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Luna y Beliera, desde el banco, una dupla asociada al éxito

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Luna y Beliera, desde el banco, una dupla asociada  al éxito
Luna y Beliera, dos profesionales de alto rendimiento

Escribe Gustavo Ferradans

Uno es preparador físico, René Luna; el otro kinesiólogo, Ezequiel Beliera. Trabajan juntos hace más de cinco años y forman una dupla que trabaja con destacados resultados en varios deportes, como el básquet y el vóley

Luna y Beliera, dos profesionales de alto rendimiento
Luna y Beliera, dos profesionales de alto rendimiento

René Luna y Ezequiel Beliera son un equipo que se complementan por experiencia, conocimiento y versatilidad, y que se han ganado a base de resultados, el respeto de colegas y deportistas.

Empezaron juntos en el Villa María Vóley y hoy están junto a Ameghino en el Torneo Federal de básquetbol y con Biblioteca Rivadavia, que se prepara para jugar por segunda temporada en la Liga A2 masculina, aunque también compartieron la experiencia de Liga Femenina, hace dos temporadas, con el equipo “canario”. Por este motivo, son parte de los dos cuerpos técnicos que trabajan en los dos proyectos de alta competencia de deportes en conjunto, que hoy tiene la ciudad.

A su vez tienen proyectos individuales, Luna trabaja con tenistas del Sport y con el rugby del San Martín RC y el segundo con el rugby del Jockey y lo hizo con Alumni la pasada temporada. Como si eso fuera poco, comparten un proyecto profesional abierto a otros sectores del deporte, un centro de alto rendimiento.

Son una dupla que desde el banco trabaja aportando conocimiento y experiencia, a pesar que ambos son dos jóvenes profesionales. Con ellos habló EL DIARIO, para conocer un poco más de este equipo que desde la ciudad trabaja en el alto rendimiento.

-Ambos forman una sociedad vinculada a la alta competencia y abrazada a los buenos resultados desde hace unos cinco años. Se entiende que trabajar en equipo no es tarea sencilla y mucho menos complementarse. ¿Cómo se logra mantenerlo por tantos años y además llevarse bien?

-René: Una de las cuestiones más importante en la vida es estar con gente que te forme y ayude a crecer y el deporte va con eso también. Hoy todas las disciplinas en donde los cuerpos técnicos están por separado terminan fracasando siempre, en cambio en los deportes que aceptan estar con un cuerpo técnico donde todos sus integrantes tienen injerencia, aunque respetando la palabra mayor que es la del entrenador, y te permiten formar parte de eso, el resultado es buenísimo. Después, la relación preparador físico-kinesiólogo es una misma persona; no existe en el deporte ambas partes por separado. Está demostrado. Nosotros formamos parte de una estructura que es normal en el deporte profesional. Nos hemos peleado mil veces y seguiremos peleando, pero ahí está la raíz del crecimiento, en poder discutir, plantear situaciones, tener diferencia; pero siempre terminamos consiguiendo lo que queremos. Somos un grupo de trabajo que hemos recuperado un montón de lesiones, hasta en contra de prescripciones de tiempo que se nos han dado con jugadores; hemos recuperado deportistas que a nivel médico estaban dados de baja y los clubes confiaron en nosotros y pudimos realizar la rehabilitación. El trabajo crea una relación y hoy ya es de amistad. Se han creado lazos de amistad entre las familias.

-Ezequiel: En gran medida también por ver al cuerpo técnico como uno solo y no como partes separadas. Creo que tiene que ver con nuestra personalidad. Cada uno deja hacer su trabajo en la parte que le toca, sin meterse, aunque compartamos opiniones. Lo más importante es la confianza; confiar en lo que él dice y hace está bien y que él confié en lo que yo diga y haga está bien. Nos podremos equivocar, pero lo vamos resolviendo, lo importante es que tratamos de hacer las cosas con conciencia, trabajo y confiando el uno en el otro, y entonces te sentís libre en la parte que te toca para trabajar abiertamente. Yo creo mucho en la personalidad. En el caso de René que es una excelente persona, cuando se juntan dos buenas personas, cuando logran hablarse y limar algunas cosas, respetando cada uno su parte, siempre terminan saliendo buenas relaciones.

-Ambos tienen experiencia de haber sido jugadores de deportes grupales. ¿Esa experiencia suma a la hora de compartir un mismo equipo?

