Acerca de discursos
El pasado jueves 1 de marzo fue un día en el cual se pronunciaron los discursos protocolares que dejaron inauguradas las sesiones ordinarias en todos los ámbitos legislativos del país; dichos discursos son expresados por el titular de cada Poder Ejecutivo, ya sea municipal, provincial o nacional.
Respecto del discurso expresado por el presidente Mauricio Macri podemos sintetizarlo diciendo que fue vacío de contenido, ya que solo estuvo 40 minutos hablando y mencionó cuestiones superfluas acompañadas de frases muy optimistas y esperanzadoras (fiel a su costumbre y la de su Gabinete); pero en ningún momento habló de los despidos masivos, tanto en dependencias estatales como empresas privadas, ni de los índices de indigencia y de pobreza ni del cierre de hospitales y de escuelas, tampoco se refirió sobre el robo a los jubilados que ya lo empiezan a sentir en sus ingresos ni de lo sucios que están sus ministros respecto a la evasión fiscal con millonarios depósitos en paraísos fiscales, y mucho menos hizo mención alguna a la deuda externa.
Los aplausos de parte de sus allegados y obsecuentes llegaron cuando, refiriéndose a la discusión sobre el aborto, dijo estar a favor de la vida, pero se olvida que el mismo lo felicitó a Chocobar por haber asesinado a un ladrón y que le ha retirado los medicamentos a los jubilados y pacientes con enfermedades crónicas, con lo cual se está contradiciendo ya que estas medidas inducen a la muerte no a la vida; los aplausos fueron cuando responsabilizó a los docentes por el deterioro de la calidad de la educación pública, siendo que los docentes tengan los elementos y las comodidades básicas para desempeñar sus tareas, y ni qué hablar del magro sueldo de maestros y profesores. Conclusión: Macri volvió a mentir y a distorsionar la verdad, pero cómo tendrá de distorsionada su realidad que se fue saludando a un plaza vacía.
En cuanto al discurso que dio el intendente Martín Gill podemos decir, en pocas palabras, que hizo una serie de anuncios ostentosos como la ampliación del Anfiteatro y la construcción de un nuevo salón de los deportes, cuestiones que pueden resultar como un atractivo más para la ciudad, pero que, a nuestro entender, no resuelven necesidades urgentes de un amplio sector social que lo está pasando muy mal. Además mencionó nuevos desagües pluviales, la repavimentación de algunas calles, la refacción de plazas, nuevos alumbrados led y el llamado a licitaciones para nuevos jardines de infantes, entre otras novedades; no podemos desconocer que la concreción de estas obras mejoran la calidad de vida de muchos habitantes de la ciudad, pero lo que nos inquieta es quién controla el manejo de los fondos para esas obras, que son cifras millonarias. Nuestra mayor preocupación es que estas inversiones no terminen en presupuestos inflados, solo para beneficiar a las empresas contratistas y/o a los propios bolsillos.
Por otra parte, no podemos dejar de señalar que tiene el proyecto Mi terreno, con el cual muchas familias trabajadoras locales podrán acceder a una casa propia y el municipio se posiciona como interventor sobre los precios y el financiamiento del crédito; en este punto vemos con suma preocupación que esta aspiración no termine siendo una unidad de negocio más de los desarrollistas inmobiliarios privados en consonancia con algún funcionario municipal.
Para finalizar, nos llamó mucho la atención que el intendente no se haya pronunciado sobre la precarización laboral en el mismo municipio ni del índice de desempleo de la ciudad ni de las insuficiencias estructurales que padecen centenares de familias locales. Y si va a pedir que se declare la emergencia vial es porque está reconociendo que esas políticas han fracasado rotundamente en la ciudad, con lo cual se pone de manifiesto que el tremendo y ridículo esquema de multas no sirve y solo es un fuente más para la recaudación municipal.
Leandro Quintans, Ramón Castillo y Franco Brusa
Izquierda Socialista Villa María en El Frente de Izquierda (FIT)
