Los trabajadores bancarios de todo el país realizarán un paro de actividades el viernes. Habrá movilización en Villa María
Las medidas de fuerza que está impulsando la Asociación Bancaria van in crescendo. De las asambleas, cada vez más prolongadas, pasan ahora a un paro de 24 horas con movilización en todas las seccionales, medida que se concretará mañana en todo el país. “En Villa María vamos a concentrarnos en el gremio y desde allí nos movilizaremos por el microcentro para visibilizar nuestro reclamo”, dijo Pablo Bertoglio, secretario general de la Asociación Bancaria Villa María.
Recordó que en el acuerdo firmado con las cámaras que nuclean a los dueños de los bancos y que fuera homologado por el Ministerio de Trabajo, hay una cláusula que establece que “en caso de variaciones drásticas en la economía, cualquiera de las partes puede pedir la reapertura de la paritaria”, explicó. “Eso pasó, si no, que me expliquen qué significa el aumento del 34% anual en el índice de precios de la ciudad de Buenos Aires”, agregó.
Recordó que el gremio democráticamente fue adoptando medidas de fuerza, las que fueron en progresión: “Primero, cinco mil bancarios nos movilizamos en Buenos Aires el 22 de septiembre; después, hicimos asambleas de dos horas en todos los bancos del país el 28 y 29 de septiembre; para pasar a asambleas de tres horas el 5, 6, 18 y 19 de octubre”.
“Pese a todo eso, ni siquiera nos llamaron para decirnos que rechazan nuestra propuesta”, dijo Bertoglio.
Es por eso que resolvieron hacer un paro con movilización mañana viernes.
“El paro será total, no habrá atención al público ni recarga de cajeros. Y si siguen sin darnos respuestas, seguramente estaremos programando un paro de 48 horas hasta que nos escuchen”, adelantó.
“Ante el silencio de las cámaras y la presión política del Gobierno nacional, que se expresó a favor de no reabrir la paritaria, nosotros seguimos adelante en la lucha diciéndole que no al bono, que es un simple paliativo, y sí a la reapertura de paritarias”, agregó.
También protestan porque el presidente “no ha cumplido con su compromiso de derogar el impuesto al salario. Este castigo, brutal, se suma al de la inflación, deteriorando gravemente nuestros ingresos”.
