Muchas calles en diferentes barrios quedaron bajo el agua varias horas durante y después de las lluvias. Los vecinos manifiestan impotencia y piden “que hagan algo”
Desde muy temprano el teléfono de la redacción de EL DIARIO no paró de sonar ayer con vecinos manifestando prácticamente la misma consigna: “Vengan a sacar una foto que mi calle está totalmente inundada”.
De hecho, las quejas de los frentistas hasta se dan en plena calle mientras un fotógrafo de este medio se detiene a retratar una arteria inundada y desde los autos gritan barrios y hasta direcciones para ir a comprobar que allí padecen el mismo inconveniente.
Desde el barrio Roque Sáenz Peña una señora manifestó que “el problema es el mismo de siempre, se inunda todo y lo único que le pido a la Municipalidad es que corte la calle en estos casos, al menos, porque pasan los autos y te meten el agua a tu casa directamente”.
Carlos, de barrio San Martín, reclamó desde su vivienda en calle Gorriti que “tenemos la calle inundada, autos empantanados, esto es un desastre”.
“Tenemos las puertas con bolsas de arena para que el agua no se meta, esto pasa cada vez que llueve”, lamentó otra vecina de la calle Rucci al 800. “Hemos preparado una nota con los vecinos para presentar la semana que viene en la Defensoría del Pueblo”, adelantó, cansada del agua en la vereda.
En Las Acacias también hubo varias calles que se observaron con una cinta atravesada en la esquina para evitar que los autos queden varados al intentar cruzarlas. “El barrio es un pozo, se inunda siempre, no se puede soportar más esta situación con la cantidad de lluvias que está habiendo últimamente”, apuntó un hombre mientras mostraba la calle La Violetas rebalsada de agua.
Sobre Granaderos Argentinos al 700, una pareja intentaba con un trapo de piso sacar el agua de su casa al tiempo que pedía “que los políticos hagan algo”. Según pudo saber este medio, Bomberos Voluntarios tuvieron que evacuar a una vecina de ese sector porque el agua ya había ganado suficiente lugar en su vivienda como para poner en peligro la integridad de la señora.
Las muestras de indignación e impotencia de vecinos por verse sobrepasados de agua se multiplicaron, como cada vez que la lluvia azota la ciudad.