Para el historiador Juan Francisco Martínez Pería
“La progresiva desaparición de los próceres de los billetes argentinos es un símbolo revelador de la estrategia de despolitización que lleva adelante el Gobierno nacional”, afirmó Juan Francisco Martínez Pería, historiador porteño que visitó el sábado el local del Frente Córdoba Ciudadana, en calle 25 de Mayo al 487.
Ante un grupo de militantes villamarienses, el investigador expuso sobre el pasado y el presente de América Latina e intercambió opiniones con los asistentes.
En cuanto al papel moneda que está emitiendo la administración actual, Martínez Pería dijo que “antes era muy importante para la identidad nacional destacar a los personajes que dieron forma a la Nación, pero ahora ni siquiera quedarán las figuras más cercanas al pensamiento de Cambiemos, como Bartolomé Mitre, cuya imagen desaparecerá con el billete de dos pesos”.
“La historia de América Latina es muy conflictiva, con problemas que se arrastran desde el siglo diecinueve, tales como una escasísima soberanía de los países que la integran, una independencia no resuelta del todo, una unidad regional malograda (que sí la tuvo en época de la corona española), la falta de desarrollo económico, y una gran desigualdad (la mayor del mundo). Pero hay un problema nuevo, que es la influencia negativa de los grandes medios de comunicación, donde a esos problemas que mencioné se los hace ver como nuevos, descontextualizados”, dijo el visitante.
“En tiempos de José de San Martín y de Simón Bolívar (que querían una integración más fuerte que la que propuso el Unasur), los periódicos se ocupaban de lo que pasaba en América. En la actualidad tenemos una gran falta de conciencia sobre lo que pasa en los países hermanos, sobre todo desde la Argentina, donde muchos se creen europeos, como lo afirmó el propio presidente Mauricio Macri en Davos, diciendo que todos descendemos de europeos, lo cual es ciertamente erróneo”, continuó, para calificar a los estados latinoamericanos como “naciones con complejo de inferioridad”.
Por otra parte, Martínez Pería observó que “el conflicto en la región es permanente y nunca se ha resuelto, ya que no nos terminamos de integrar al bloque de Estados Unidos, ni fortalecemos herramientas de integración como Unasur. El modelo oligárquico, pese a todo, nunca se consolidó en América Latina”.
“Cuando el presidente actual le dijo al rey emérito Juan Carlos de Borbón que los patriotas seguramente habían tenido angustia de separarse de España, cometió un papelón, pero no estaba del todo equivocado, ya que Bernardino Rivadavia, por ejemplo, le ordenó a Manuel Belgrano que escondiera la bandera que creó, porque no estaba seguro de querer la independencia”, aportó.
En cuanto a la dirigencia política actual, la comparó con la del pasado, y subrayó que “es de un nivel paupérrimo. Juan Perón, por ejemplo, tenía una oposición muy letrada, que daba el debate de ideas. En cambio hoy, la mayoría de los actores de la política son vacíos intelectualmente”.
En este punto, resaltó el papel de los medios de comunicación, que favoreció la despolitización de la sociedad. “En los años 90 el programa de Mauro Viale era considerado un bochorno, pero hoy todos los programas son así, con panelistas que opinan de cualquier cosa. En definitiva, todos los programas son de chimentos”, destacó, y admitió que “este no es un fenómeno local, sino global, cuyas consecuencias las vemos claramente en el camino de Donald Trump al poder. Personajes sin antecedentes en los partidos políticos, globos de colores, la nada misma”.
Siguiendo con el papel de los medios masivos para mantener la dependencia cultural, el expositor puso dos ejemplos: “Cuando Cristina Fernández hizo una misión a Angola, ciertos personajes de los medios decían que no teníamos nada que ver con los países africanos. En cambio cuando hubo un huracán en Miami la televisión transmitía en vivo las 24 horas desde allí”.
El escritor y docente remarcó que “esto es consecuencia del cambio de la sociedad con el neoliberalismo, que predica la antipolítica y privilegia a los administradores, a los que supuestamente saben de gestión. En el terreno sindical, el correlato es el trabajador que ya no permanece en ningún empleo, a diferencia de antes, en que muchos se jubilaban en la misma empresa donde empezaron a trabajar. Ahora es muy difícil que un obrero tome conciencia de la necesidad de organizarse, de la lucha colectiva”.
Esto permitió, según sostuvo, “que ocurriera algo impensado hace poco tiempo: que un obrero votara a los candidatos de la élite. Eso antes era imposible. Ahora, el candidato es producto del marketing, y no es necesario que sea un hábil político, como lo era Carlos Menem, por ejemplo”.
A pesar de ello, puntualizó que “si bien está en crisis el período que se inició con Hugo Chávez, al que denominamos ciclo progresista, han quedado las bases para disputar el poder hacia un nuevo ciclo, y lo que viene es conflicto”.
En cuanto al caso argentino, afirmó que “lo que más se advierte no es la fortaleza del oficialismo (que cometió un gran fraude al no cumplir con sus promesas de campaña), sino la debilidad de la oposición, que está muy dividida”.
Acerca de la etapa kirchnerista, Martínez Pería expresó que “ha quedado demostrado que el kirchnerismo no era tan fuerte como parecía. Néstor Kirchner no logró crear un movimiento nuevo, y se tuvo que aliar con los barones del conurbano y el PJ tradicional”.