El menor de los hermanos santafesinos que balearon al exdirigente sindical Alejandro Roganti declaró ante el fiscal René Bosio, aunque se quedó en el amague y no agregó nada importante que permita avanzar en la causa. Antes lo hizo Luis Juez, quien habló con la prensa y dio algunos detalles

Después de varios años de estar virtualmente paralizada, la causa que procura determinar quién fue el autor intelectual del intento de homicidio de Alejandro “Caño” Roganti dio ayer un giro inesperado cuando Maximiliano Francisco Eve (40), uno de los condenados por el hecho, fue convocado por el fiscal René Bosio para que prestara declaración testimonial, luego de haber dicho que estaba dispuesto a “colaborar con la Justicia”.

Sin embargo, el menor de los santafesinos que atentaron contra la vida de Roganti la noche del 14 de abril de 2008 no agregó nada nuevo durante su breve comparendo en la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno.

En principio, todo parecía indicar que Eve iba a decirle al fiscal quién los había contratado a él y a su hermano Sebastián Baltazar (44) para asesinar al exdirigente de Luz y Fuerza, pero no lo hizo.

Juez contó todo

El que sí habló largo y tendido con Bosio -y luego con los medios de prensa- fue el actual embajador argentino en Ecuador y exabogado de Roganti, Luis Juez, quien prestó testimonio en la Fiscalía sobre lo que Eve le había dicho en los últimos tiempos.

“El 12 de agosto, día previo a las PASO, recibí una llamada de un establecimiento penitenciario en mi celular. Me llamaba Maximiliano Eve, que no es la primera vez que lo hace, pero en esta ocasión me dijo que tenía voluntad de colaborar con la Justicia, acompañando alguna información” sobre la autoría intelectual del intento de homicidio, dijo el diplomático en su

primer contacto con los periodistas, en el primer piso de los Tribunales locales.

“Ustedes saben que venimos buscando que se haga justicia desde el mismo día en que Alejandro fue atacado salvajemente en la puerta de su casa de cinco balazos efectuados con una 9 milímetros. Yo le dije que si quería seguir usándome de cartero, no era mi función. Me dijo que no, que iba a colaborar con la Justicia y me solicitó que habláramos con el fiscal para poder declarar”, agregó Juez.

El abogado y diplomático relató que le informó de esa comunicación al actual abogado de Roganti, Miguel Ortiz Pellegrini, quien fue a la cárcel a entrevistarse con Maximiliano Eve. Este le ratificó esa decisión. Luego, el propio Juez fue al penal de Bouwer (el lunes pasado) y mantuvo su postura, por lo que finalmente ayer se pudo concretar la toma de testimonios al embajador y al condenado.

“¿Dio nombres?”, fue la pregunta que le hicieron todos los medios a Juez, quien confirmó que, efectivamente, él le había dado el nombre al fiscal e indicó que apuntaron “al mismo que figura en el expediente”.

Sin mencionarlo, se refería a Eduardo Brandolín, quien está al frente del Sindicato Regional de Luz y Fuerza que ahora tiene sede en Córdoba y que fue sindicado como el autor intelectual por el propio Roganti cuando estaba gravemente herido y era ingresado al Hospital Pasteur tras ser baleado.

Luego, la misma Justicia provincial, al momento de condenar a Maximiliano Eve, pidió que se investigara al hombre más “poderoso” del Sindicato Regional de Luz y Fuerza.

-¿Por qué cree que Maximiliano Eve habla ahora lo que silenció por años?

-“No sé, imagino que si una persona que está cumpliendo una condena ve que los que lo contrataron gozan de una impunidad y un poder increíbles le debe dar mucha bronca. Debe decir ‘yo estoy acá en la cárcel, solo, purgando una condena, y resulta que el que me contrató, me pagó e ideó el hecho delictivo goza de impunidad y está cobijado con el poder’. Debe dar bronca que haya tipos que tengan coronita y otros que estén condenados”, respondió Juez.

Todo empezó…

Precisamente, la cuestión del poder rondó toda la causa Roganti, quien era dirigente de Luz y Fuerza cuando el sindicato tenía sede en Villa María. Antes de que intentaran matarlo, Caño planteó en una asamblea una serie de cuestionamientos por el manejo de fondos y negocios poco claros, apuntando a Brandolín como el ideólogo de esas operaciones.

