La construcción en seco está teniendo cada vez más adeptos, pero todavía hay cierto desconocimiento sobre las bondades que posee. A raíz de ello, el Instituto de la Construcción en Seco (Incose) publicó un informe, que detallaremos a continuación, para conocer algunas pautas básicas.
Verdad N° 1: las paredes construidas en seco son sólidas.
Derribando el mito: “Cuando golpeo una pared suena a hueco”.
Es necesario entender que el ruido que podemos percibir al golpear una pared de construcción en seco no implica que la misma esté hueca en su interior y que por ello tenga un comportamiento deficiente a la hora de aislar acústicamente. Muy por el contrario, si no sonara a hueco la pared no tendría las características de resistencia, aislamiento y durabilidad propias de esta tecnología constructiva.
Si al golpear una pared de construcción en seco suena “a hueco”, esto se debe a las características intrínsecas del sistema y no porque el mismo sea deficiente.
Verdad N° 2: la construcción en seco ofrece los mejores estándares en aislación acústica.
Derribando el mito: “Se escucha todo lo que pasa del otro lado de la pared”.
Tanto los estudios de grabación como las principales cadenas de hoteles, con enormes exigencias acústicas para sus divisiones internas, utilizan sistemas de construcción en seco porque son más eficientes en el aislamiento sonoro.
Los sistemas de construcción en seco aíslan mejor el sonido que las obras húmedas, pero esto no es posible sin la instalación de materiales aislantes en su interior, en distintos espesores, para asegurar el confort acústico de la vivienda. Es decir, si se escucha todo del otro lado del ambiente, se debe a que la pared no está debidamente aislada y no a una falencia del sistema constructivo.
Según los resultados de ensayos realizados por el Incose oportunamente, un muro liviano de construcción en seco (debidamente aislado) puede aislar acústicamente hasta el 70% que uno (cuatro veces más pesado) de obra húmeda.
Verdad N° 3: liviano no es sinónimo de débil: la construcción en seco soporta gran cantidad de peso.
Derribando el mito: “No se pueden colgar cuadros u objetos pesados”.
Liviano no es sinónimo de débil. En todas las paredes materializadas con sistemas de construcción en seco con placa de yeso, un cuadro o cualquier objeto que pese menos de un kilogramo puede colgarse con un clavo común, en cualquier parte de su superficie. Asimismo, los objetos de hasta 15 kilogramos también pueden colgarse en cualquier parte de la superficie, pero no se deben utilizar clavos, sino tornillos. Los mismos deben estar acompañados por tarugos para placa de yeso, que se venden en todas las ferreterías. Estos tarugos se pueden colocar con un destornillador común. Por último, todo elemento de más de 15 kilogramos de peso deberá estar fijado sobre los perfiles metálicos que conforman la estructura de la pared. Para localizarlos, se utiliza un imán común o un detector de metales.
Por otra parte, directamente sobre las placas de yeso se permite la fijación de spots o luminarias que no excedan los tres kilogramos por pieza y no se deben cortar los perfiles para su colocación. En caso de que el peso de la luminaria exceda los tres kilogramos deberán realizarse estructuras auxiliares e independientes. Por supuesto, existen en el mercado de la construcción en seco tarugos, tornillos y accesorios específicos para el cuelgue de espejos, luminarias y cuadros pesados, toalleros, botiquines, soportes para TV, etcétera.
Verdad N° 4: la construcción en seco evita problemas usuales de humedad.
Derribando el mito: “Las paredes no resisten el agua”.
La construcción en seco no sólo se caracteriza por la nula utilización de agua durante el proceso constructivo, sino también por evitar los problemas más usuales de humedad, atribuibles a la construcción con ladrillos.
Existen en el mercado placas resistentes a la humedad (cuyo color de recubrimiento es verde) que se utilizan en espacios con humedad moderada y pasaje de cañerías (como baños, cocinas y lavaderos) y sobre las cuales pueden realizarse todo tipo de terminaciones. También existen placas con otras composiciones, que son aptas para el uso en natatorios, cielorrasos semicubiertos o en espacios con humedad permanente. Estas placas poseen mayores aditivos hidrofugantes y siliconas.
Además, en caso de existir alguna pérdida de agua, nuevamente la reparación en sistemas en seco es mucho más rápida, fácil y limpia, ya que el sistema permite detectar fácilmente el lugar de la pérdida, que es donde la placa de yeso se humedece. Una vez visualizada la pérdida, se realizan cortes específicos sobre las placas, se repara la pérdida y se vuelve a tapar con un trozo de placa de yeso. Este procedimiento puede hacerse, a diferencia de las paredes de obra húmeda, sin picar ni ensuciar.
