Jofré Giraudo, en la Misa de Pascua
“Muchos imperios y gobiernos intentaron callar y aplastar a la Iglesia, y lo siguen intentando hoy”, afirmó el obispo de Villa María, Samuel Jofré Giraudo en su homilía de ayer.
El religioso presidió la Misa de Pascua en la Catedral Santuario ante numerosos feligreses, y si bien en su mensaje no se refirió a la controversia nacional por la despenalización del aborto, incluyó una breve referencia en las oraciones, rogando para que el Gobierno “no termine con la vida del no nacido”.
Al pronunciar su homilía en la Misa de Pascua, el obispo local admitió que sobre la resurrección de Jesús “no tenemos otra documentación más que el testimonio de los apóstoles”, y que ante ello “se nos plantea una alternativa: creemos o no creemos”.
“¿Qué argumentos hay a favor de no creer?”, se preguntó Jofré Giraudo, y se contestó: “Nadie ha vuelto de la muerte”.
“Pero la pretendida resurrección de Cristo no es una vuelta a esta vida, sino pasar a la vida eterna” y agregó que “a favor tenemos un argumento muy sólido: esos hombres (los discípulos) que huyeron, que lo negaron, que se escondieron, que estaban muertos de miedo, perdieron el miedo y la timidez, y salieron a dar testimonio que los habían visto y tocado y habían comido con él. Llegaron a dejarse matar por él, cuando comprobaron que Cristo triunfó sobre el pecado y la muerte”, añadió.
Otro argumento a favor, dijo el pastor de la grey católica, “son los frutos de santidad de la Iglesia a lo largo de los siglos. Es un testimonio no porque nosotros seamos perfectos, más bien exactamente por lo contrario: son nuestros pecados los que dan testimonio que Cristo resucitó, porque siendo como somos (yo el peor) un atado de pecadores, mediocres, cobardes, timoratos, pusilánimes, entregados a las más pequeñas vilezas, sin embargo no logramos destruir la Iglesia”.
“Cualquier cooperativa, sociedad anónima, cualquier Nación, cualquier imperio, se viene abajo. La Iglesia no se viene abajo porque Cristo está vivo y le entregó a la Iglesia su Espíritu Santo”.
Luego Jofré Giraudo, confesó que “yo he buscado hablar con Cristo y lo he oído en el fondo de mi alma y le he hablado. Sé que me ha escuchado y he visto frutos de ello: el primero y principal el perdón de mis pecados, y he logrado otros frutos de los cuales soy absolutamente incapaz por mis propias fuerzas, pero la gracia de Dios lo hace”.
Si la resurrección de Cristo no es verdad, advirtió: “Todo el cristianismo es una ridiculez, y yo estoy convencido de que no es una ridiculez”.
“Encontrándose con Cristo, no desaparecen ni la pobreza, ni las enfermedades, ni la muerte, nada de eso desaparece, es verdad, pero todo eso toma su medida, que es pequeña al lado del espíritu de Dios”, agregó y tras alentar a los presentes a seguir su consejo, expresó: “De nuestra libertad dependerá si elegimos a Dios o elegimos el infierno”.
