Colón ganó el partido que tenía que ganar para seguir con vida. Superó 2-1 a Unión Social de Alto Alegre con dos goles de Pablo Alvarez y se ilusiona con tener chances en la última fecha. Vibrante y caliente: dos expulsados y mucha tensión
Se jugaban mucho de todo lo que quieren en este campeonato. Colón y Unión Social llegaban al domingo con el mismo objetivo: ganar o ganar. Las posibilidades vivas de clasificar a la siguiente ronda era cuestión de ya no perder… por eso salieron a jugarse el todo por el todo…
Lejos de que el fútbol sea una cuestión de vida de muerte, ambos equipos salieron con el «cuchillo entre los dientes» a jugar los primeros minutos, a punto tal que a los 14′ en un enrosque de manotazos y gritos que confundieron al juez García, dos hombres fundamentales de ambos equipos vieron la tarjeta roja (Navarro en Colón y Juan Zabala en Unión Social) y armaron un «10 contra 10» lleno de intensidad. Lo concreto es que el árbitro expulsó bien a Zabala (llegó al tumulto corriendo y aplicando un golpe que casi impacta en el rostro del juez), pero no a «Pepe», que pecó de buen tipo, cuando las papas le quemaban a García. Los expulsados no tenían nada que ver con la jugada que lo originó: una falta de Galasso a Valdivia: increíble.
El partido arrancó bárbaro: a los 2m Giraudo habilitó a Fernández y lo puso de cara al gol, pero cuando enfrentó el arco su potente remate fue bien bloqueado por Garofani. A los 5′ Valdivia malogró un mano a mano con Pedernera y encendió el encuentro. A los 8′ Álvarez metió un cabezazo llovido que pasó cerca del travesaño. A los 12′ Moretto también la tuvo por arriba para el equipo visitante. Sobre los 23′ Giraudo dispuso de una tras un mal despeje en la salida de Fernández… Todo muy rápido, intenso, cortado… pero emotivo. Cada vez el encuentro tenía más chispa.
Colón llegó a la primera conquista de la tarde a través de Pablo Alvarez, luego de desviar un cabezazo tras un centro preciso de Agustín Tais a los 24 minutos. El equipo de Abate Daga era más profundo que su rival y aunque el fútbol no hable ni se base en merecimientos, el resultado era justo.
El empate no tardó en llegar, porque Unión Social se encontraría con una situación que no podía desperdiciar. Es que a los 29′ Santiago Rodríguez disputó una pelota aérea con Valdivia dentro del área y García entendió que era jugada peligrosa. La primera impresión es que había una plancha para cobrar penal, pero viendo las repeticiones en video, García se animó a sancionar una jugada peligrosa y no estuvo mal, porque Valdivia ya remataba y Rodríguez bloqueó con la pierna levantada, pero sin golpear al rival. Punto para el juez, que utilizó bien su criterio obligando a ver una y otra vez la jugada en los videos del partido para ver qué cobró.
A los 40′ Valdivia tuvo un tiro libre que pasó cerca y a los 42′ Cuello remató desviado en una situación inmejorable. Unión Social emparejó el juego sobre el final, y ambos regalaron un gran primer tiempo.
En el complemento la intensidad jamás aflojó: a los 5′ un remate de Plaza que se fue encima del travesaño, a los 6′ Giraudo ensayó una gambeta y caño en la misma acción ante Clemente y disparó en la cara externa de la red con un potente remate. En la mejor del equipo del «Mono» Zabala combinaron Cardarelli, Cuello y Valdivia, con un zurdazo bajo del «10» que se fue pegado al poste de Pedernera; y el propio Cardarelli la tiró por arriba mano a mano (18′). De ida y vuelta, al palo: sin ser bien jugado… un partidazo.
Pero a los 24′ tras un tiro de esquina, Giraudo mandó un centro rasante que capturó Pablo Alvarez con un remate ubicado al fondo del arco, desahogando el mal trago… y para que medio Arroyo Cabral, vuelva a creer en Colón. Dos goles del marcador central, casi como rindiendo tributo a la batalla, al no rendirse y siempre empujar desde abajo, fueron el reflejo de esta victoria. Un fenómeno el «2»: metió dos goles fundamentales y después arrugó en la nota tras el triunfo con un «no me gusta hablar». Igual queda perdonado.
Sobre el final Matías Garofani destacaría su tarea con dos atajadas impecables ante los ingresados Zambrana y Reynoso. También «Suruno» Fernández intentó clavarla en el ángulo, pero se fue por arriba. Las muchas llegadas de Colón le dieron ese toque de mérito para justificar el triunfo, costoso por cierto. Había que ganar o ganar… de eso dependía de la vida de Colón, que dejó en claro que «no está muerto quien pelea…»
El árbitro
César García
Expulsó mal a Navarro. Se animó a cobrar una jugada peligrosa ante lo que pareció un penalazo de movida. El clima caliente que le propuso Unión Social sobre el final lo privó de ver un par de golpes. Haciendo señas de un codazo también se animó a sacar amarilla. Buenas y malas, criterios muy extraños. Un árbitro muy particular. Ambas tribunas pensaron lo mismo.
La figura
Pablo Alvarez
Sus dos goles son decisivos para la elección. Defensivamente no tuvo problemas y cabeceó todo. Su presencia dio la tranquilidad necesaria para además sostener el triunfo. Gran domingo del central. En Unión Social, el arquero Garofani fue fundamental con sus intervenciones para que su equipo no perdiera por más goles.