Tos persistente o con sangre, dolor constante en el pecho, dificultades para respirar, ronquera o cambios en la voz, pérdida de peso y del apetito son algunos síntomas del cáncer de pulmón, el tipo de cáncer que ocupa el primer lugar en mortalidad en la Argentina con unos 9.000 fallecimientos al año
Escribe: Lucía Toninello AGENCIA TELAM
Especialistas en Oncología destacaron que aunque el cáncer de pulmón no suele manifestarse durante sus fases iniciales, es recomendable estar atentos a esos síntomas que si bien individualmente podrían corresponder a muchas otras afecciones, en su conjunto representan un signo de alerta para acercarse al médico.
Respecto de los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad, el oncólogo Claudio Martín señaló que si bien el tabaquismo constituye el principal, existe entre un 10% y un 15% de pacientes que desarrolla cáncer de pulmón por alguna alteración molecular, cifra que incluye a no fumadores, hombres y mujeres de todas las edades.
«En ellos el tipo de cáncer que se presenta dependerá del gen que se altera y para su tratamiento hoy se cuenta con terapias ‘a medida’ para algunas de las alteraciones genéticas que se denominan ‘terapias dirigidas a blancos moleculares’ y trabajan en distintas etapas de los procesos de proliferación de las células malignas ofreciendo resultados muy alentadores», dijo a Télam el también jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming con motivo del día mundial de la enfermedad, que se conmemora cada 1 de agosto.
El especialista señaló que el cambio en el tratamiento del cáncer de pulmón fue drástico en los últimos años, ya que en la actualidad se cuenta con herramientas que permiten a los pacientes tener una mejor calidad de vida y que la sobrevida se haya prolongado en forma significativa.
«Hace 10 años no importaba el subtipo de tumor porque todos se trataban de la misma forma, pero en la actualidad cada tipo de tumor de pulmón se aborda de manera diferente, en varios casos con medicaciones más específicas y mejores resultados», apuntó.
La elección del tratamiento variará según el tipo y el estadio de la enfermedad: «Si está localizada sólo en el pulmón, la cirugía es la elección. Si además compromete los ganglios que están en el mediastino (cavidad ubicada entre los pulmones) la opción será la radioterapia, mientras que cuando nos enfrentamos a un cuadro con metástasis es necesario estudiar si el tumor tiene algún cambio genético o molecular», detalló.
«Si no lo tiene, la indicación será la quimioterapia estándar, pero si presenta una mutación o ‘rearreglo’ es muy posible que podamos ofrecerle una terapia dirigida», completó.
En ese sentido, el experto precisó que si bien hay muchas mutaciones en cáncer de pulmón «hay particularmente dos -la mutación EGFR y el rearreglo de ALK- para las que existen medicamentos aprobados y de primera elección».
«Es necesario evaluar la presencia de esas mutaciones en todos aquellos pacientes con el subtipo más frecuente de cáncer de pulmón (adenocarcinoma) y en aquellos tumores que ya se diseminaron a otros órganos», agregó Martín, quien también es oncólogo del Hospital María Ferrer.
Con respecto a la alteración ALK, explicó que algunos subtipos de un cáncer de pulmón denominado ‘cáncer pulmonar de células no pequeñas’, que se estima representa entre el 85% y el 90% de los casos, presentan cambios moleculares y son los que muchas veces se manifiestan en personas exfumadoras o que nunca fumaron.
Uno de esos subtipos se origina porque diferentes porciones de dos genes (el EML4 y el ALK) se ven alterados, creando la proteína de fusión ALK que promueve el desarrollo y crecimiento del tumor.
«Hoy es posible mediante estudios de marcadores tumorales reconocer la alteración molecular ALK+, un tipo específico que afecta a cerca de 72.000 personas en el mundo, para orientar el tratamiento con terapias dirigidas especialmente a inhibir la alteración causante de ese crecimiento tumoral», apuntó.
Y completó: «Las nuevas terapias nos permiten disminuir el tamaño y extensión de la enfermedad, prolongar la sobrevida del paciente libre de progresión, ofrecerle una mejor calidad de vida y disminuir los síntomas».