“Mujeres son las nuestras” da título a un libro donde Nora Patrich, Roberto Baschetti y Facundo Carman reúnen fotografías inéditas de la militancia y lucha femenina en las filas peronistas entre 1946 y 1983, junto a historias de vida, curiosidades y documentación de revistas, diarios y facsímiles editados en esas décadas.
El libro editado por Jirones de mi vida incluye un listado con más de un millar de nombres de mujeres peronistas desaparecidas en dictadura e historias de vida que van desde Frizzi de Longoni y María Terán de Weiss, pasando por Norma Arrostito y María Victoria Walsh, hasta “las chicas Oesterheld”.
En este volumen también pueden encontrarse curiosidades como poemas o letras de milonga, “La descamisada”, que interpretaba Nélida Omar, es un ejemplo; o palabras de la icónica Josephine Baker, cantante de blues y jazz estadounidense, sobre la “inspiración” que le significó Eva Perón.
La propuesta de Baschetti, Patrich y Carman suma panfletos de agrupaciones, publicaciones de revistas como Conquista o Audacia; notas de puño y letra de Eva Duarte a su hermano Juan y fotografías de casi cuatro décadas de militancia.
Dos cosas nacen al mismo tiempo, la editorial y el libro que abre la colección “No me olvides”, con la idea de “publicar lo que nadie saca de la manera en que nadie lo hace, textos que se entretejen con la gráfica para ponerlos al alcance de la gente, porque un pueblo sin arte no tiene nada que decir”, explica Patrich.
“El arte es la historia, la memoria y el futuro, porque invitan al ejercicio del pensamiento, con la comida se puede tener la panza llena, con el ejercicio el cuerpo en buen estado, pero sin una mente que funcione seguís siendo esclavo”.
Elegir a las mujeres para abrir la colección responde a “una deuda social, una de las tantas, que acompaña lo que sucede ahora en el país y que tiene que ver con reconocer y visibilizar su trabajo”, asevera quien trabajó en la Guardería montonera.
“Indudablemente, la lucha de las mujeres por sus derechos cívicos y sociales comenzó con anarquistas como Virginia Volten y socialistas como Gabriela Coni o Alicia Moreau -luego de Justo, escribe el historiador Felipe Pigna en el prólogo-; pero fue durante el primer Gobierno de Perón y gracias al impulso de Evita que sus derechos pudieron ejercitarse efectivamente”.
“Desde la militancia tampoco fue lo mismo ser varón que mujer -agrega Patrich-, aunque no todas tuvimos la misma experiencia, muchas compañeras se encargaban de la casa, los chicos y también trabajaban, convencidas de que los cambios debían surgir en la sociedad, pero que además teníamos que crecer para generar esos cambios”.
El vasto recorrido fotográfico que conforma estas páginas incluye imágenes de mujeres exigiendo la sanción del voto femenino en la Plaza de los Dos Congresos, en 1947; extensas filas de votantes femeninas en 1951; una joven con vestido entallado y cascotes en la mano asegura una huelga de transporte en Mataderos, 1964; Marilina Ross y Carlos Mugica en la Villa 31 de Retiro, 1974.
Este proyecto también tiene que ver con “completar un rompecabezas” y con que quienes lo protagonizaron “se vean reflejados en esas imágenes, que busquen sus caras y las de compañeros y amigos, muchos de ellos desaparecidos, en el extenso material de archivo”, señala Patrich.
Junto a Baschetti, archivista e historiador, Patrich conformó “uno de los archivos más importantes del peronismo”, asegura, juntando material durante años de manera ininterrumpida, al que se suma la hemeroteca de Carman, “una de las más nutridas de Argentina, que funciona en su casa del barrio porteño de La Boca”.
A partir de esos archivos, Baschetti trazó muchas de las historias de vida que aparecen en este libro e incluso “fueron utilizadas en los juicios” contra el Estado por torturas, privación ilegítima de la libertad y desapariciones durante la última dictadura militar en el país, “cerca de cuatro mil”, señala Patrich, dedicada al archivo que contiene material desde el Bombardeo del 55 en Plaza de Mayo contra el Gobierno de Perón.
De un “embute” en un tren que hacía dos veces por semana Buenos Aires-Tucumán, son algunas de las fotos publicadas en este libro por la editorial Jirones de mi vida, imágenes que “nunca fueron halladas por las fuerzas represivas” y que 40 años más tarde “salen de la clandestinidad”.
Eva Duarte de Perón rubia, uñas perfectamente pintadas, de rodete y saco sastre, presta ceñida atención; en una habitación corriente una mujer joven, presumiblemente obrera, cierra el puño en un pañuelo; una anciana la ladea -brazos cruzados, mirada ausente-: son deudas de las víctimas del incendio que en julio de 1949 destrozó la Manufactura Algodonera Argentina.
A partir de esta foto la épica y mística peronistas se suceden, “Los únicos privilegiados serán los niños” o “el peronismo será revolucionario o no será nada”, se lee en monocromos hasta alcanzar un último fotograma de cierre y a todo color: la espalda de una casaca murguera con los perfiles de Evita y Cristina y la leyenda “La gloriosa JP. Volvimos”, debajo.
El sello propone como próximos títulos “Mundo peronista. Tercer mundo y tercera posición”, sobre la política exterior argentina planteada desde Perón hasta nuestros días, que incluyen cartas de Fidel Castro y el Che Guevara.