Con un gol de Maximiliano Demarchi en los minutos finales del clásico, el “Verde” le ganó 1-0 a Colón y alcanzó a San Lorenzo de Las Perdices en la punta de la zona
Escribe Fabio Morisetti
Rivadavia se llevó un triunfazo en un clásico de Arroyo Cabral que contó con una multitud en las tribunas y que, por momentos, fue emotivo. El gol de Maxi Demarchi a siete minutos del final fue determinante en un típico cotejo en el que el que hace el gol gana.
El colorido en las tribunas hacía presagiar un lindo partido y el comienzo pareció confirmarlo, ya que ambos conjuntos mostraron movilidad y criterio en el manejo del balón. En ese contexto, el local pasó una zozobra en el comienzo (nadie llegó a tocar una pelota muerta en el área de Berardo), pero luego comenzó a hacer pie y a mostrarse más incisivo. De hecho, un gran pase de Santoni dejó solo a Castro ante Pedernera a los dos minutos, pero el pibe definió desviado al primer palo.
A los 12’, Berterame buscó a Dino Gagliese, pero el delantero no llegó por poco, y apenas pasados los 20’, un tiro libre de Vincenti cayó en el área sin que nadie tocara el balón y Pedernera terminó resolviendo a las apuradas.
Colón respondió con la jugada de la polémica del partido. A los 27’ Gabetta metió un centro para el ingreso goleador de Zambrana, pero el juez de línea anuló la conquista por una posición adelantada muy discutida por los jugadores y la parcialidad rojinegra.
La visita siguió buscando el arco de enfrente y, dos minutos más tarde, Zambrana estuvo cerca desde media distancia.
El partido tenía altibajos, pero, en líneas generales, satisfacía las expectativas. A los 36’, un tiro de Gozzerino se desvía y se va al córner cerca del palo izquierdo. El centro terminó en la cabeza de Berterame, que cabeceó de pique al suelo, pero encontró al travesaño negándole el gol.
La última del primer tiempo la tuvo Colón, con un centro de Reynoso que no fue conectado por Giraudo, pero Zambrana lo capturó con una volea defectuosa desde inmejorable posición.
Así se fue un primer tiempo interesante, dinámico, con llegadas a los arcos y emociones, más allá de terminar con el marcador en blanco.
En el inicio mismo del complemento, Colón casi grita gol, cuando Zambrana aprovechó un descuido de la defensa local y eludió a Berardo, pero, sin ángulo, su disparo dio en el palo izquierdo.
Otra vez la visita avisó a los siete, con un bombazo de Navarro que encontró las seguras manos de Berardo en su camino.
Sobre el cuarto de hora, Rivadavia tuvo su primera chance con un zurdazo de Bustamante que neutralizó Pedernera, y a los 24’ Gagliese capturó un rebote, pero remató mordido y desviado ante la desesperada salida de Pedernera.
Si bien seguía siendo interesante, el partido mostraba un bajón en su nivel, y parecía que ambos equipos no veían con malos ojos el empate.
A los 29’, un centro de Gozzerino no pudo ser bien impactado por Berterame, y dos minutos después fue Gagliese a quien le faltó un cachito para marcar ante un envío de Castro al área.
Y cuando parecía que nada podía romper la paridad, a los 38’, una jugada que parecía intrascendente en el sector izquierdo del área de Colón terminó en gol. El arquero Pedernera dudó entre salir o quedarse y fue letal: Gozzerino lo anticipó y envió un centro que encontró a Demarchi sentenciando la historia con un fuerte derechazo.
Colón salió desesperado en busca del empate, pero careció de ideas. Así y todo, a los 47’, un centro pasado le quedó a Peralta, que remató desviado, yéndose así la última esperanza del Rojinegro de alcanzar la igualdad.
Rivadavia sumó tres puntos de oro en un clásico durísimo y lo festejó largamente con su hinchada. Los dos equipos cabralenses siguen prendidos en la lucha por la punta, aunque este domingo, la alegría fue verde.
La figura
Andrés Vicenti. Muy buen partido del juvenil, muy sólido sobre el sector izquierdo de la defensa “Verde”. A la seguridad en la marca le agregó solvencia para salir, convirtiéndose en lo más destacado del partido.
El árbitro
Hugo Valle. Alternó buenas y malas, redondeando una actuación apenas discreta. En el primer tiempo anuló por posición adelantada muy dudosa un gol de Zambrana aunque, vale destacarlo, se apoyó en la decisión del juez de línea. Luego, tuvo momentos buenos y lapsos en donde abusó o no aplicó correctamente la tarjeta amarilla.