Los niños son más vulnerables a muchas enfermedades infecciosas al tocar con las manos o meterse en la boca muchos objetos cuando su sistema inmune no está completamente desarrollado.
Algunos pueden sobrevivir hasta 24 horas con un 60% de humedad relativa y hasta 10 horas con un 40%. Así se desprende de una reciente investigación de la Universidad Estatal de Georgia (Estados Unidos).
Han descubierto que algunos virus como el de la gripe podrían sobrevivir en los juguetes de los niños el tiempo suficiente como para provocar nuevos contagios, según los datos publicados en The Pediatric Infectious Disease Journal. El objetivo de su estudio fue probar el tiempo que un virus con envoltura, una especie de capa protectora externa, podía sobrevivir en juguetes de plástico y vieron que algunos podían permanecer hasta 24 horas con un 60% de humedad relativa y hasta 10 horas con un 40%.
Entre estos virus se incluyen el de la gripe o algunos coronavirus como los causantes del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, en inglés) o el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS, también en inglés). «La gente realmente no piensa que los virus aguanten en objetos», ha reconocido Richard Bearden, profesor de Biología que ha elaborado este trabajo, quien alerta que los niños son más vulnerables a muchas enfermedades infecciosas «al tocar con las manos o meterse en la boca muchos objetos cuando su sistema inmune no está completamente desarrollado».
Estudios previos habían sugerido un mayor riesgo de contagio con determinados virus por compartir juguetes en guarderías o consultas médicas, donde algunos juguetes se han relacionado con fuertes brotes de enfermedades víricas.
Sin embargo, hasta ahora se desconocía cómo estos virus con envoltura podían sobrevivir en materiales inertes hasta el punto de volver a provocar un contagio. En este trabajo se analizó el tiempo de vida de estos virus cuando estaban en la superficie de un objeto a diferentes grados de temperatura y de humedad. Para el estudio, los investigadores utilizaron un bacteriófago con envoltura, un tipo de virus que ataca exclusivamente a las bacterias, envuelto, que se colocó en diferentes juguetes con ambientes de humedad controlada a 22 grados, con un 40% o 60% de humedad relativa. Tras 24 horas, sólo un 1% de los virus se mantuvo infeccioso en el juguete con un 60% de humedad relativa, lo que conlleva un riesgo un 99% menor de provocar nuevos contagios. El riesgo es menor con una humedad del 40%.
Asimismo, el virus se mantuvo menos estable con un 40% de humedad relativa, que es más común en ambientes interiores. En las dos primeras horas, sólo un 0,01% del virus se mantuvo, mostrando una reducción del riesgo de infección del 99,9%, mientras que a las 10 horas apenas se mantuvo vivo el 0,0001% de los virus. No obstante, han añadido los autores, por pequeño que sea el riesgo siempre existe la posibilidad de que cause un contagio, según Bearden. «Creo que el objetivo principal debe ser que los padres, las guarderías, los centros sanitarios y otros lugares donde los niños comparten juguetes tomen medidas para desinfectarlos y garantizar que no se convierten en un reservorio de enfermedades», ha defendido.