Entrevista – Samuel Jofré, obispo de Villa María habló sobre la Pascua y los temas que ponen a la Iglesia en el centro del debate
El jefe de la Iglesia Católica en Villa María habló con EL DIARIO sobre la importancia de la Pascua para los cristianos. Pero también, no esquivó de dar su visión en temas polémicos, como el aporte del Estado a la Iglesia y el aborto
Concluye hoy con la celebración de la Pascua la fiesta más importante para los cristianos, dado que pone el centro en la muerte de Jesús en la cruz y en la Resurrección.
EL DIARIO entrevistó al obispo de la Diócesis de Villa María, Samuel Jofré Giraudo, sobre el significado de esta fiesta para los católicos. “Esta celebración se centra en la muerte y resurrección de Jesús, pero insistimos más en la Resurrección, porque Cristo ha vencido a la muerte y eso nos hace a los cristianos católicos irremediablemente optimistas”. “Eso significa que todo tiene arreglo, sin que nos anestesie frente a los dolores y los sufrimientos de la vida, pero nos hace optimistas el saber que todo tiene una solución. Y también, nos hace pacíficos, porque la experiencia de la cruz es una experiencia fecunda; sirve para encontrarnos con Dios. Eso no quiere decir que la tengamos que provocar, pero sí aceptarla y asumirla serenamente”, planteó.
Entiende que la Pascua es una ocasión para enfocarnos en el sentido real de la vida “que es el amor de Dios y el amor al prójimo”, por lo que es una oportunidad para “no dejarse estar, para confesarse, rezar y reconciliarse con las personas con las que estamos distanciados”.
-¿Cuáles son las “cruces” más importantes que llevan las personas en la actualidad?
-No son sociológicas ni políticas, y a veces, tienen algo de económicas, pero la cruz más importante que llevamos hoy es la de nuestro propio pecado. Es la experiencia de no haber amado, de vivir en soledad; estas son vivencias que pueden estar ligadas a lo social y a lo político, pero no siempre. Incluso, muchas ocasiones el excesivo bienestar económico suele ser ocasión para un vaciamiento del sentido de la vida. Porque los bienes materiales a veces encandilan. No digo que lo material es algo para rechazar, los bienes son buenos en nuestra vida, pero tenemos que usarlos y no servirlos.
También está la cruz de la enfermedad y finalmente la muerte, que nos abre el gran cuestionamiento acerca de para qué vivimos.
Por eso, cuando no tenemos fe, se hace insufrible la vida. Sin esperanza de la vida eterna, la vida es una broma y nosotros sabemos que no lo es.
También están las cruces cotidianas, la pobreza, la falta de trabajo, la desunión, la violencia, las traiciones.
La probreza
Le consultamos a Jofré sobre la situación de pobreza en Argentina.
Al respecto, señaló que no puede dar opiniones técnicas sobre las estadísticas anunciadas recientemente ni tampoco hablar de la pobreza en el país.
Se centró en abordar la cuestión en la región. “En la Diócesis, vivimos del campo y evidentemente, a ese sector se le ha sacado de encima parte de la manea (cuerda que ata) que tenía, que eran esos impuestos burgueses, o sea, los impuestos destinados a la ciudad. Ahora, que se ha sacado parte de esa presión, no toda, hay un clima más favorable en la Diócesis”, planteó.
“Eso no quita que sea vergonzoso que, más allá de las precisiones estadísticas, un 25% de los argentinos sea pobre. No lo digo por un gobierno o por otro, sino por toda la sociedad, estamos hablando de que es una desgracia que hemos provocado el conjunto de los argentinos a lo largo de varias décadas”, planteó.
Dentro de esa pobreza, señaló como particularmente problemático el desempleo, el empleo en negro y la falta de viviendas.
“Creo que si hay un tercio de personas que tienen empleo en negro y la misma cantidad sin viviendas, tendrían que apuntar ahí. Porque el empleo pleno y la solución del déficit habitacional, traería no solo una respuesta a una problemática económica, sino también moral. Porque tanto el trabajo como la vivienda, tienen una honda incidencia en la vida y el bienestar espiritual y material de la familia, cuya descomposición es uno de los motivos mayores de malestar social del país”, concluyó.
Sobre el aporte económico del Estado
Se difundió recientemente que el Estado nacional realiza un aporte a la Iglesia Católica a través de una remuneración equivalente al salario de un empleado público de mínima categoría por cada seminarista, más una asignación equivalente a un porcentaje del salario de un juez de primera instancia a cada obispo.
Sobre el particular, Samuel Jofré señaló que “nunca fue un secreto” el aporte estatal y que “jamás fue buscado por la Iglesia”.
Ese aporte tiene su origen histórico en Europa, con las reformas protestantes tras las cuales, les confiscaron los bienes con los que la Iglesia Católica se sostenía.
“En una época más cercana, la Revolución Francesa buscó controlar la vida religiosa y robó los bienes para crear una Iglesia nacional. Fue un fracaso, pero además, originó una masacre de cristianos, tanto religiosos como laicos”, expresó.
“Napeoleón se dio cuenta del desastre y restableció el acuerdo con el Papa, pero sin devolver los bienes. A cambio, se comprometió a sostener a la Iglesia en sus necesidades materiales. Fue una obligación de los Estados modernos, con la intención de controlar a la Iglesia, hecho que no lograron por cierto”, dijo Jofré.
En Argentina, fue Rivadavia quien confiscó los bienes de la Iglesia. “Esto sucedió sobre todo en Buenos Aires, no tanto en Córdoba -donde lo más conocido fue la nacionalización de la Univeridad y del Colegio Monserrat-entonces, después de esta confiscación, los distintos modelos de organización política siempre tenían este punto, el de sostener a la Iglesia porque si no, debían devolver los bienes.
Cuando se aprobó la Constitución, todavía estaba muy fresca la confiscación de bienes por parte de Rivadavia y se incluyó el famoso artículo 2 que habla del sostenimiento, algo que se fue cumpliendo de manera muy irregular, afirmó el obispo.
“En las últimas décadas se impuso por ley una obligación para cumplir ese mandato y se concretó ese aporte a través de seminaristas y obispos. Pero aclaro algo, no son salarios, le digo dos o tres características que expresan claramente que no son sueldos. Por un lado, no somos empleados, no recibimos aguinaldo, no hacemos aportes jubilatorios sobre esa asignación. Los obispos lo usamos para el sostenimiento de la Iglesia según la organización de cada Diócesis”, concluyó.
Horarios de misa
Templo por templo
La cristiandad celebra hoy las Pascuas de Resurrección. Estos son los horarios de misa:
Villa María
– Inmaculada Concepción Catedral 8, 11 y 20
– Gruta de Pompeya 18
– Capilla «San José Obrero» 10
– Capilla «Ntra. Sra. del Valle»
– Santísima Trinidad 9, 10.30 y 20
– Nuestra Señora del Rosario 9.30
– Patronato de la Infancia 19
– Nuestra Señora de Lourdes 10.30 y 20.30
– Nuestra Señora de Luján 8, 10.30 y 20
– Capilla «Sagrado Corazón de Jesús» 10
– Capilla Santa Lucía
– Sagrada Familia 10
– Capilla «Cristo Rey» 19
– Santa Rita de Cascia 11 y 20
Villa Nueva
– Ntra. Sra. del Rosario 10 y 20
– San Ignacio de Loyola 10 y 20