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Los estudiantes secundarios ya cuentan con Federación propia

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Los estudiantes secundarios ya cuentan con Federación propia

Quieren promover la conformación de centros de estudiantes. De 17 colegios, solo tres tienen espacios de participación legítimos. Afirman que “no se logra el reconocimiento institucional” de esos espacios por parte de los directivos

El momento de la reunión en la que quedó conformada la Federación

En la ciudad hay 17 colegios secundarios que reúnen a unos 11.000 alumnos. Solo siete de esas instituciones tienen centros de estudiantes y de estos siete espacios, solo tres cuentan con estatuto, es decir, son legítimos.

A partir de agosto de este año existe la Federación de Estudiantes Secundarios de Villa María (Fesvima), que representa ahora a toda esa masa juvenil que viene pujando y pidiendo a gritos ser escuchada.

Los directivos de la ciudad muchas veces se jactan de fomentar la participación del estudiantado, pero la realidad indica que “no se logra el reconocimiento institucional” de las organizaciones que nuclean a jóvenes con espíritu participativo, democrático y emprendedor.

Así lo aseguraron Augusto Rúa, Francisco Kuibida y Lucas Delfino; presidente, secretario gremial y secretario general de Fesvima, respectivamente.

“Las direcciones nos frenan cuando queremos hacer proyectos o nos ponen muchas trabas”, manifestaron los jóvenes. El único antecedente de un espacio similar en la ciudad lo tuvo al ahora intendente Martín Gill como protagonista, siendo uno de los impulsores de una federación estudiantil en el año 1988.

“Lamentablemente no quedaron registros de todo lo hecho hasta el momento, por lo que tuvimos que empezar desde cero”, comentaron los entrevistados en su visita a EL DIARIO.

 

Más centros de estudiantes

Uno de los objetivos principales de Fesvima, según comentaron sus integrantes, es fomentar la conformación de centros de estudiantes en los establecimientos educativos que cuentan con secundaria.

“Muchas veces, la conformación de los centros de estudiantes termina dependiendo de la subjetividad de los directores y no se logra el reconocimiento institucional”, afirmó Augusto Rúa, presidente de la Federación.

Participan alumnos de las escuelas Rivadavia, Trinitarios, San Antonio, Colegio Nacional, Rosarinas y la Escuela del Trabajo (IPET Nº 49).

“En mi caso, que asisto al Rivadavia, muchas veces desde afuera la institución tiene una imagen positiva sobre la participación estudiantil, pero la realidad es que nos encontramos con muchas trabas”, destacó Francisco Kuibida, secretario gremial de Fesvima.

Consultado sobre los motivos por los cuales sucede esto, Lucas Delfino, secretario general de la organización, opinó que “muchas veces hay miedo en las direcciones, a perder el control de la institución”.

Promover que los chicos sigan los estudios universitarios y terciarios es otro de los objetivos de la Federación, aunque el más claro, quizás, sea uno: que se formen centros de estudiantes en todos los secundarios de la ciudad.

 

Política hacemos todos al caminar

Fesvima se reconoce, obviamente, como un espacio político, pero no partidario.

“En principio, dijimos de no hablar tanto de política porque hay chicos a los que no les gusta y por una cuestión que no somos una organización partidaria, sino que representamos a todos los estudiantes secundarios de Villa María”, reconoció Francisco.

Sin embargo, Augusto analizó que “no hace falta hablar desde un lado de preferencia por un partido político para saber que el contexto es de retroceso en cuanto a la educación pública y los derechos de los estudiantes”.

Una de las próximas actividades de Fesvima será participar en el Encuentro de Estudiantes de Córdoba, a realizarse el 16 de septiembre y coincidiendo con un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices.

“Estamos en un proceso de vaciamiento de los contenidos de los órganos de participación estudiantil”, manifestó el flamante presidente del espacio.

Esta actitud termina muchas veces “desalentando” a los estudiantes en su representación. “Esa clase de indiferencia que genera termina llevándose después a la política electoral”, advirtió Augusto.

Cuando los pibes y pibas se organizan, la transformación es inminente. Y por más que parte del mundo adulto intente abolir esa primavera, florecerán mil flores.

No se trata de signos partidarios, se trata de la sangre joven que no para de moverse. Ya lo dijo Raly Barrionuevo: política hacemos todos al caminar.