Las bochas están de luto, con el fallecimiento de uno de los jugadores más importantes que tuvo la historia de “lisas y rayadas” de nuestra provincia. Fue varias veces campeón Argentino y Sudamericano
El deporte villamariense sufrió en la mañana de ayer la pérdida de una de sus figuras más emblemáticas, que trascendió más allá de las “lisas y rayadas”, el deporte en el que fue campeón Argentino y Sudamericano varias veces. A los 89 años, falleció Roberto “Tito” Domenino, una de las personalidades más importantes de las bochas a nivel nacional, fundamentalmente en las décadas de los 50, 60 y 70.
Roberto Juan Domenino (para todos, simplemente Tito) nació el 2 de agosto de 1928 en Morrison, pero a los 18 años se radicó en nuestra ciudad, donde formó una gran familia, que hoy integran tres hijos, seis nietos y dos bisnietos.
Para las bochas fue un jugador notable, protagonista de una época donde Córdoba dominaba en el espectro nacional junto a Gino Molayoli y José Donato Ghio. Entre los tres sumaron 13 títulos, Tito, 4; el Pibe Molayoli, 6 y Ghio 3 (N. de la R.: dato de Mundo Bochas).
“Me vine a vivir a Villa María a los 18 años y no me fui nunca más. Yo nací en Morrison y allá jugaba al fútbol en el Club Unión. Acá viví siempre en la calle Salta. Cuando me hice amigo de los muchachos Vidal, empecé a jugar al fútbol en el Club Boca, era insider derecho. Luego empecé a jugar en Sparta a las bochas, cuando estaba en España y Catamarca. De ahí me fui a Unión Central hasta que en 1955 llegué a Ameghino, don Lorenzo Gilli fue el mentor de mi pase. Tenía mi taller de tornería donde hoy está el correo y él me ofreció hacer un tallercito cerca del club”, le dijo a EL DIARIO en una entrevista publicada en septiembre del año pasado”.
Su historia deportiva
Fue jugador de fútbol en Unión de Morrison y en el Club Boca de nuestra ciudad. Pero desde 1951 se dedicó a las bochas y con 22 años comenzó su carrera deportiva, en el Club Sparta. En 1953 se sumó a Unión Central, en 1955 llegó al Club Juventud Florentino Ameghino y se quedó definitivamente ahí, consiguiendo sus logros más importantes en esa entidad y donde se mantuvo hasta abandonar la actividad.
En 1958 logró el primer Campeonato Sudamericano en Buenos Aires, logros que repitió en Chile (1963), Uruguay (1965), Chile (1976) y San Antonio de Areco (1979).
En 1959 obtuvo su primer campeonato Argentino individual en Bahía Blanca y el Argentino por tercetos, junto a los hermanos Francisco y Carlos Bonaveri, en Necochea.
Fue tres veces más campeón Argentino individual: en 1962 en Santa Fe, en 1968 en Campana y en 1969 en Cañada de Gómez y otras tres veces más del Argentino por tercetos (1960 en Tres Arroyos, 1964 en Villa María y en 1966 en Marcos Juárez).
Otra de sus participaciones internacionales fue en 1960, junto al villamariense Carlos Bonaveri, en Rosario y Buenos Aires, representando a nuestro país en el primer enfrentamiento ante un equipo de Italia. Fue en categoría por tercetos (estilo Sudamericano) y en la categoría cuadreta (sistema europeo).
En 1960 también obtuvo por primera vez el título de campeón en los Juegos Deportivos Rioplatenses, en el torneo jugado en Buenos Aires, repitiendo este logro en 1961 y 1962, ambos en Montevideo.
Entre los títulos que acumuló a lo largo de su extensa y rica trayectoria, Tito fue campeón del Club La Armonía en un torneo disputado en Bahía Blanca. En esa oportunidad quedó estampada su imagen en una pintura que se realizó en una de las paredes al costado de la cancha donde se jugó el torneo.
También se llevó el Torneo Aniversario celegrado en Bahía Blanca en 1974 y el del Club Ameghino, todos en la modalidad individual y en condición de invitado.
En 1954 se quedó con el Campeonato Interclubes Individual, en Rafaela, y por tercetos se llevó los triunfos en Santiago del Estero (1964) e Interclubes Ciudad de La Falda (1975). A su vez, se quedó en dos oportunidades con el torneo de la Vendimia, junto a Juan José Monesterolo y Francisco Bonaveri.
Junto a su hijo, Roberto, fue propietario de una conocida casa de trofeos y medallas en nuestra ciudad.
“Yo me siento orgulloso del trato recibido por mi ciudad y cómo me recibieron cada vez que fui campeón. Es el recuerdo que queda después de todos los años caminando en las canchas y el recuerdo de muchos de esos compañeros que jugaron con uno y hoy no están, pero siempre los llevo en mi memoria”, le había dicho a EL DIARIO, el año pasado.
Roberto “Tito” Domenino falleció durante la mañana de ayer, luego de un largo tiempo de atravesar algunos problemas de salud. Sus restos son velados en la sala Dalí de la casa central de la Empresa Paviotti y serán inhumados a las 11 en el cementerio Parque La Naturaleza de la vecina ciudad de Villa Nueva.