No hay que olvidar que la humedad de cimientos y el moho son característicos de la construcción con ladrillos, pero aprendemos a vivir con ello debido a nuestra cultura de edificación. La construcción en seco no presenta estas patologías.
Verdad N° 5: la construcción en seco permite crear infinidad de diseños para construcción y refacciones.
Derribando el mito: “Es un sistema rígido para decorar”.
Dadas las características mecánicas de sus componentes, la construcción en seco permite realizar proyectos con diseños ambiciosos y versátiles: cielorrasos calados, paredes y escaleras curvas, gargantas y grandes aberturas.
Los sistemas de construcción en seco permiten materializar viviendas flexibles, que sus habitantes puedan remodelar y acondicionar de acuerdo a sus necesidades, gustos personales y estructura familiar. A la hora de refaccionar o modificar la planta, la construcción en seco permite hacer obras totalmente limpias y sin escombros, sin necesidad de que los habitantes tengan que mudarse durante el proceso.
En muchos países europeos la construcción en seco posee también un gran desarrollo, impulsado principalmente por el “retrofit” o remodelación de edificios para adecuarlos a los nuevos requisitos de ahorro energético.
Dentro del mercado nacional, existen además placas de yeso para realizar paredes curvas, como placas perforadas con distintos patrones de diseño. Sumadas a las placas extrarresistentes, acústicas, ignífugas y estándar; la oferta del mercado de la construcción en seco es cada vez más amplia y versátil para proyectistas ambiciosos de crear espacios innovadores.
Verdad N° 6: la construcción en seco reduce al mínimo las posibilidades de propagación de incendio.
Derribando el mito: “Es débil frente al fuego”.
Dada la baja o nula combustibilidad de los materiales que componen los sistemas en seco, se reduce al mínimo el riesgo de incendio. Asimismo estos sistemas evitan la propagación del fuego, tanto al resto del edificio como de un edificio a otro. Es importante destacar que si la pared está sin aislar, el fuego se propagará más rápido.
Por otra parte, el bajo peso estructural de las paredes construidas en seco (cuatro veces menos que una de ladrillos) generará daños y accidentes considerablemente menores ante un posible colapso.
Verdad N° 7: la construcción en seco es durable, segura y de fácil mantenimiento.
Derribando el mito: “Sólo sirve para soluciones transitorias”.
La construcción en seco es rápida, limpia y liviana, características que la hacen ideal para levantar una pared o hacer una división que consideremos desarmar en un futuro próximo. Esto no implica, sin embargo, que la construcción en seco no pueda también ser durable.
La prueba de la durabilidad y la nobleza de la construcción en seco está dada en la enorme cantidad de obras materializadas con esta tecnología constructiva, desde hace ya décadas, muchas de las cuales conocemos, pero no sabemos que están hechas en seco.
Viviendas, unidades funcionales en edificios en altura, hospitales, sanatorios, laboratorios, shoppings, oficinas comerciales, museos, son sólo algunas de las posibilidades que tenemos para comprobar que la construcción en seco resiste el paso del tiempo, generando un mantenimiento incluso más bajo que el de las obras realizadas en mampostería.
Es necesaria una correcta instalación del sistema para que la durabilidad de una construcción pueda ser apreciada. Si construimos mal, en seco o con obra húmeda, siempre tendremos patologías a futuro. Pero sólo si construimos bien, y en seco, nos aseguraremos disfrutar de espacios seguros, durables y de muy bajo y fácil mantenimiento.
Conclusiones
Los sistemas de construcción en seco se destacan por:
-Evitar las patologías de humedad propias de la construcción con mampostería.
-Ahorrar energía.
-Lograr excelentes comportamientos acústicos y térmicos con menores espesores, sin sacrificar así la superficie útil de la vivienda.
-Posibilitar la ocupación de la unidad desde el primer día de estar terminada, lo que implica un beneficio tanto para el comprador como para el desarrollista.
-Su flexibilidad, rapidez y ductilidad en futuras ampliaciones o reformas de la vivienda.
-Requerir muy bajo mantenimiento. Las reparaciones son limpias, sin desperdicios y rápidas.
-Generar superficies lisas para todo tipo de terminaciones.
-Lograr diseños vanguardistas, volúmenes, gargantas, paredes y cielorrasos curvos, muy difíciles de lograr con construcción tradicional.