Trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, que viajaron a la ciudad de Buenos Aires para participar en una protesta contra el ajuste junto a sus pares de los otros establecimientos del complejo (Azul, Río Tercero, Fray Luis Beltrán y Jáchal), descubrieron en inmediaciones del Congreso de la Nación al legislador provincial Darío Capitani, a quien lanzaron duros epítetos “por haber prometido con la vicepresidenta Gabriela Michetti que no habría despidos” y “por no haber defendido los puestos de trabajo”.

Las escenas estuvieron cargadas de tensión, propia de la desesperación de quienes se han quedado sin la fuente de sustento para sus familias.

Lo que fue un canto que tronó en el Concejo Deliberante hace apenas unas horas, (“Adonde vayan los iremos a buscar…”), ayer pareció convertirse en realidad.

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