-R: Eze tiene más experiencia. Jugué al fútbol, pero no viví toda la parte de los partidos, no era bueno para jugar, era bueno para entrenar. Jugaba bien, pero con mis amigos, lo hacía de enganche y cuando estaba en el club tenía un problema psicológico por lo que lo pasaba mal. Hoy lo vivo distinto. En la competencia lo disfruto, lo vivo tranquilo, antes lo padecía. Seguramente mi lugar era de este lado”.

-E: Siempre jugué rugby, al que unos lo elogian y otros critican. Tiene mucho de componente psicológico, el social, la paridad de grupo que se genera entre sus integrantes, al ser amateur, al haber muchos golpes y sacrificio, todo eso hace que tome un valor sentimental de grupo más importante. Eso por ahí me genera que sea más fácil el trabajo en equipo. Difiere tal vez cuando es deporte profesional o amateur. Siempre trato de hablar delante de los grupos, sobre todo en Ameghino o Rivadavia, me dan lugar de expresar algunas palabras, siempre trato de recalcar el sentimiento por la camiseta o la institución, al margen que puedan estar de paso y que lo vivan desde la parte económica que es lo que le da de comer ahora.

Creo que si uno juega con sentimiento, es totalmente diferente a hacerlo sin sentimiento, porque por más que estés cansado vas a correr lo mismo, no da lo mismo ganar que perder o llegar a una pelota o hacer un doble o no, o llegar a bloquear o no. Jugando con sentimientos se obtienen mejores resultados, estando en igualdad de condiciones con el rival.

-Las distintas generaciones de deportistas tienen diversos códigos y se comprometen diferente. ¿Cómo ven esto?

-R: A medida que avanza el deporte ves como que se pierde esa parte del amateurismo. Es una opinión personal. Los chicos hoy, al haber tanta discusión, tanta comunicación y entra tanta información, para nosotros esa información no es la ideal que debería ingresar, entran los líos, la buena plata, la buena vida. A los dos nos toca, al tener a jugadores jóvenes que ya empiezan a cobrar, vemos que ganan un poco de dinero y se lo gastan todo comprando ropa; como los deportes comienzan desde etapas más tempranas a muchos los agarra sin terminar el colegio y le restan importancia a terminarlo, porque creen que se salvan la vida porque empezaron a cobrar.

Lamentablemente, el deporte de alto rendimiento no es saludable, porque genera un deterioro físico que de acuerdo a los cuidados que tengas podés prolongar más o menos la vida deportiva, hasta los 35 ó 36 años, salvo casos especiales, pero si no son 10 años. A los 30 ó 32 terminan una base para comenzar a construir. Sin estudios, sin ahorros, sin haber proyectado nada en su vida. Eso se ve en la parte de entrenamientos y también todo lo que tiene que ver con la broma, los chistes, ninguno se pone a entrenar dos horas más como hacen los más grandes; es difícil generarle hábitos a los pibes. Uno también tiene que entender que no es sólo decirlo, hay que encontrar el canal justo de comunicación para poder llegar a los jugadores. Cuando uno tiene chicos grandes, resulta más fácil llegar a ellos. Nosotros sabemos que Ameghino siempre ha estado bien en lo físico, pero de nosotros depende un 10 ó 20%, el resto depende de los jugadores, por como ellos se dedican. El plantel de Primera es un gran ejemplo para todo el club.

-E: Lo veo parecido a lo que cuenta René. Creo que el reflejo es Ameghino. Es bueno tener jugadores grandes, porque se tiene una base y el que viene nuevo está obligado a seguir al resto, para continuar levantando el nivel. Nosotros no somos tan grandes, le podemos hablar casi de igual a igual a ese grupo, pero me doy cuenta en el rugby que las nuevas divisiones que van subiendo no tienen el mismo compromiso de otras generaciones.

-¿Se consideran una sociedad ganadora?

-E: Creo que sí. Ganar no implica solo la parte de resultados, también implica un progreso social, familiar y personal. Me considero una dupla ganadora porque todo lo que nos proponemos tratamos de conseguirlo. A veces nos cuesta. Podemos hablar de los logros deportivos que hemos tenido y el sacrificio que ponemos para conseguirlo. Nadie nos regaló nada, ambos venimos de familias humildes, todos estos éxitos individuales y deportivos nos hace sentir una dupla ganadora.

