El local ofrece una gran variedad de indumentaria en talles del 38 al 100. “Me llaman los domingos y vengo y les abro”, dijo Romina, su propietaria, destacando la atención que ofrecen
Ocho años cumpliendo con las necesidades de aquellas personas que no encontraban respuestas cada vez que recorrían el centro de la ciudad buscando indumentaria. Por eso está de festejo Mía, el local de indumentaria cuyo eslogan está más firme que nunca en este octavo aniversario: “Que nadie talle tu cuerpo”.
Desde un amplio local en Buenos Aires 1253, su propietaria, Romina Piersanti, destacó la importancia de acompañar durante todo este tiempo a quienes no encontraban talles de indumentaria en otros comercios.
“Acá trabajamos con los talles del 38 al 100. Tenemos ropa para todos los días, de fiesta, para la playa, vestido de noches, trajes, bermudas, ropa interior, cintos, lo que se te ocurra”, enfatizó.
“Hace ocho años que lo tengo, empecé en Villa Nueva. Abrí un segundo negocio en Hipólito Yrigoyen en Villa María, y en marzo del año pasado pude unificarlos al conseguir acá. Logré tener un espacio más amplio, cómodo y donde hay mucha más variedad”, remarcó.
En Mía, para Romina no hay horarios cuando los clientes necesitan de ella: “Este negocio es el hijo que no tengo, es mi vida. Por eso por mis clientes doy todo. Ellos tienen mi número y me pueden llamar cuando quieran y yo vengo y les abro; pasa mucho los domingos cuando viene gente de la zona”.
Comenzó, antes de dar el primer paso con el local, vendiendo ropa en la calle con una bicicleta. “No recuerdo qué fue lo que me hizo apuntar a los talles grandes, pero una vez que empecé, me enfoqué y lo hago cada vez más, porque he aprendido mucho, como que ser gordito no tiene nada que ver con comer mucho y yo quiero seguir dándoles lo mejor”, apuntó Romina.
En ese sentido, contó que “ahora fabricamos nuestros propios jeans en Buenos Aires, tenemos mucha variedad en el negocio, con lo clásico, lo juvenil, creo que le puedo dar respuesta a la mayoría de la gente”.
Mía, un comercio que es prácticamente único en su tipo en la ciudad, según destacó Romina, está de festejo tras ocho años de crecimiento.