Al ser consultado por los medios, el intendente Martín Gill dijo que está garantizada la “continuidad de los que prestan servicios como trabajadores de la Municipalidad. No hay una política de ajuste global ni de achique de personal”. Si habló de reformulación del trabajo “procurando profesionalizar distintas áreas: por ejemplo, el caso de los jardines maternales, que ahora depende de Educación, buscaremos que sean docentes los que están ofreciendo ese servicio”, aunque aclaró que eso no significa despedir a quien no tenga un título. “Planteamos que debe haber una carrera en salud y en la policía municipal, por citar dos áreas, para que haya estímulo a los que se capaciten”,
Agregó que los trabajadores que están desempeñándose con el programa de Médicos Comunitarios (depende de la Nación) tienen garantizada la continuidad hasta noviembre de este año. “Tal como lo prevé el convenio, si la Nación demora el pago de las becas, la Municipalidad lo adelanta”, informó. Procurarán entrevistarse con las autoridades sanitarias de la Nación para que siga adelante el proyecto.
¿Hay deudas?
Ante la pregunta acerca de la existencia de una deuda municipal dejada por la gestión de Eduardo Accastello, Gill informó que las cuentas están equilibradas. “Había fondos en caja y obligaciones a pagar”, remarcó.
Dijo también que en los primeros meses trabajaron para relevar las finanzas, analizar los casos de mora y estudiar nuevos dispositivos de compra.
Hubo en diciembre un problema de disponibilidad (“lo que había era para afrontar pago de sueldos y aguinaldos”) pero, según Gill, ya está regularizado.
Habló de que ahora hay un buen nivel de recaudación y que tienen previsiones para un primer trimestre “prudente, austero y previsible”.