La respuesta institucional no se hizo esperar: el secretario general (ya lo era por entonces) pidió la desafiliación de Roganti. Ese hecho previo fue el sustento para que Caño apuntara contra el dirigente como autor intelectual de su atentado.

“Es cierto que no pudimos avanzar en la condena del autor intelectual por miles de motivos; podría decirles por falta de voluntad y de decisión, y cuando el poder está metido, las cosas se hacen más difíciles y no podíamos avanzar. Pero les decimos que somos persistentes y que si creen que se pueden esconder, van a tener que estar escondidos toda la vida”, agregó Juez.

-¿Qué beneficio puede tener Eve al apuntar contra el autor intelectual?

-“Por nuestra parte, estamos dispuestos a hacer todo lo que tengamos que hacer. Si algún día tengo que juntarme con el mismísimo gobernador de la Provincia de Córdoba para pedirle una conmutación de pena para el que colabore con la Justicia, lo voy a hacer”, planteó el letrado cordobés.

En el mismo sentido, cuando fue consultado por el pedido de reducción de pena del otro condenado en la causa, Sebastián Eve, dijo que si bien es el tribunal el que debe expedirse, él y la familia Roganti “no dudaríamos en acompañar ese pedido si decide colaborar con la Justicia para descubrir y condenar al autor intelectual”.

Elogios para Bosio

Finalmente, elogió al fiscal Bosio, indicando que encontró “un cambio increíble en voluntad, ganas y decisión. Cuando no sea así, lo voy a decir, porque yo no me caso con nadie”.

Cabe recordar que la investigación recayó en la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno cuando se desempeñaba como fiscal el ahora jubilado Daniel Del Vö, quien luego se apartó. El expediente recayó en la Fiscalía del Primer Turno, a cargo de Silvia Maldonado, y en los últimos días, por un intercambio de causas, volvió a la dependencia judicial que está comandada por Bosio.

Hermético silencio

Durante toda la jornada, EL DIARIO intentó conversar sobre el tema con el fiscal Bosio (primero en su despacho del primer piso de Tribunales y luego telefónicamente), pero fue imposible contactarlo.

Una fuente judicial dijo luego que el funcionario había decidido no hablar con los medios y no hubo manera de conocer su palabra sobre el contenido de la declaración de Eve.

Sin embargo, pudo saberse que, durante el comparendo del santafesino, Bosio estuvo acompañado por su secretario Juan José Aguilar, del mismo modo que un rato antes lo había hecho con Luis Juez.

Alrededor de las 11, el titular de la Fiscalía del Tercer Turno recibió en su despacho al abogado y diplomático cordobés, a Roganti y a la esposa de este último, Analía Lynch, y luego de algunos minutos el matrimonio se retiró y Juez se quedó para prestar testimonio, tarea que demandó poco más de media hora.

Fuerte custodia

Maximiliano Eve fue llevado a la Fiscalía con una fuerte custodia policial y del Servicio Penitenciario de Córdoba y tal como llegó a la Fiscalía (donde declaró por unos 20 minutos) fue nuevamente retirado del edificio de calle General Paz para ser trasladado a la cárcel de Bouwer, donde está detenido.

Cabe recordar que, en agosto de 2014, el menor de los hermanos fue condenado en la ciudad de Córdoba a siete años y dos meses de prisión por ser considerado “partícipe secundario de homicidio calificado en grado de tentativa”.

Cuatro años antes, más precisamente en junio de 2010, Sebastián Eve había sido juzgado en Villa María, donde se le impuso una pena de 15 años de prisión tras ser declarado culpable de “homicidio calificado por alevosía y uso de arma de fuego, en grado de tentativa”, y “amenazas calificadas”.

Sin embargo, como el sicario santafesino estaba debiendo tres años de una condena aplicada el 7 de abril de 2005 por la Cámara Segunda del Crimen de la ciudad de Córdoba, recibió una sanción unificada de 18 años de cárcel y se lo declaró reincidente.

“¿Dio nombres?”, fue la pregunta que le hicieron todos los medios a Juez, quien confirmó que él le había dado el nombre al fiscal e indicó que apuntaron “al mismo que figura en el expediente”. Sin mencionarlo, se refería a Eduardo Brandolín.