-R: No sé si me considero una sociedad ganadora. Sí que trabajamos para poder lograr objetivos y que por suerte a veces se nos da. Nos fue muy bien en el vóley con un equipo de 21 años, con el presupuesto más bajo y dos veces a punto de estar en semifinales, tuve la posibilidad de trabajar en la selección argentina, trabajar con tenistas con mayor nivel que el de acá, estuvimos con Ameghino en todo este proceso, habernos planteado crear un centro de alto rendimiento que veíamos que en Villa María faltaba. Hay buenos lugares, buenos profesores, pero pensábamos que faltaba un lugar de entrenamiento deportivo. Acá a la gente le gusta hacer mucho deporte. Para mí el mayor logro es haber conseguido esto, con deportistas que vienen y confían en nosotros.

-Además conformaron un centro deportivo donde entrenan y recuperan deportistas.

-E: Nosotros arrancamos en la parte de adelante de Ameghino, donde antes estaba el bar. Eso estaba cerrado y se lo propusimos a los dirigentes. Tenemos una franquicia y realizamos estudios de la pisada, una marca de plantilla donde hacemos estudios con todo eso; armamos seis boxes de rehabilitación con aparatología necesaria, donde hacemos toda la parte de fisioterapia; trabajamos con las instituciones deportivas en las que estamos involucrados y también con algunos que vienen en forma particular. Conmigo trabajan dos kinesiólogos, Juliana Damiani y Gaspar Maino, además hay un equipo de trabajo, con nutricionista, un psicólogo deportivo, un osteópata y una masajista que está especializada en deportes. La idea es darle al deportista todo lo que pueda necesitar.

-R: La idea del gimnasio arranca gracias al apoyo de Pablo Giraudo y de todo el club que confió en los dos, más allá de nuestras ganas, este apoyo es para sacarse el sombrero. Eran lugares que no estaban usados y forma parte de la visión de estos dirigentes que no pasa sólo por hacer una tribuna, sino cambiar la imagen de un club, de tener buenas instalaciones y buenos recursos. Son pocos los clubes preparados para asistir a competencias de más nivel. La idea del gimnasio surgió porque como preparador físico tenía que ir de un lugar a otro para entrenar, al Sport, al Rivadavia, al gimnasio donde trabajaba. Ellos me ofrecieron darme una mano y crecer en un solo lugar, sin disipar esfuerzos por diferentes lugares. Villa María es una ciudad muy linda, con una gran población de gente que le gusta hacer actividad deportiva. No es gimnasio, es un centro de actividades físicas, donde puede venir alguien que busca rehabilitarse u otro que está en el alto rendimiento y entrena profesionalmente. Acá también entrenan pilotos de motocross, ciclistas, tenistas, está hecho para eso. Creamos un centro que abarca todas las necesidades de los que les gusta la actividad física y crecer.

 

p53 foto 1El preparador físico

René Emilio Luna

Nació: el 19 de octubre de 1979, en Córdoba.

Estudió: en el IPEF de Córdoba. Se recibió de profesor de Educación Física.

Casado con: Verónica.

Dos hijas: Catalina y Guillermina.

Fue jugador de fútbol en las Inferiores de Racing Club (jugó hasta 4ta. división del torneo local).

Fue preparador físico en Lasallano y Banco de Córdoba (Asociación Cordobesa de Fútbol). Luego en el Córdoba Rugby (dos temporadas). En 2008 se suma al equipo de A2 Villa María Vóley (“me llama Alejandro Gallardo”), que logró el ascenso. Fue el único integrante del cuerpo técnico que estuvo en las cuatro temporadas del proyecto.

En 2015 fue preparador físico del seleccionado argentino de voleibol que fue subcampeón del Mundial de Menores.

Es preparador físico en Ameghino (básquet), Rivadavia (“es una cuota de suerte que hoy siga con el proyecto de jugar la Liga y estar también en el cuerpo técnico”) y en San Martín, con el rugby.

Además es preparador físico de varios jugadores de tenis. Trabajó con Facundo Argüello y Pedro Cachín y luego se sumaron otros. Está a cargo de toda la parte física de la Academia de Tenis del Sport Social. También prepara pilotos de motos.

 

p53 foto 2El kinesiólogo

Ezequiel Beliera

Apodo: “Muraldo”

Nació: el 10 de diciembre de 1985, en Villa María.

