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Mercedes Morán presentará mañana su unipersonal “Ay, amor divino”

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Mercedes Morán presentará mañana  su unipersonal “Ay, amor divino”
La artista confesó que armó la obra por consejo de China Zorrilla

Con texto de su autoría, la afamada actriz cuenta desde su infancia hasta su realidad actual

La artista confesó que armó la obra por consejo de China Zorrilla
La artista confesó que armó la obra por consejo de China Zorrilla

Mañana a las 21.30 se pondrá en escena en el Teatro Verdi la obra “Ay, amor divino”, protagonizada por la actriz Mercedes Morán.

Se trata, según se anticipa, de “un recorrido construido por historias profundamente simples y humanas, en el que el espectador siente que atraviesa junto a Morán edades, paisajes, momentos históricos y cientos de emociones que la actriz dibuja con una magia transparente. Es un viaje por situaciones tan preciosas y particulares en las que uno puede sentirse reconocido y ser parte de una ceremonia de amor a la vida, concebida con muchísimo humor y una singular entrega”.

El precio de las entradas oscila entre los 300 y los 350 pesos.

Mercedes Morán estrenó en junio en el Teatro Maipo el mencionado espectáculo unipersonal con textos que le pertenecen, con dirección de Claudio Tolcachir, quien lo calificó como “una clase de actuación, de esas donde lo simple se vuelve poderoso”.

La artista dice que cuenta “pequeñas historias de mi vida obedeciendo a los consejos de mi amada y admirada China Zorrilla que siempre me decía «hacelo como en el living de tu casa, pero más fuerte y sin chocarte los muebles».

“Esta obra me dio la posibilidad de despojarme de cualquier personaje con los que siempre me he protegido arriba del escenario y sentirme cómoda desde mí”, contó la actriz, sobre la diferencia de éste con otros trabajos.

“Cuando arranqué sentí que estaba tomando muchos riesgos, porque pongo en juego relatos orales sobre mi vida, todo un viaje a la infancia y también por la relación que establezco desde arriba del escenario con el público donde de algún modo queda derribada la famosa cuarta pared”.

Buscando en su propia vida como un arqueólogo, Morán desenterró cosas de su infancia, de su pueblo de Concarán en San Luis, su madre, el ambiente rural, la entonaciones del lugar, sus primeros amores infantiles, la adolescencia, la mudanza a Buenos Aires, secuencias de la juventud y la adultez y un afectivo recuerdo de su padre.

“Puse todo esto a disposición de Claudio (Tolcachir) y le pregunté si se podía convertir en un hecho teatral, a partir de ahí empezamos a darle una forma dramática, arrancamos los ensayos y llegamos al estreno, pocos días atrás”, cuenta la actriz, famosa por papeles de gran popularidad como la Roxy de “Gasoleros” u otros más complejos como los realizados para el cine bajo dirección de Lucrecia Martel en “La ciénaga” y “La niña santa”.

Morán, que en el último Festival de Cannes presentó junto al realizador chileno Pablo Larraín el filme «Neruda», donde hace de la segunda esposa del poeta, dice que una de las claves para acercarse a materiales que en su momento pudieron haber sido dolorosos fue el humor.

“Detesto la solemnidad y me hubiera dado mucha vergüenza sonar solemne en alguno de estos episodios”.

Consultada sobre la novedad que aporta este trabajo, donde además de actriz aporta el libro y la historia, Morán dice que es atreverse a hacer cosas que antes sólo le permitían los personajes.

“Soy una persona muy tímida y haber estado metida en otra mujer a través de un personaje fue lo que me posibilitó siempre atreverme a correr algunos límites que quizás de otro modo no hubiera podido y lo interesante acá es poder sentir esa libertad y comodidad que me venía del personaje, pero siendo yo misma. Creo que a esta altura de mi carrera sentí la necesidad de ver si podía romper ese límite y sentirme cómoda arriba del escenario siendo yo misma”, explica.

Morán dice que las narraciones que cuenta en el escenario del Maipo “son todas historias que tenía muy presentes, que he ido relatando oralmente a lo largo de mi vida y para gente cercana, más algunas otras en las que he reflexionado sobre mi vida que al escribirlas quise elevarlas a nivel de dramaturgia”.