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Los incendios de maquinarias son evitables

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Los incendios de maquinarias son evitables
Además de que se pueden evitar, existen sistemas probados y premiados que se accionan para extinguir los focos de incendio en cosechadoras

AGRONOMÍA en cosecha

El ingeniero Bragachini, del INTA, sostiene que la forma es con mantenimiento y limpieza

Para el ingeniero Mario Bragachini, del INTA Manfredi, los incendios en máquinas agrícolas se pueden evitar con buen mantenimiento.

“El trigo es de muy fácil combustión y se cosecha y siembra en calores muy profundos, por eso no relacionar esto con un defecto, sino todo lo contrario, como un accidente, que se puede evitar con buen mantenimiento y limpieza diaria”, sentenció Bragachini. También refirió que “en cosechadoras con nuevos diseños, que la refrigeración del motor con sistema de soplado de los radiadores y el motor, y no aspirando basura. Hay nuevos equipos para autocontrolar los principios de incendio”.

Según los datos del técnico en los últimos tiempos se registraron más de 40 incendios de cosechadoras de diferentes marcas importadas en la Argentina.

Todo este tema de análisis surge luego de que hace algunos días la noticia tuvo que ver con el incendio de un tractor y una sembradora que quedaron envueltos en llamas en un campo de la zona de Gonzales Chaves, en el sudeste bonaerense. También sucedió en un campo de Silvio Pellico.

 

Incendio en cosechadoras

En incendios de cosechadoras, este tipo de siniestros es iniciado y ocasionado normalmente por chispas del motor, el recalentamiento del mismo u otras partes de la máquina, que toman contacto con la paja, ranza o borba que se acumulan en el ambiente que rodea la cosechadora, especialmente en la zona del motor.

Se debe tener muy presente que durante la cosecha de los cultivos de trigo y soja se produce la mayor cantidad de incendios de máquinas cosechadoras en nuestro país. Esto se debe en gran parte a que la trilla de estos cultivos se realiza en verano, en el caso del trigo, y en verano-otoño en soja; épocas en las cuales predominan las altas temperaturas y, en muchas ocasiones, baja humedad relativa, que son factores que pueden predisponer a la ocurrencia del incendio. La paja y la granza del trigo y la soja son materiales muy combustibles cuando se ponen en contacto con elementos que poseen alta temperatura, como ocurre con muchos órganos de la cosechadora.

Este fenómeno de incendio de cosechadoras en pleno trabajo, que involucra la destrucción total y/o parcial de las máquinas afectadas, está aumentando considerable y significativamente en la Argentina en la cosecha de trigo, soja de 1° (primera), soja de 2° (segunda) y ocasionalmente en cosecha de maíz, por varios motivos.

Estos hechos se producen de tal forma, que en la actualidad más de 100 cosechadoras por año sufren principios de incendios que son sofocados a tiempo, 30 de ellas sufren daños considerables y más de 20 unidades sufren la destrucción total.

 

Destrucción total

Estos siniestros, además de generar una gran pérdida económica por la destrucción de la máquina, muchas veces constituyen el principio de incendio del lote que se esta cosechando, principalmente cuando se está trabajando sobre cultivo de trigo, que luego debe ser sofocado por los mismos productores o bomberos de la zona, como sucedió en Silvio Pellico.

Los bomberos llegan y controlan el incendio, pero la cosechadora y gran parte del lote sufrieron consecuencias graves con las correspondientes pérdidas ambientales y económicas.

Las compañías de seguros brindan pólizas que cubren los daños que pudieran ocasionarse con el incendio, pero como la frecuencia de estos siniestros es muy alta, las primas se encarecen cada día más, constituyéndose en un costo que incrementa el precio total de la cosecha en Argentina.

 

En Córdoba: a pesar de la falta de agua, esperan buenos cultivos

La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCba) pronosticó un buen desarrollo de los cultivos estivales en la provincia de Córdoba, como el caso de la soja, maíz, sorgo y girasol, a pesar de la falta de agua.

No obstante, el informe de la BCCba advirtió que el déficit hídrico podría tener mayor impacto en el cultivo del maíz, al sostener que la falta de agua provocaría menor número de granos y, consecuentemente, menos rendimiento al momento de la cosecha.

El relevamiento de la entidad detalló que sólo en el sudeste cordobés las lluvias estuvieron por encima de los niveles de 2017, pero que todo lo contrario ocurrió en el resto de la provincia, donde la situación de los recursos hídricos se encuentra entre escasos y de sequía.

A pesar de ese cuadro de situación, generado por el estrés hídrico y térmico por las altas temperaturas, la Bolsa de Cereales de Córdoba afirmó que los cultivos continúan su desarrollo con “buen estado general”, y que los más críticos son el maíz y el girasol.