Licenciado en kinesiología y fisioterapia (se recibió en diciembre de 2008).

Casado con: Rocío.

De chico: “Hice fútbol, karate, natación, pero siempre acompañado del rugby. Hasta los 10 u 11 años que dije ‘basta’ y me dediqué al rugby. Lo juego desde los 5 años y lo hice hasta el año pasado”.

Integrante del plantel de rugby del Jockey Club que fue subcampeón del Torneo del Interior “B” 2004 y campeón del Oficial de Córdoba 2009, ese año también se sumó como kinesiólogo del plantel. Jugó al rugby hasta el año pasado.

En la actualidad es kinesiólogo en Jockey Club (rugby), Ameghino (básquet), Biblioteca Rivadavia (vóley) y en 2015 estuvo en Alumni (plantel del Federal “B”).

La historia de su apodo merece un párrafo especial: “Es una historia de amigos del rugby. Un día nos juntamos en la casa de uno de mis amigos, llegué vestido de una forma particular y estaba de moda en el programa ShowMatch el payaso “Muralito”. Nicolás Ferreyra dijo: “Se parece al payaso Muralito”. Todos se rieron, festejaron el chiste. Con el tiempo se desvirtuó y quedó “Muraldo”.

 

Frase

“Cuando jugaba en el club tenía un problema psicológico, por el que lo pasaba mal. Hoy lo vivo distinto. En la competencia lo disfruto, lo vivo tranquilo, antes lo padecía. Seguramente mi lugar era de este lado”. (René Luna)

 

Frase

“Siempre jugué al rugby, que tiene mucho de componente psicológico, el social, la paridad de grupo que se genera entre sus integrantes. Eso por ahí me provoca que sea más fácil el trabajo en equipo”. (Ezequiel Beliera)

 

Cichello dejó una marca

-La presencia de un entrenador del nivel de Juan Manuel Cichello marcó un antes y un después en el vóley villamariense. Ustedes compartieron el cuerpo técnico con él. ¿En su vida personal y profesional sienten que fue un antes y un después?

-René: Siempre dije que es y va a ser el que me enseñó esto de trabajar en equipo. Yo lo viví desde esa enseñanza, de este lado como decía. El me enseñó a ser profesional de esto. Es lo que provocó esa llama que no la tenía prendida y que la encendió desde el primer año. Estoy agradecido y siempre que puede se comunica conmigo, me pregunta cómo estamos o me tiene en cuenta para posibilidades de trabajo afuera. Son caricias al alma. Yo no sería nada si no fuera por él, siempre le voy a estar agradecido. Soy lo que soy porque lo aprendí de él y trato de seguir aprendiendo por la línea que me enseño él.

-Ezequiel: Tengo la particularidad, por las situaciones familiares desafortunadas que tuve, de perder a mis padres, el Jockey fue aún más importante. Siempre me saqué el sombrero ante esa institución. Cuando sucedió lo de mi viejo apareció la familia Seco que me dio un lugar para vivir con ellos, apenas me recibí en Jockey me dieron lugar para trabajar. El Jockey es muy fuerte.

Con Juan Cichello la verdad que no tuve mucho tiempo para compartir, porque el año que estuve a full con la Liga A1 ya era su último año; en los anteriores estaba pero no viajaba. Tenía una relación diferente a la de René, pero cada vez que me sentaba a hablar con él me generó una admiración como persona. Cuando vino con la selección argentina a jugar a Villa María me llamó para que esté con ellos, para ser su kinesiólogo, me regaló pantalón y campera del equipo; esa necesidad de dar para que uno se sintiera bien. Como cuerpo técnico yo era recién recibido y estaba en VM Vóley enfrentando a Bolívar, a figuras que veía por la tele. Acababa de recibirme y estaba en ese grupo, estaba retraído y temeroso y él me ayudó, me dio un lugar, esto de la confianza, de respetar mi palabra.

El decía: “Si vos me decís que puede jugar, juega. Si puede saltar, salta. Si luego te equivocás, nos encerramos como cuerpo técnico y lo ordenamos. A nivel de grupo vos tenés la decisión”. Eso a nivel de grupo y delante de jugadores te da un prestigio, eso lo podemos mantener hasta hoy. Cuando nos llaman de un nuevo club u otros lugares, una de las cosas que empezamos a inculcar es eso. René, al tener toda esta experiencia con la selección argentina, para mí es una esponja de conocimiento.