

“Con orgullo y alegría vemos pasar un año más donde casi 500 personas pasaron por la Escuela de Oficios y unas 300 recibieron sus certificados por haber terminado en alguna de las 25 propuestas de capacitación que teníamos», expresó el secretario de Extensión Universitaria de la UTN Villa María, luego del acto de cierre del ciclo lectivo de la propuesta académica.
«Nosotros seguimos apostando a que la extensión universitaria brinde la posibilidad de la conexión social de la universidad y estamos abiertos a recibir las inquietudes de la comunidad y las demandas de formación y capacitación en el ámbito no formal», manifestó el integrante del decanato.
«En la medida de lo posible vamos a atender cada uno de los requerimientos que se nos hagan», advirtió Fernández.
«Este año hemos podido formar una buena oferta de capacitaciones y creemos que hemos tenido la llegada suficiente en función de lo esperado», sostuvo el secretario.
«Para el año que viene pretendemos intensificar la línea de acción social que tiene que ver con el apoyo que da la gente del PAMI y Banco Supervielle, orientada a los adultos mayores», también expresó el reporteado.
«También redoblaremos esfuerzos para acceder a las redes de formación docente que proponen la provincias, en las cuales hemos presentado dos o tres proyectos que ya tienen el visto bueno para ser motorizados en 2016», indicó.
«Además, tenemos pensada una línea de cursos blandos, como le llamamos nosotros, relacionados con primeros auxilios, cursos de bonsáis y de jardinería botánica», subrayó.
«Estamos plenamente satisfechos. Creo que esta Escuela de Oficios va trascendiendo de boca en boca, ésa es la publicidad que tenemos y tratamos de mantener los mínimos costos posibles en aquellos cursos que demandan la provisión de materiales y cuestiones tecnológicas. Eso se percibe en la matrícula y la demanda que tenemos anualmente», concluyó.
Vale destacar que durante el presente año, la Escuela de Oficios ofreció capacitar en albañilería, Autocad 2D, electricidad del automotor, electricidad domiciliaria, electricidad industrial, instalación de alarmas, mecánica de motos, oleohidraúlica, oratoria, refrigeración, reparación de lavarropas, marketing digital, soldadura y tornería.
Por su parte, los grupos de adultos mayores pudieron ser parte de los cursos de computación básica y avanzada, fotografía y primeros auxilios.
En cuanto a la instancia formativa en informática, es importante destacar que se propiciaron en el marco de los programas impulsados por la Universidad para Adultos Mayores Integrados (UPAMI) y “Abuelos en red” del Banco Supervielle.