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Meningitis: las claves de una enfermedad devastadora

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Meningitis: las claves de  una enfermedad devastadora
Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos

Se trata de una infección bacteriana grave que puede provocar la muerte o daño cerebral incluso con tratamiento. En diálogo con el diario porteño Infobae, un experto destacó la importancia de su prevención a través de vacunas

Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada,  fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos
Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos

El 24 de abril se conmemoró el Día Mundial de la Meningitis. En esa fecha, se celebra por iniciativa de la America’s Health Foundation (AHF). La fecha busca aumentar la conciencia global sobre esta patología potencialmente devastadora y hacer hincapié en la importancia de la vacunación como la principal estrategia para prevenirla.

La meningitis causada por «neisseria meningitidis» o meningococo es una enfermedad devastadora que podría dejar a una persona discapacitada o con secuelas graves en las primeras 24 horas, e incluso, ocasionar la muerte. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a esta dolencia como una infección bacteriana severa de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. Por la gravedad que representa, debe siempre ser considerada como una urgencia médica.

«Si bien no suele afectar a muchas personas, llama mucho la atención cuando produce síntomas. Los más afectados suelen ser los niños pequeños, los adolescentes y los adultos jóvenes previamente sanos, en la mayoría de los casos, con un impacto en cuanto a la mortalidad que es muy elevada y a las secuelas que pueden ser marcadas desde el punto de vista neurológico», detalló el doctor Pablo Elmassian, médico infectólogo, especialista en Medicina del Viajero, coordinador Científico del Grupo de Trabajo sobre Medicina del Viajero y miembro del Grupo de Trabajo sobre Vacunas para Adultos.

De acuerdo al especialista, incluso aquellas personas que se sobreponen a la enfermedad pueden sufrir amputaciones, retraso madurativo u otras alteraciones a largo plazo que no se recuperan.

 

Transmisión

Esta bacteria se transmite de persona a persona a través de las secreciones respiratorias o de la garganta. Los modos de contagio pueden ser diversos, pero los más comunes son: besos, estornudos, tos, compartir vajilla y convivir con mucha gente en lugares pequeños. Aunque el período de incubación medio es de cuatro días, (con una oscilación entre horas y 10 días), la transmisibilidad persiste hasta que los meningococos desaparecen de las secreciones de la nariz y la boca, lo cual acontece en las 24 horas siguientes al inicio del tratamiento con antimicrobianos a los que sean sensibles.

Neisseria meningitidis sólo infecta al ser humano; no hay reservorios animales. Hay personas que son portadoras faríngeas de la bacteria, que a veces, por razones no totalmente esclarecidas, puede superar las defensas del organismo y propagarse al cerebro a través del torrente sanguíneo. Se cree que un 10% a 20% de la población es portadora de neisseria meningitidis, aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en situaciones epidémicas.

Sin embargo, entre los pacientes que desarrollan sepsis o meningococcemia (infección generalizada en la sangre), se estima que la mortalidad podría ser tan alta como del 40% al 50%. También hay que destacar que la mayor cantidad de casos fatales se da antes de los cinco años de vida y en adultos jóvenes.

Los síntomas en los niños son: rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos.

 

Síntomas

La meningitis meningocóccica se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 5 años y en especial en los menores de 1 año. El principal impacto de la enfermedad se da entre los lactantes y niños pequeños.

Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos. Incluso cuando se diagnostica tempranamente y recibe tratamiento adecuado, un 5 a 10% de los pacientes fallece, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras la aparición de los síntomas. La meningitis bacteriana puede producir daños cerebrales como sordera o trastornos de aprendizaje en un 10% a 20% de los supervivientes.

Una forma menos frecuente pero aún más grave de enfermedad meningocócica es la septicemia meningocócica, que se caracteriza por una erupción cutánea hemorrágica y colapso circulatorio rápido. La mayoría de los casos de la enfermedad meningocócica ocurre en personas sanas, sin ninguna advertencia.

 

Para prevenir y no curar

Por su severidad y complicaciones «es importante considerar la prevención de esta enfermedad y, para ello contamos con herramientas adecuadas como las vacunas que nos permiten conferir protección sobre todo a los grupos más vulnerables», destacó el doctor Elmassian.

Según el especialista, aunque de momento solo está disponible en el medio privado, hay una resolución de Ministerio de Salud de la Nación que la ha incorporado al Calendario Nacional de Vacunación. No obstante, aunque su incorporación aún no está implementada, se espera que en el corto plazo esté disponible de manera gratuita.

Esta inmunización se incluiría para proteger a los niños más pequeños, los menores de un año, que son los más vulnerables. «Por eso, a partir de los tres meses, a los cinco meses y luego del año de vida van a recibir tres dosis con un complemento a los 11 años para los chicos adolescentes porque lo que se busca además es reducir la portación nasal de la bacteria y, de este modo conseguir que la población no vacunada pueda estar protegida de modo indirecto, porque se transmite por vía respiratoria», explicó el experto.

 

Viajeros prevenidos

Aquellas personas que viajan para participar de eventos masivos o destinos donde hay brotes de meningitis deben considerar la necesidad de inmunizarse. Por ejemplo, «en la peregrinación que suelen hacer los musulmanes a Arabia Saudita a las ciudades de la Meca y Medina se han registrado muchos brotes porque el hacinamiento y la aglomeración de gente, favorece la transmisión de esta enfermedad», ejemplificó Elmassian.

Esta es una vacuna para los niños y para los adolescentes que, en algunos países como Inglaterra se la ha incorporado para su aplicación casi de manera universal y consiguieron controlar la enfermedad. Los adultos también pueden aprovechar los beneficios de esta herramienta preventiva. En primer lugar deben inmunizarse algunos profesionales de la salud como los microbiólogos, los infectólogos, los pediatras y quienes trabajan con niños porque es una manera de protegerse y proteger.

La vacuna está licenciada para aplicarse desde los dos meses hasta los 55 años de edad.

De acuerdo al especialista, en el adulto se indica una única dosis excepto para quienes tienen alguna situación predisponente o factor de riesgo como la ausencia del bazo, ya sea porque lo hayan operado o que tenga enfermedades del bazo. «Para estos casos se repite la dosis cada cinco años, pero si el paciente no tiene problemas inmunológicos basta con una única aplicación», agregó Elmassian.

 

Familia numerosa

A la neisseria meningitidis se la clasifica con letras, en lo que se llama serogrupos. De los 12 serogrupos que se identificaron, cinco de ellos (A, B, C, W-135, Y) son responsables de casi la totalidad de los casos de la enfermedad. «Contamos con una vacuna que confiere protección para cuatro de ellos (A, C, Y, W135) y una vacuna diferente contra el meningococo B», detalló el doctor Elmassian. La vacuna tetravalente confiere una protección muy importante para los grupos que tenemos circulando actualmente en Argentina de esta bacteria. Además, de acuerdo al especialista la eventual incorporación de la vacuna contra el meningococo B, permitirá ofrecer defensas contra el grupo de bacterias que representa la mayor cantidad de casos.