No sólo se repudió el tarifazo de gas, sino también otras políticas. Uno de los oradores advirtió que lo resuelto por la Cámara Federal de Córdoba no atiende la cuestión de fondo

Dirigentes que hablaron ayer desde el palco ubicado en la calle Buenos Aires y General Paz coincidieron en repudiar diversas medidas tomadas por el Gobierno que encabeza Mauricio Macri.

Fue al final de la marcha de trabajadores que se realizó durante la mañana desde la sede de ANSES hasta el microcentro, donde se efectuó el acto central.

Las consignas fueron rechazar los alevosos incrementos en tarifas, el aumento constante de precios y el deterioro de las fuentes laborales, entre otros puntos, y nucleó a numerosos gremios, con impulso de la Confederación General del Trabajo (CGT) local. Hubo cerca de 200 personas.

Carlos Andrada, de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), delegación San Martín, aseguró que los trabajadores “no vamos a regalar nada ni retroceder”.

“Este Gobierno no puede ajustar con el bolsillo de los trabajadores para hacer esta terrible transferencia de recursos”, señaló desde el escenario montado en la esquina céntrica y luego evaluó que “es tan grave que se tire la plata en un convento -y el autor tiene que terminar preso- como también enterrar la plata en Panamá siendo funcionario del Estado”, en alusión a los casos del exfuncionario kirchnerista José López y al del actual presidente de la Nación.

A su turno, Francisco Argüello, titular de la CGT Bell Ville, dijo que lo resuelto por la Cámara Federal de Córdoba en torno a la tarifaria de gas “nos da algún tipo de razón sobre lo que venimos diciendo”, pero advirtió que “es sólo una parte porque no se ha resuelto la cuestión de fondo”, por lo que pidió no entregarse, ya que “no hemos ganado la guerra, la que se gana estando en la calle, protestando y repudiando todas estas medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional”.

Asimismo, consideró “una patraña” y una “mentira” a las medidas en torno a las jubilaciones. “Han hecho creer que le van a pagar el 82% móvil y es una mentira; todo parte de la propaganda de este Gobierno, que nos quiere entretener y avanza con políticas que van en contra de los intereses de los trabajadores y los más desposeídos”.

“No nos podemos quedar de brazos cruzados esperando que la solución llueva. Siempre que hay un gobierno de tipo burgués como el que tenemos, no esperemos que a los trabajadores les vaya a brindar algún beneficio”, manifestó. Y dijo que la única manera de lograr la pobreza cero (promesa de la campaña presidencial) “va a ser matando a todos los pobres”.

“Antes decían que el Gobierno manejaba a las provincias con la caja y éste les ofrece pagarles la coparticipación federal en cuotas para que después los legisladores provinciales les voten las leyes, que están en contra del pueblo”, afirmó Argüello.

Por su parte, desde la Federación Universitaria Marcos Ayersa valoró la alianza entre el movimiento obrero organizado y el movimiento estudiantil organizado y se advirtió sobre el riesgo que corre la sede de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en San Francisco.

Casi al final habló José Pihen, secretario general de CGT Córdoba, quien aclaró que no estaban expresando “consignas vacías”, sino el “sufrimiento de un montón de gente”.

También el dolor de los que tienen trabajo formal, que son “la mitad”, el de los trabajadores de la economía popular, de la informalidad, “que son más del 40% de la mano de obra”, de los que se quedaron sin empleo o de los que no lo consiguen. En fin, “expresando los sufrimientos que genera cada uno de los aspectos de esta política que estamos cuestionando”. Enunció “el alza de precios, que no se ha detenido nunca”, la pérdida de puestos de trabajo y los tarifazos y también apuntó a las provincias y municipios porque “tampoco se han quedado atrás a la hora de ajustar las tarifas y amenazando con bajas masivas de contratos que de por sí están en la precariedad”.

El cierre quedó a cargo de Edgardo Garmendia, de la CGT Villa María, quien criticó a “este Gobierno de las corporaciones, que solamente nos está aplastando y a quien sólo le interesa pisotear nuestra dignidad”.

“Ellos están solos porque son individualistas, lo único que les interesa son las ganancias económicas y no tienen otros valores”, disparó.

“Nuestra lucha es contra los avaros, los insensibles, ladrones, corruptos; estos insensibles que no quieren reconocer que los trabajadores somos seres humanos y tenemos derechos adquiridos. Estamos en pie de lucha”, concluyó.

La desconcentración comenzó con nuevas bombas de estruendo, hecho que generó el enojo de muchos vecinos, quienes más tarde por las redes sociales objetaron la utilización de esos elementos.