El mandatario local acompañado por el secretario de Gobierno de la comuna visitaron a la centenaria dama, que luce radiante. Flores, un cuadro con la foto de ella y hasta el nuevo DNI digital fue lo que recibió la abuela que festejó el cumpleaños junto a sus familiares
El miércoles pasado, Mauricia Francisca Lobos cumplió 105 años y en consonancia con tan relevante acontecimiento recibió un regalo muy especial.
Es que la longeva vecina villamariense recibió la visita del intendente Martín Gill, quien además de llevarle como obsequio un gran ramo de flores, también le alcanzó el nuevo DNI digital que la abuela había tramitado semanas atrás a través del Registro Civil.
En la casa, junto a Mauricia, estaban las dos hijas que viven con ella, más algunos nietos, nietas, bisnietos y bisnietas que se acercaron para saludar a la abuela en su cumpleaños y recibir todos juntos la visita del mandatario local y del secretario de Gobierno y Vinculación Comunitaria, Rafael Sachetto.
Es preciso recordar que hace tres semanas, referentes del municipio en el marco del Programa “Valija móvil” visitaron el hogar de Mauricia como una más de las salidas especiales que se hicieron a domicilios particulares donde hubiera personas imposibilitadas para movilizarse y hacer de forma personal el trámite de documentación identificatoria digitalizada en la oficina del Registro Civil, que se erige en la sede del municipio.
Un equipo del Registro Civil viajó hasta la ciudad de Córdoba para trasladar hasta Villa María los nuevos DNI, entre ellos el de Mauricia.
Cabe destacar que todos los documentos de aquellas personas que hayan hecho el trámite mediante la “Valija móvil” por encontrarse imposibilitados de movilizarse recibirán la nueva documentación en sus domicilios.
Después del mediodía del miércoles, fue el propio intendente quien le entregó a Mauricia su nuevo DNI, por lo que la abuela se mostró agradecida por la gestión del trámite. “Que Dios lo bendiga”, le auguró la mujer al titular del Ejecutivo, quien además de las flores, también le regaló un cuadro con la foto de ella, por su cumpleaños.
Para el final, le entregó una torta para que ella compartiera con sus familiares.
Radiante
Mauricia aprovechó la oportunidad para agradecerle “al Dios de los Cielos” por su buena salud.
Sus hijos y nietos comentaron que la abuela “toma sólo una pastilla para el corazón y nada más”.
Y también mostraron fotografías de cuando la mujer que hoy, orgullosa, llega a los 105 años de vida, era joven. En las imágenes se puede verla bailando con su marido, con un nieto en brazos, posando para la cámara.
Mauricia en las fotos se ve radiante, como ahora, que con sus años a cuestas relata y cuenta las historias de los bailes, de la familia y del barrio por los que pasó desde su Simbolar natal -en el norte de la provincia- hasta el Carlos Pellegrini, donde vive actualmente.