que puede esclarecer un celular

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Los crímenes que puede esclarecer un celular
Carlos Acosta vino de Estados Unidos a dar charlas en Córdoba capital, Buenos Aires y Villa María, en la sede local de la Universidad Católica de Salta

Se llevó a cabo en Villa María una charla sobre esclarecimiento de delitos complejos a cargo de Carlos Acosta, especialista norteamericano. Antes de la disertación, habló con EL DIARIO

Carlos Acosta vino de Estados Unidos a dar charlas en Córdoba capital, Buenos Aires y Villa María, en la sede local de la Universidad Católica de Salta

“No hay crímenes perfectos”, dice Carlos Acosta, aunque aclara que para esclarecerlos es necesario contar con policías dedicados, tecnología y recursos.

El exfiscal de Estados Unidos y actual jefe de la Policía de Maryland, disertó días atrás en la sede Villa María de la Universidad Católica de Salta sobre delitos complejos.

“Tuve que aprender mucho antes de venir a Argentina porque acá, el nivel de los abogados es muy alto”, planteó en un perfecto español durante una entrevista concedida a EL DIARIO.

-¿Que tecnología específica cuenta Estados Unidos para el esclarecimiento de crímenes?

– Hay mucha, el problema es que es cara. Por ejemplo, cada examen de ADN que se hace a un objeto en una escena del crimen, cuesta 350 dólares. Si va un policía sin experiencia y junta toda la prueba con, digamos, 100 objetos, en el laboratorio le piden antes un cheque de 35 mil dólares. Es por eso que en promedio, se analizan siete objetos y si se demuestra que son necesarios más análisis, se realizan algunos más.

Otra herramienta tecnológica que te permite esclarecer un crimen son los celulares. Hay hechos que hace 20 años no se podrían resolver y ahora sí, gracias a los celulares.

Por ejemplo, si encuentran un cuerpo en medio de la calle y no hay testigos, tenés que empezar a ver con quién habló. Es típico que entre los que hicieron las últimas cinco llamadas, está el asesino.

No sólo cruzando las llamadas, sino que además, por el GPS, sabés el recorrido que hizo la persona con su celular y en qué momento estuvo junto a la víctima.

No tenemos un porcentaje de hechos esclarecidos gracias al celular, pero sí, muchos casos en los que el jurado ha declarado culpable a alguien por la prueba científica que proporcionaron los mensajes, las llamadas y la ubicación de los teléfonos.

También están las cámaras que hay en todas las ciudades, que ayudan a encontrar pistas.

Cuando va un policía a un hecho, lo primero que hace es determinar dónde están las cámaras en ese sector. En Estados Unidos hay un billón de cámaras, si se cuentan las de los teléfonos.

Eso sí, no pasa como en las películas, porque todo tiene un costo y tiene demoras. Por ejemplo, la información de las empresas de celulares puede tardar entre dos semanas o dos meses. Pero lo importante es que se llegan a esclarecer crímenes que fueron cometidos ya sea por personas aisladas, por organizaciones criminales o pandillas.

-¿Qué es más difícil: investigar a organizaciones criminales o al crimen desorganizado?

-Ambos tienen sus particularidades. Las organizaciones criminales son más previsibles, se especializan, por decirlo de alguna manera en un tipo de delito. Por ejemplo, se dedican a robar autos. Entonces, si uno sigue la ruta del dinero, que es lo que persiguen con esos robos, llega a encontrarlos.

Lo que yo llamo el crimen desorganizado, es decir, las pandillas, son más imprevisibles, aunque facilitan los esclarecimientos porque dejan huellas por todos lados.

Eso sí, en el primer caso, el del crimen organizado, se nos presenta ahora un desafío, que es el dinero virtual, teórico, lo que se llama bitcoin. El bitcoin no es una moneda hecha por ningún país, pero tiene el valor del dinero al que se accede por códigos y se hace muy difícil seguirle el rastro.

-¿Pese a todo, sigue siendo inseguro Estados Unidos?

-Nosotros podemos esclarecer crímenes, pero no evitamos que pasen. Siempre los asesinatos son el delito que más preocupa y las estadísticas sobre ese tipo de delito es lo que da un perfil de la inseguridad de una ciudad. Por ejemplo, ahorita en Chicago se vive como una guerra. Muchas personas armadas y un alto porcentaje de crímenes.

En los departamentos más modernos de Estado se está hablando de prevención, especialmente en lo que hace a la violencia doméstica.

Tenemos un centro para víctimas y el 90% son mujeres y sus hijos. Es un sector que hay que trabajar mucho para prevenir, porque el proceso que termina con el asesinato de una mujer es largo y seguramente se pueden hacer cosas para evitarlo.

 

Carlos Francisco Acosta, fue fiscal del Estado Adjunto para el condado de Prince George, Maryland, donde estuvo a cargo de las unidades de homicidio, los delitos violentos, armas, delitos graves, delitos económicos y gran jurado, y unidades de detección.

También se desempeñó como asistente del Fiscal Especial de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia, en la sección de Delincuencia Organizada y Tráfico de Estupefacientes.

Es profesor adjunto en los cursos de Legitimación, Desafíos y Obligaciones de los Fiscales en American University Washington College of Law. (Washington DC).

Actualmente es Inspector General en el Departamento de Policía de Maryland, Estados Unidos.