Escándalo en la Departamental San Martín
Buscan saber si el comisario Mayor Luis González utilizó el móvil policial mientras vacacionaba. Todo comenzó con una denuncia anónima. La presidenta del Tribunal de Conducta de la fuerza aclaró que el pase a pasiva “no es una sanción”
El miércoles el Tribunal de Conducta Policial decidió pasar a situación pasiva al jefe de la Unidad Departamental General San Martín, el comisario Mayor Luis Héctor González.
La determinación adoptada por la abogada villamariense Ana Becerra se dio en el marco de una investigación que busca dilucidar si el conductor de la Policía local utilizó el móvil de la fuerza mientras estaba de vacaciones.
Consultada por EL DIARIO, la funcionaria aclaró que lo definido anteayer no se trata de una sanción, sino de una medida tendiente a resguardar las pruebas y poder garantizar la marcha de la pesquisa.
Becerra reveló que todo comenzó el 20 de diciembre pasado, día en que “ingresó una denuncia anónima a la Dirección de Control de Conducta Interno Policial, que trabaja de manera muy cercana a nosotros”. Como la cuestión involucra “lo que puede ser una falta, lo retransmití inmediatamente al Tribunal” y a partir de ahí se dieron diversos pasos.
“El martes pasado viajamos con Inspección de Investigación a la Departamental y se secuestraron los libros que corresponden a los móviles que utilizan el jefe y el subjefe, se buscó constatar la fecha de licencias del jefe denunciado y distintos elementos de prueba”, especificó.
La titular del citado tribunal señaló que la investigación de los primeros días “luego se convirtió en sumario y finalmente ayer (por el miércoles) se le dictó la situación pasiva”.
Aclaró que esto “no es una sanción en sí misma, fue una medida cautelar que busca garantizar la investigación y las pruebas”. “Es alejarlo del lugar para garantizar las pruebas”, subrayó.
Ante preguntas de este cronista, la funcionaria dijo que el presunto hecho se encuadra en lo que es “una falta de características gravísimas”, porque comprende el “uso de móviles públicos”.
Anticipó que pasará los elementos al fiscal Anticorrupción para que determine si hay delito.
Cuando se le consultó si con los indicios reunidos hasta ahora se está lejos o cerca de constatar que efectivamente González incurrió en el hecho que se le endilgó de manera anónima, Becerra aclaró que “se está en plena investigación, lo llamamos secreto de sumario”, por lo que no dio precisiones.
Y cuando se le planteó si al confirmarse el cuadro podría ser apartado de la Policía, indicó que no puede adelantar el criterio que se impondrá, porque habrá que analizar sus antecedentes y otras cuestiones.
El comisario hizo declaraciones ayer, defendiéndose de la acusación y sosteniendo que utilizó el móvil para cumplir diversas actividades fuera de la ciudad que hacen a su función.
Sobre esto, Becerra fue enfática: “Los policías no tienen que declarar en los medios de comunicación, no tiene por qué justificarse en la prensa”, sostuvo ante EL DIARIO.
“Ya se le notificó la situación pasiva, deberá nombrar abogado defensor o no, y deberá presentar las pruebas que considere ante el tribunal”, cerró.
Lleva 11 meses al frente de la fuerza y dijo que no toleraría la corrupción
El escándalo que involucra al jefe de la Policía villamariense estalló a 11 meses de su asunción en el cargo.
González fue puesto en funciones el 1 de febrero del año que acaba de concluir.
“No voy a tolerar ni un solo hecho de corrupción policial”, señaló entre sus primeras declaraciones, y precisamente ese fue el título de la nota de EL DIARIO del 2 de febrero de 2017.
El funcionario había llegado para suceder a Héctor Moyano proveniente de la Departamental Santa María. “Quiero señalar que acá tampoco voy a tolerar ni consentir un acto de corrupción porque somos policías, estamos portando un arma que la sociedad nos ha confiado y tenemos que responder como tal, siendo buenos funcionarios, con instrucción, capacidad y generando confianza entre los ciudadanos”, indicó aquel primer día de febrero, mostrándose de acuerdo con expresiones del ministro de Seguridad de la provincia, que había hablado de “echar a patadas” a los policías que incumplen la ley.
“No tenemos que manchar ni empañar a nuestra institución, no se lo merece”, manifestó.
González tiene 52 años, es oriundo de Villa de Soto y antes de llegar a Villa María se desempeñó en distintas departamentales, como Córdoba capital, Río Segundo y Santa María. Ayer dijo que es víctima de una maniobra por haber buscando la transparencia dentro de la fuerza policial local.