
Escribe Pablo Luna Broggi
En su tercer partido en un lapso de seis días, San Lorenzo derrotó 2-1 a la “U” y consiguió su segunda victoria en la historia, esta vez en cancha de River

Un sol radiante de domingo de Pascuas invadía el “Pozo” de barrio Almirante Brown. La cancha del “Millonario” era la trinchera desde la cual San Lorenzo defendería su localía y trataría de vencer a su rival en busca de los tres puntos.
Dos sistemas antagónicos chocaban: por el lado del local, inexperiencia y desorden mezclados con rebeldía, fuerza y velocidad; por el otro, Universitario, con control de pelota, movilidad y orden táctico.
En el comienzo de partido, nadie podía asumir el protagonismo del mismo. San Lorenzo proponía una presión alta sin pelota y Universitario manejaba el balón, estudiando a su rival, pero no encontraba cómo lastimarlo.
La primera chance clara de gol la tuvo Lucas Barengo cuando se encontró mano a mano con Gabriel Brouet, pero no tuvo la pericia suficiente como para abrir el marcador, y el joven arquero “santo” mandó milagrosamente la pelota al córner. La situación fallada por el delantero visitante cambió definitivamente el trámite del partido y el rendimiento del jugador.
A partir de los 15 minutos, el local comenzó a afianzarse dentro del terreno de juego y a crecer futbolísticamente ya que su rival se lo permitía. Los dirigidos por Brouet complicaban por el sector izquierdo con una gran tarea de Carranza, que junto a Delgado y Ludueña demandaban demasiado sacrificio a un confundido Pratto y evidenciaban fallas en una línea de tres compuesta por Pierantonni, Picotti y Piovano.
Escasas chances sin demasiado peligro y la lesión de Emmanuel Pratto en el pie derecho, bajaron el telón de un primer tiempo para el olvido.
En el complemento, parecía que la “U” se llevaba por delante a su oponente. A los 15 segundos José Ledesma casi convierte desde 35 metros con un preciso remate que se fue apenas arriba del travesaño. Al minuto el visitante volvió a avisar con un remate de Tottis que contuvo Brouet, luego fue Barengo quien no llegó a conectar un centro del ingresado Reyna.
Sin embargo fue el local quien abrió el marcador cuando a los 10 minutos Moroncini habilitó a Iván Sánchez para que defina sin inconvenientes frente a Simón Mellano. San Lorenzo se puso en ventaja rápidamente y obligó a los de Bernadó a salir en busca del empate. Primero Bernardo Chocobares y luego Federico Tottis fueron quienes primero intentaron derrotar la valla de Gabriel Brouet pero no tuvieron éxito.
Universitario ya era dueño del partido y con calma iba en busca del empate teniendo como principal aliado el tiempo. Tanto insistió la “U” que un centro de Christian Fernández encontró el pie de Federico Tottis para que el balón modifique el tanteador y lo iguale en uno. El gol no conformaba a los visitantes e iban a ir en busca de la victoria, sin embargo poco duró el marcador en tablas.
Nuevamente un desborde por izquierda inquietó a Universitario, el centro que no llegaron a conectar en primera instancia encontró a Jonathan Tolaba que cuando se disponía a definir fue derribado torpemente por Sandro Reyna y el juez Hugo Benegas no tuvo más opciones que cobrar penal.
Pablo Moroncini se hizo cargo de la pena máxima y la ejecutó con total tranquilidad y sabiduría, mandando la pelota al fondo de la red por el sector inferior derecho del arco defendido por Mellano.
El gol de San Lorenzo fue un duro golpe a Universitario que no tuvo más fuerzas para reponerse. Tibias aproximaciones por medio de Fernández y Martino intentaron aportar paridad nuevamente al tanteador, pero no lo lograron. Luciano Brouet fue el encargado de defender con solvencia la ventaja conseguida y transformarla en la segunda victoria del Azulgrana en su historia.
San Lorenzo ganó y prendió alertas no sólo en Universitario, sino en los demás equipos. Ya no es “la cenicienta” del torneo y deberán enfrentarlo con seriedad porque es capaz de ganarle a cualquiera.
El árbitro
Hugo Banegas
Dirigió bien y sin fisuras. Acertó en un partido jugado limpiamente.
La figura
Gabriel Brouet
Atajó todo lo que le tiraron. Fue el principal artífice de la victoria del local. Sánchez volvió a demostrar que es la “joya” del equipo.