Por los 150 años de la ciudad, ayer se colocaron dos marcas de memoria en los edificios donde funcionaron por primera vez las bibliotecas Bernardino Rivadavia y la municipal Mariano Moreno.
Es porque este mes está orientado hacia las experiencias educativas y culturales que dejaron una huella, hasta el presente, en la construcción de Villa María como comunidad.
La primera señalización se colocó en calles Entre Ríos y San Martín, donde funcionó en sus comienzos la Biblioteca Bernardino Rivadavia. Luego, al mediodía, fue el turno del espacio originario de la Biblioteca Municipal y Popular Mariano Moreno, en José Ingenieros 16. Allí, al igual que en la ceremonia anterior, se descubrió una huella conformada por una serie de libros escritos por autores villamarienses y una placa recordatoria.
Además, se instaló en ese lugar el Bibliomóvil, el espacio rodante que llega a diferentes barrios y zonas rurales para promocionar la lectura en niños y niñas de toda la ciudad, como así también integrando en la práctica y el acceso a los libros a las familias y docentes de los distintos establecimientos.