En el IPEM 172 José Hernández de Tío Pujio, los alumnos de quinto y sexto año se encargan de administrar y explotar el quiosco, la fotocopiadora y la venta de uniformes, para poder reunir el dinero con el que hacen frente a los gastos de fin de año
No son una cooperativa escolar, pero en muchos aspectos funcionan como tal y hasta podrían ser un ejemplo. Lo dijo Marcelo Coppari, docente y formador de cooperativas: “Tío Pujio tiene una de las prácticas asociativas más importantes de la región, pero da la casualidad que no tiene conformada la cooperativa escolar. Pero sin dudas que entra dentro del paquete porque sostengo que muchas veces hay figuras que están vacías y hay actividades muy buenas sin las figuras”.
En Tío Pujio, hace más de 20 años que alumnos del IPEM 172 José Hernández realizan un manejo asociativo del quiosco, fotocopiadora, biblioteca y venta de uniformes que es digno de destacar.
Fabián Giannone, director del establecimiento, reconoció que fueron alejándose del formato de empresa para convertirla en una cooperativa, lo cual está en trámite.
“Esto surgió en ese momento para que todos los chicos pudieran ir a la fiesta de egresados, entonces un sexto año empezó manejando un quiosco, pero al ser dos lo dividieron, una parte el que vende gaseosas, sándwiches, y los otros los que venden golosinas”, comenzó a detallar.
Esta forma de organizarse es la misma que utilizan hoy. La diferencia es que sumaron también a los dos cursos de quinto año. “Empezaron manejando la fotocopiadora y venden el uniforme de la escuela. Esto fue hace quince años. No sabíamos si imponerlo o no, por ahí por ser una escuela pública, pero lo hicimos y los padres respondieron muy bien”, relató.
En realidad el trabajo comienza a finales de cuarto año. “El último mes se hacen cargo ya de las empresas. Es parte de una pasantía interna. El que decide no hacerlo, que no ocurrió nunca hasta ahora, se le busca una empresa y trabaja con esa”, apuntó.
La orientación, que es Economía y Administración, tiene materias troncales como Sistema de Información Contable, Tecnología de la Información y la Comunicación, entre otras, que son el eje de las tareas que desarrollan los alumnos. Además, “ellos estudian qué es una cooperativa, cómo funciona”.
“Llegan los distribuidores, vamos al curso, ni sabemos a quién le toca. Y ellos salen, lo atienden, compran, le pagan, hacen todo el trabajo que tiene que ver con la orientación, balances, la atención al público, toman decisiones”, ilustró Giannone.
“Esto fue evolucionando con el paso de los años. El problema de estas pequeñas empresas es que son adolescentes, entonces por ahí son los profesores los que andan atrás de ellos. En algún momento hubo problemas con dinero, entonces creamos un banco”, contó.
Se trata de la posibilidad de que los estudiantes puedan “depositar” el dinero en la caja de la Cooperadora de la escuela: “Ellos traen, me dan la plata a mí, hacemos una boleta de depósito, la dejamos en la cuenta de la Cooperadora”.
“Van haciendo balances en julio, porque rotan las empresas. Quinto ahora tiene la fotocopiadora, y pasan a tener la venta de uniformes. Y el que vende el uniforme se hace cargo de la administración de la biblioteca también. Todo como parte de las materias”, continuó explicando el director.
Todo esto les permite a fin de año pagarse la fiesta de egresados, ese es el fin principal. Son los alumnos los que se encargan de contratar todo lo necesario para poder realizar el evento, con la ganancia que obtuvieron durante todo el año.
Según comentó Giannone “a ellos les gusta” y “siempre están pensando en cómo hacer para vender más, para innovar, generar propuestas”.
Como en algún momento a las autoridades escolares les llegaron planteos “de utilizar esa plata para cosas de la escuela” es que se creó “una especie de impuesto”.
“Dejan un 10% para el proyecto, que sirve para comprar heladera, microondas, lo que necesitan para el trabajo diario. Y un 10% queda para la Cooperadora en lo que vendría a ser una especie de impuesto. El resto es todo limpio para ellos”, subrayó.
Los alumnos trabajan en forma mancomunada en algunos aspectos con la Cooperativa de Servicios de Tío Pujio, sobre todo en materia de capacitación.