El “Lobo” venció 4 a 0 como visitante a Rivadavia y le arrebató la punta. El “Verde” cabralense sufrió dos expulsiones que lo dejaron devaluado de cara al clásico de la próxima fecha ante Colón
Escribe: Alexis Zegatti
Un importante triunfo, con goleada incluida, logró Deportivo Argentino en su visita a Rivadavia de Arroyo Cabral. El “Verde” cayó 4 a 0 y deberá levantar cabeza para afrontar el clásico ante Colón próximo domingo, mientras que el “Lobo” alcanzó la punta de la Zona Sur.
En la tarde cabralense el viento fue uno de los actores fundamentales para que los de Claudio Andrada se lo comieran verde al equipo conducido por Fernando Alba, que nunca reaccionó y cada gol sufrido fue un golpe demoledor.
Tal es así que en la primera de riesgo llegó la apertura del marcador. Iban 8 m cuando la defensa local durmió, Márquez recibió rápido un tiro libre, desbordó y envió un centro para Morello. El delantero pivoteó y cedió para un Acosta que remató y el rebote cayó en los pies de López, que sólo tuvo que empujar la pelota para señalar el 1 a 0.
En la siguiente llegada Argentino tuvo el segundo. Tiro libre de Díaz, el viento ayudó a confundir a Salomón, que no pudo contener el balón, y en un rebote corto el balón le cayó servido a Jacobi para que el defensor decretara el 2 a 0.
Con poco, la visita ganó tranquilidad y comenzó a manejar el partido desde la sapiencia de Díaz.
Minutos después otro ataque dejó al desnudo el mal inicio del local. Pase magnifico de Díaz para Márquez y habilitación de “Panzón” para Acosta, que desvió el remate. Luego Salomón se lució tapando un remate del “10” rival.
La primera llegada de Rivadavia fue a los 33 m, cuando Estévez pivoteó y dejó cara a cara a Castro con Becco, pero la jugada estaba inhabilitada.
A los 42 m apareció sorpresivamente Castro por el medio del área y se apuró a definir de cabeza a las manos de Becco. Era el descuento cuando terminaba la primera parte.
Quedó solo tiempo para una combinación entre Acosta, Díaz, Márquez y Morello, quien remató y Salomón envió el disparo al tiro de esquina.
Para la segunda parte parecía que el local iba a salir en busca del descuento aprovechando el viento a favor y apenas movieron desde el medio Berardo probó desde lejos, pero Becco respondió bien. Luego Demarchi cabeceó desviado un centro.
Poco pasaba, el local no encontraba el juego que necesitaba ya que la sociedad entre Castro y Berardo no aparecía y Estévez quedaba muy alejado en la ofensiva. Mientras tanto, Argentino estaba cómodo con el resultado.
En una jugada aislada un forcejeo entre Morello y Rodríguez terminó con una agresión del jugador cabralense al villamariense, por lo que Valle no dudó en expulsarlo. Y minutos después Doñabeitía, pero por insultar al árbitro, también se ganó el cartón rojo.
Dos hombres menos y un resultado adverso les dieron la tranquilidad necesaria a los de Andrada para manejar el partido.
A los 31 m, gran jugada de Díaz que habilitó a Fuente, el goleador hizo lo propio con Luque que remató y una mano se cruzó en el camino cuando el balón iba a la red. Penal, amarilla para Javier Demarchi y grave error del árbitro que no lo expulsó. Díaz cambió por gol pese al esfuerzo de Salomón que rozó el esférico.
A los 37 m el arquero Verde le tapó una bolea al “Lana” y a los 44 m Claudio Díaz hizo lo que más le gusta, pensar, y dejó en posición de gol a Rosales. El “Chino” sólo tuvo que rematar para poner el definitivo 4 a 0.
Argentino se sacó la mufa tras la derrota ante San Lorenzo de Las Perdices y logró alcanzar la punta, mientras que Rivadavia, además de ceder la cima, perdió piezas importantes para afrontar el clásico del próximo fin de semana. Una goleada que golpea anímicamente.
La figura
Claudio Díaz: Es el hombre que entiende a la perfección el juego. Pese a que ayer el viento generó complicaciones, siempre logró encontrar a un compañero en soledad. Eje de su equipo, cada vez que el balón llegó a sus pies hubo riesgo en el área rival.
El árbitro
Hugo Valle: Regular arbitraje del colegiado, que no expulsó a Javier Demarchi por evitar un gol con la mano y cobró offside en una jugada en la que un defensor de Argentino dejó solo a un jugador cabralense. Además, dejó hablar demasiado a los jugadores.